“Tratamos de aportar una especie de altavoz, de ventana, para que la gente se entere lo que se está tapando” asegura León Podolsky bajista de La Delio Valdez, la orquesta autogestionada de cumbia que convoca multitudes con su “Cumbión”.

Tras su presentación del domingo pasado y luego de participar este viernes en una fiesta en las playas del sur de la ciudad, vuelve este domingo a las 22 a Abbey Road, con el objetivo de hacer bailar al público con su música popular.

Formada en 2009 en la Ciudad de Buenos Aires, viene realizando un trabajo de investigación e innovación dentro del género y funciona de forma cooperativa. Además de aportar su visión artística, tiene un fuerte compromiso que la lleva a participar de eventos y festivales en barrios y zonas de riesgo social, apoyar el trabajo de organizaciones sociales y “compartir la alegría de la cumbia con todos, aquellos que pueden y aquellos que no pueden pagar una entrada a un concierto”.

Además de Podolsky, está integrada por Manuel Cibrián (guitarra y voz), Tomás Arístide (güiro y maracón), Marcos Díaz (bongó, tambor alegre y caja vallenata), Pedro Rodríguez (timbal y voz), Agustín Fuentes (congas), Santiago Moldovan (clarinete), Agustina Massara (saxo alto), Pablo Broide (saxo tenor y maracón), Santiago Aragón (trompeta), Pablo Reyna (trompeta), Milton Rodríguez (trombón), Damián Chavarría (trombón) y Sergio Fabián Guerrina (sonido y producción artística).

Antes de esta fecha en plena temporada de verano en Mar del Plata, León Podolsky, habló con LA CAPITAL de la forma de trabajo de la banda, del éxito de su segundo disco -el primero producidos totalmente por ellos- y de su compromiso con la realidad.

– ¿Por qué decidieron formarse y trabajar como cooperativa artística y cómo está funcionando la experiencia?

– La Delio es una cooperativa porque es la forma en la que siempre nos manejamos, de manera horizontal en la que todos tienen derecho y peso en las decisiones. Así empezó artísticamente, pero a medida que la banda se fue profesionalizando había que tomar un montón de decisines en otros aspectos y llevamos esta forma de pensar a todos los ambitos y ejes y de a poco se está haciendo hasta legal, porque estamos con los trámites para manejarnos de esa forma.

– ¿Cómo evalúan el funcionamiento, en estos meses, de su primer disco con temas propios?

– Estamos viendo lo bien que lo recibe la gente, de a poco te vas dando cuenta que se van tomando el tiempo para escuchar, cada vez más gente canta las letras, pareciera que la gente estaba esperando ver esto de la banda y el desafío que nos pusimos estuvo bueno, porque es un camino de ida-

– ¿Cómo es el proceso creativo con un grupo tan grande de músicos?

– El proceso es una unión de fuerzas y de ganas de los que más se mandan a nadar esas aguas. Después se comparte entre todos y todos tratamos de aportar las ideas más constructivas posibles para llegar a un guiso al cual todos le hayamos brindado algo, así salió el disco.

– ¿Qué creen que aporta la cumbia, su sonido, sus letras populares al público? ¿Constituyen una forma de evidenciar problemáticas y, a la vez, divertir, liberar…?

– La cumbia, así como todas las músicas populares son una voz muy importante. Es un género hecho para bailar, divertirse, distenderse. En cuanto a las temáticas tiene que ver más con quién la ejecute a esa música y quién la escuche y sobre ellas cae esa responsabilidad.

– Ustedes siempre han estado comprometidos en distintas cuestiones de la realidad social. ¿Qué temas los están interpelando ahora, por qué y qué rol/respuesta, creen que pueden aportar desde el arte?

– En el último tiempo se está viendo mucho cierre de escuelas, cierre de fábricas, cierre de espacios culturales y nosotros tratamos de aportar una especie de altavoz, de ventana para que la gente se entere lo que se está tapando. Eso es lo que podemos hacer y tratamos de abordarlo lo más posible.