El desembarco que la agenda feminista tuvo este año en los medios de comunicación y en los ámbitos políticos y legislativos impulsó a miles de mujeres a denunciar hechos en los cuales habían sido víctimas de violencia de género. Algunas, incluso, se animaron a llevar a la Justicia abusos sufridos en la infancia, según advirtieron desde la Fiscalía General de Mar del Plata. Sin embargo, en la ciudad el fenómeno encontró al área municipal encargada de contener este tipo de casos en un momento crítico. 

Según indicaron diversas fuentes a LA CAPITAL, en los últimos años la Dirección de Políticas de Género ha sido objeto de un drástico recorte presupuestario al que también se le sumó en 2018 una reducción del personal disponible. Esto terminó generando serias dificultades a la hora de cumplir con los objetivos y brindar respuestas a las víctimas que se acercan a la dependencia ubicada en Alberti 1518.

“Hoy en día vemos un poco de desidia. No por parte de las trabajadoras, que hacen un trabajo impecable con los recursos que tienen. Pero sí vemos que hay un continuo desfinanciamiento y una postergación en las necesidades que tiene el área”, señaló a LA CAPITAL Valeria Crespo, miembro del Observatorio de Violencia por motivos de Género y Diversidad, un espacio creado ante la declaración de emergencia en el tema por parte del Concejo Deliberante y que mantiene reuniones periódicas con los responsables del área.

La preocupación ante la falta de voluntad política se profundiza al analizar los números. Según lo señalado por Crespo en función de los informes semestrales que se realizan desde la Dirección, la línea 108 (línea Malva) atendió 2400 llamados en los primeros seis meses del año, es decir, 311% más que todo lo registrado en 2017, año en el que se habían recibido 583 llamadas.

“Este punto fue fundamental para consignar que cada vez era más recurrente el llamado a otras líneas (como la línea nacional 144 y el 911), lo que hacía inferir que la difusión no estaba aún consolidada”, señaló.

Sin embargo, el incremento no se agota ahí. Los números también prevén que habrá un incremento en las intervenciones jurídicas: mientras en 2017 el total de intervenciones fue de 2.056, los registros de enero a julio de 2018 ya advierten unas 1.500.

La estadística refleja un panorama similar al descripto una semana atrás por la Fiscalía General y la Comisaría de la Mujer. Sin embargo, la Dirección de Género se enfrenta a otro desafío: recibir la ola de denuncias con cada vez menos profesionales (y no ahogarse en el intento).

“Al mismo tiempo en el que se incrementó la demanda, se vivió una baja del personal. Desde mayo que nosotros estamos reclamando por la incorporación de más trabajadores”, señaló Crespo, en referencia a un reclamo impulsado por el Observatorio a raíz de la jubilación de una psicóloga y el pase de otra a la coordinación del Hogar Galé (vivienda en la que se contiene a víctimas en extrema situación de vulnerabilidad). Si bien el trámite administrativo para los respectivos reemplazos está iniciado, en enero sólo habrá una profesional disponible. En la Comisaría de la Mujer no tienen definido por qué, pero aseguraron que, en general, con la llegada de las fiestas y el calor el número de casos tiende a aumentar. Dato no menor.

Párrafo aparte merece la asistencia legal. Con sólo una abogada propia del área, dos letrados de la oficina de Asistencia a la Víctima (dependencia que contiene a familiares y víctimas de casos de violencia que no son producto de violencia de género) deben “turnarse día por medio” para cubrir vacantes.

“No deberían ir ‘de prestado’. El equipo tiene que estar continuamente en el lugar. Trataron de tapar un agujero, pero así no sirve”, señaló la integrante del Observatorio, al tiempo que destacó la necesidad de contar con profesionales con perspectiva de género.

Foto archivo: marcha contra la violencia machista en la ciudad.

Presupuesto

En las vísperas de un año en el que tanto el gobierno nacional como provincial anticiparon ajustes, lo destinado por parte del Ejecutivo local a políticas de protección de los derechos de la mujeres es por estos días materia de preocupación. Sobre todo si se tiene en cuenta la experiencia vivida este 2018, tanto por el aumento significativo de la demanda como por las complicaciones a la hora de brindar una respuesta efectiva.

Por eso, LA CAPITAL dialogó con la concejal de Unidad Ciudadana Verónica Lagos, quien analizó los números previstos para el ejercicio del año que viene en la materia y anticipó algunos detalles.

En primer lugar, cuánto. Según se desprende del proyecto presentado, el gobierno de Carlos Arroyo prevé destinar un total de $37.655.933 para la Dirección de Políticas de Género del municipio en 2019. Esto, según señaló la edil, si bien implica un incremento del “0,02% en términos porcentuales” en relación a lo previsto para el área en 2018, “por el contexto inflacionario tan grande que hemos tenido este año, no se trataría de un incremento real”, señaló Lagos, destacando el impacto que ha tenido este año el aumento del costo de vida. Y agregó: “Si se tiene en cuenta lo que debe ir para personal y las becas de vulnerabilidad, quedarían algo de $4 millones para el resto de las cuestiones”. Esas cuestiones van desde el mantenimiento del Hogar Galé, difusión, y demás tareas designadas del área.

Por otra parte, la edil deslizó cierta preocupación por el incremento de algunos ítems presentes en el presupuesto y que no aparentarían tener explicación alguna. “Por ejemplo, para ‘equipamiento’ -que no sabemos a qué se refieren con esa categoría- hay más de un 800% de aumento. No sabemos por qué, para qué y a qué responde”, señaló, y anticipó que esa será una de las preguntas que deberán responder los funcionarios en la próxima comisión de Hacienda.

Lagos también manifestó preocupación ante la idea de que el presupuesto de este año termine siendo subejecutado. “Es una posibilidad”, señaló.Vale destacar que a principio de año, fue Virginia Sívori, también del bloque de Unidad Ciudadana, quien había advertido a este medio que, según surgía del análisis de los datos, el presupuesto total previsto para el área no se había ejecutado. El balance arrojaba que se había destinado “el 70% de lo previsto para bienes de consumo -desde el toner de la Secretaría hasta los alimentos del Hogar Galé-, el 77% para bienes de uso -computadoras y muebles- y el 50% en transferencias, principalmente para becas, que son de vital importancia”. Para la edil, “estos números son muy importantes porque hablan por sí solos respecto al lugar que ocupan las políticas de género en el imaginario oficialista”.

Foto archivo: marcha contra la violencia machista en la ciudad.

Sin dirección

Para la secretaria de género del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), María de los Ángeles Irazabal, la importancia que el gobierno de Carlos Arroyo pensaba dedicarle al área de la Mujer se comenzó a prever cuando presentó a su gabinete, allá por los primeros meses de 2016. “Desde que asumió el intendente y renunció la directora de la Dirección de la Mujer, que estaba en la anterior gestión, nunca se nombró otra. Esto creo que deja en evidencia la importancia que se le da hoy al área, es la muestra más clara”, indicó la dirigente. Y agregó: “Es una gran irresponsabilidad lo que están haciendo. Y digo irresponsabilidad porque creo que no tienen la menor idea”.