El deporte no es una foto de una fiesta inaugural o de clausura. Lo que se advirtió el 11 de octubre pasado desde este espacio, en plenos Juegos Olímpicos de la Juventud, lamentablemente se concretó. Detrás de aquella impresionante imagen, la de la apertura en las calles del centro de Buenos Aires y la de los escenarios llenos, con entrada gratis, había “gato encerrado”, sin ninguna otra alusión que la que insinúa al refrán.

Se escribió en aquella oportunidad (https://www.lacapitalmdp.com/de-madero-a-soldati-un-viaje-entre-mundos-y-tiempos-a-traves-del-deporte/) en plena cobertura de los Juegos: “El Parque Olímpico y la Villa en Soldati son grandes proyectos urbanísticos para la zona sur de Capital Federal. Luego se verá en la práctica si redunda en beneficios reales para los habitantes de la zona, si las viviendas logran ser accesibles. Por lo pronto, haberle ‘bajado el precio’ al Cenard, que llamativamente no es uno de los centros de estos Juegos, encierra el trasfondo de un futuro negocio inmobiliario en ese lugar”.

El trasfondo ahora salió a la luz. El Cenard, Centro de Alto Rendimiento fundamental para el crecimiento del deporte argentino en la “década ganada”, llamativamente no fue sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Y todo se trasladó a Soldati. Fue el puntapié inicial para las puertas abiertas a un negocio inmobiliario millonario que se habilitó ahora con la creación por decreto, sin necesidad ni urgencia, de una Agencia de Deportes que degrada a la Secretaría de Deportes.

“La única urgencia es la de recaudar y apurar la venta de tierras del Cenard”, manifestó con elocuencia Claudio Morresi, ex Secretario de Deportes de la Nación durante los gobiernos de Néstor Kircher y Cristina Fernández, en diálogo con el periodista Jorge Jaskilliof en el programa La Voz del Estadio, en Radio Eter Mar del Plata, en GDM Radio. “Esto no es una Agencia de Deportes sino una agencia inmobiliaria”, expresó en ese sentido Rodolfo Paverini, presidente de la Confederación Argentina de Deportes, en diálogo con Perfil.

En efecto, el artículo 15 del decreto que firmó el presidente Macri dice que la flamante Agencia podrá vender, alquilar o contratar de distintas formas los bienes muebles y los servicios que son propiedad deportiva del Estado. El más famoso de esos patrimonios es justamente el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), símbolo del deporte nacional. “Casa de los sueños de muchos y de muchas deportistas, ubicado en la cotizadísima zona norte porteña, un sitio emplazado sobre una calle que lleva el nombre de Miguel Sánchez, entrañable atleta que forma parte de los 30.000 detenidos desaparecidos que dejó la última dictadura cívica y militar”, dice el sitio Garra, del periodista Ariel Scher.

Es difícil encontrar deportistas con compromiso para expresar su descontento con esta medida. En algunos casos aparece hasta como natural, por su dependencia de las becas, que igualmente son menores en la medida que más desfinanció el deporte este gobierno, primero con la pérdida de autarquía del Enard, después con la reducción práctica en las partidas destinadas en el Presupuesto Nacional, ahora con esto, el posible desgüace del Cenard y otros escenarios deportivos.

Se puede entender, de todos modos, el silencio. El propio Paverini denunció, efectivamente, que “los deportistas están amenazados por temor a que le quiten sus becas”. Lo que se comprende poco es la obsecuencia de algunas y algunos que van más allá. La jugadora de Las Leonas, Noel Barrionuevo, escribió en su cuenta de Twitter: “La creación de la Agencia es positiva para el deporte y un salto de calidad para los deportistas. Ahora va a ser más rápido el cobro de becas (SIC) y subsidios y, por primera vez, las provincias van a poder participar de estas decisiones”.
Afortunadamente hay emblemas del deporte con mucha dignidad dispuestos a decir sus cosas. Quien le contestó a Noel por la misma vía fue un grande de todos los tiempos de la Selección Argentina de vóleibol, Marcos Milinkovic: “El Enard podía pagar en tiempo y forma y le sacaron la autonomía financiera!. Para ser eficientes no se necesita una agencia, se necesita compromiso. Los deportistas debemos dejar de lado los intereses de lado y defender espacios como el Cenard para que siga creciendo el deporte argentino”.

Más explícito aun fue Milinkovic apenas se conoció la noticia en diálogo con El Destape Radio: “Lo que está haciendo el gobierno es una vergüenza, quieren privatizar el deporte, habilitar a alquilar o vender espacios públicos con esta agencia, eso es una locura; uno pensó que los últimos Juegos de la Juventud iban a ser un trampolín para que el deporte argentino explote y con el paso del tiempo nos dimos cuenta que fue solo un gran negocio para los administradores de empresas amigas del Estado, muchos de los cuáles tienen cargos en los gabinetes de Mauricio Macri y Rodríguez Larreta…”

Ojalá sea un nuevo capítulo del “si pasa, pasa…”. Pero la firma ya pasó y la Secretaría, que debía ser Ministerio, pasa a ser Agencia. Un lema del deporte es que “siempre se puede ser más grande”. También siempre se puede caer más bajo.