El presidente de la Unión del Comercio, la Industrial y la Producción (UCIP), Raúl Lamacchia, afirmó que el 2016 fue “complicado” por la caída de la actividad económica y sostuvo que “las perspectivas no son las mejores” para la temporada que se viene.

En una extensa entrevista con LA CAPITAL en el marco del 70° aniversario de la entidad que preside, Lamacchia mostró su rechazo a las grandes cadenas comerciales. “Destruyen al comercio minorista”, sostuvo. Y dijo que el desempleo “es estructural”.

– Luego del cambio de Gobierno, ¿cómo ha sido el 2016 para los sectores de la producción de la ciudad?

– Los empresarios pymes lo ven complicado, con una disminución de la actividad comercial e industrial que ha venido siendo una constante en este año 2016.

Según los indicadores que publica el Indec y relevamientos de consultoras privadas, se ha generado una disminución de las ventas, disminución de la producción industrial, baja de la rentabilidad, distorsión de los precios relativos, en definitiva un contexto recesivo, con enfriamiento del mercado interno por disminución del consumo, que ayuda a bajar la inflación por disminución de la demanda, pero genera esta difícil situación.

Hay que destacar el apoyo del gobierno nacional a las pymes, concretado en la “Ley Pyme”, las medidas tributarias y financieras hacia las pyme, la baja de las comisiones de tarjetas de crédito y débito.

No obstante el comercio y la industria Pyme necesita vender más; por ello es que los comerciantes sostienen la esperanza de la reactivación.

–  ¿Cómo afectó en la ciudad la mayor apertura de importaciones que decidió el gobierno nacional?

– Hay sectores más perjudicados, como lo manifiestan los industriales textiles, de Pro-tejer, que les resulta difícil competir con productos asiáticos por un diferente contexto macroeconómico de esos países, que pueden producir a menores costos, no por eficiencia sino por lo dicho anteriormente. También la industria del calzado, la industria de la juguetería, y la producción porcina; así también en otros sectores el impacto ha sido neutro.

El comercio se ve amenazado para competir en el mercado interno con importados a precio de dumping, que sirve para evitar aumentos de precios de la industria nacional por mayores costos internos en la producción, frenando motivos de inflación, pero reiteramos con un perjuicio a la producción nacional y un proceso recesivo complicado, que el Gobierno sin duda deberá atender especialmente.

– Ante una inflación anual que alcanzó el 40% y la fuerte caída del consumo, ¿cómo hacen los comerciantes para sobrevivir si las subas no se pueden trasladar en su totalidad al precio del producto?

– Mucho esfuerzo. Se achican gastos al máximo. Se usan instrumentos de promoción de ventas como el Black Friday; la UCIP lleva tres realizados en este año, con un éxito creciente, con una participación de más de seiscientos (comercios minoristas, con descuentos del 25 al 50%; estamos organizando un cuarto para el 9 y 10 de diciembre con motivo del cercano fin de año, en el que se espera más de 1.000 comercios participando. En este aspecto también apostamos a que haya una adecuación de los alquileres a esta realidad, que todos esperamos superar.

– ¿Qué análisis hace de los índices de desocupación de Mar del Plata?

– Creemos que la desocupación en Mar del Plata es estructural. Hace años que venimos liderando el índice de desocupación o entre los tres primeros lugares, a pesar de que ha habido una fuerte creación de empleo en los años de expansión. Según Aticma, las industrias Tics tienen una deficiencia de mano de obra especializada (Se calcula más de 400 puestos de trabajo), que no se cubre adecuadamente. Ya hay empresas que están pensando en trasladar su planta a otros lugares. Creemos que este tema no se ha estudiado adecuadamente para tener un diagnóstico más preciso. Recargar sobre la estacionalidad la causa no parece ser adecuado. Creemos que este tema debe ser incluido en un análisis profundo para determinar sus causas reales y efectuar una adecuada planificación que ataque la esencia de esta problemática.

– ¿Cree que el programa Ahora 18 puede reactivar el consumo en los próximos meses?

– Es una buena medida, ya que se incorporaron más productos con mayor financiación.Sin duda ayudara a incrementar el consumo. Ha sido una decisión acertada del Gobierno, sobre todo a partir que implica una decisión política de atender el Mercado Interno y apostar a un incremento y fortalecimiento del mismo.

– ¿Qué temporada esperan los comerciantes?

– Los relevamientos efectuados indican que hay una gran preocupación. Ya la temporada última fue de menor actividad comercial que la de 2014/2015, agregado a una persistente disminución de ventas durante el año, las perspectivas no son las mejores.

Hay iniciativas privadas de promocionar la ciudad, lo cual es bueno y reconocible. Pero creemos que no alcanza.

Nos tenemos que comprometer para vender Mar del Plata; el comercio ajustar los precios al máximo; Hoteles y Restaurant de la misma manera; al igual los Balnearios; y salir a decirlo, a promocionarlo. No debemos bajar los brazos. Estemos dispuestos. Es una obligación de todos.

En ese sentido, se debería respetar los fondos afectados a la promoción turística, ya que en un esfuerzo adicional del comercio y la industria local, nuestros establecimientos aportan al municipio más de 50 millones de pesos anuales que no se destinan a los fines de su creación.

– El gobierno municipal ya adelantó que impulsara la llegada de grandes cadenas comerciales. ¿Cómo impactara esta decisión en los pequeños comercios de la ciudad?

– Nuestra posición es firme, coherente e invariable. Las grandes cadenas destruyen al comercio minorista. Las Multinacionales, además de ello, se llevan los dineros de los marplatenses o de los turistas que vacacionan en la ciudad, cuyos dineros en un pasamanos se esfuman hacia el extranjero. Debemos proteger nuestro comercio, sobretodo al mercado alimentario, electrodomésticos, ferretero y de materiales de la construcción, que son los más valiosos y los que quieren absorver las multinacionales. Es mentira que eso es progreso. Ese es el verso, la mentira para engañar a la población.

Se instalan sin cumplir con las leyes vigentes; entran al mercado con precios de dumping en algunos productos, con publicidad engañosa; eliminan la competencia, vendiendo aunque pierdan; luego dominan el mercado, destruyen al minorista y ponen los precios en situación monopólica u oligopólica.

El mercado alimentario está saturado, sobra la oferta en relación a la demanda; en consecuencia una nueva Cadena que irrumpe en ese mercado, seguro le quita venta a otro establecimiento; no agrega valor al mercado; destruye la oferta que elimina. Simple y pura teoría de la oferta y la demanda del libre mercado; con el mercado se queda el más poderoso, si no existe un estado fuerte que regule el mismo en defensa del más débil.

– Desde el gobierno municipal afirman que por ejemplo Carrefour ayudó a potenciar la zona de Constitución y que además las grandes cadenas están en todas las ciudades importantes. ¿Qué opina de estos argumentos?

– ¿Dirán lo mismo de Güemes? Como creció para ser la arteria comercial más importante de la ciudad? No hemos visto ninguna Gran Superficie en Güemes. Eso que se dice es una falacia. Constitución creció por las obras de infraestructura que se hicieron; por la eliminación de los boliches y la fuerte urbanización del barrio Constitución y Caisamar, lo que alcanzó a Carlos Tejedor que va para ser un centro comercial en pleno desarrollo.

Por eso decimos que al comercio hay que planificarlo, ordenarlo, para que la ciudad crezca orgánicamente, y no que crezca anárquica y desordenadamente.

– ¿Cómo tomó la decisión del Gobierno nacional de eliminar los feriados puente en el 2017?

– Creemos que es un error. El desarrollo de los centros turísticos nacionales ha sido formidable a partir de los fines de semana largos, que genero un crecimiento impensado, con el nacimiento de nuevas explotaciones turísticas en el interior de las provincias y del país.

Pequeñas ciudades realzaron su historia, su artesanía, su cultura, etc. para ofrecerla a visitantes que así se adentraron en la esencia del ser argentino.

La protesta de capitalinos y/o industriales no es válida, pues se quejan de llenos en contra del país interior que también quiere crecer.

– ¿Qué le pareció la decisión del gobierno provincial que determinó que las clases comience en marzo?

– Un intermedio. Necesitamos el inicio de clases del 15 de marzo en adelante. Respetar las vacaciones de 3 meses, del 15 de diciembre al 15 de marzo y ajustar los días de clase en el año lectivo del 15 de marzo al 15 de diciembre.

Se puede. Falta decisión política adecuada y acertada.

– A mitad de año desde la entidad reclamaron más seguridad en los comercios, ¿se mejoró en ese aspecto?
– Se trabaja conjuntamente. La inseguridad no se soluciona por arte de magia. Hace 15 años se reclamaban móviles, y hoy hay muchos más. Se reclamaban más efectivos y agentes en la calle, se incrementaron en 10.000 agentes la Bonaerense y se crearon las policías locales. Pero la inseguridad persiste y crece. Entonces esa no era la esencia del problema. La inseguridad es un problema de todos. Por ello vimos favorablemente que en su momento que el intendente municipal dejara de echarle la culpa al gobernador y asumiera el posible costo político de ser responsable como jefe político de la ciudad. Necesitamos una policía involucrada con la ciudad, con los vecinos, que el policía sea un padre que se encuentra en el colegio de sus hijos con los vecinos y debe rendir cuenta en forma permanente de su función de comisario del pueblo y no un empleado público que viene de otro destino, solo sin su familia, esta 8 o 10 meses, y se va para no volver. No tiene responsabilidad comunitaria.