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La Ciudad 8 de agosto de 2016

La conversión a GNC, en crisis: las ventas cayeron un 80% y peligran 1.500 fuentes de trabajo

Las empresas y los talleres que dependen del gas natural comprimido afirman que tienen muy poco trabajo por la escalada del precio. Reclaman que el valor del metro cúbico se retrotraiga al 31 de marzo.

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Hace seis meses, en el taller ubicado en Castelli al 5200 los turnos para colocar un tubo de gas natural comprimido (GNC) se daban cada quince días. Hoy, con suerte, hay dos por semana. “Compramos bizcochitos para festejar cada vez que ponemos uno”, dice resignado Carlos Ortiz, dueño del lugar. Su caso gráfica el de toda una industria: por la abrupta suba en poco tiempo del precio del GNC, las empresas que venden los equipos y los talleristas que lo colocan aseguran que las conversiones bajaron un 80% y que por esta situación 1.500 fuentes de trabajos están en riesgo en la ciudad y en la zona.

Desesperados ante esta situación, todos los sectores que dependen del GNC en la ciudad y en la zona se unieron en una agrupación para reclamar una medida que le ponga fin a esta situación angustiante: solicitan que el precio del metro cúbico vuelva al valor del 31 de marzo y de esta manera poner un equipo en un auto vuelva a ser rentable en comparación con otros combustibles.

En noviembre del año pasado, el metro cúbico de GNC costaba cerca de 7 pesos. Desde ese momento, la suba se disparó y en la actualidad roza los 12 pesos. El litro de la nafta súper está cerca de los 19 y 20 pesos según la estación de servicio.

“La relación histórica entre la nafta y el GNC se perdió y la gente ahora piensa mucho más antes de poner el gas. La amortización antes te llevaba diez meses y ahora es mucho más. Entonces ya no es rentable poner el GNC. De hecho, si llega a haber un nuevo aumento hasta los taxis y remises dejarían de usarlo”, explicó Ortiz, integrante de la Agrupación de Talleres de GNC de Mar del Plata.

La escalada en el precio en el gas afecta a toda la industria vinculada con la venta del servicio en la ciudad: desde las empresas que venden los equipos completos hasta los talleres mecánicos encargados de instalarlos y hacer los controles de mantenimiento. En todos los sectores, la actividad cayó un 80%.

Colocar un equipo de GNC de tercera generación puede costar hasta 15 mil pesos. En cambio, uno de última generación tiene un costo de hasta 21 mil. Una vez puesto en el auto, hay que pagar 400 pesos por año para obtener la oblea que certifica el buen estado de mantenimiento del equipo. La prueba hidráulica se hace cada 5 años. “Antes de los aumentos por semana vendíamos 30 equipos para ser colocados. Ahora con suerte sí llegamos a 4”, contó Gastón Ojeda, integrante del departamento comercial y técnico de Movilgas.

En los talleres el panorama es igual de desalentador. “La mayoría de nosotros somos mecánicos y tenemos ese recurso para subsistir. Por ahí algunos van a poder seguir, pero ya se ve que a los talleres grandes de la ciudad que tienen muchos empleados se les está empezando a complicar. Ya hay rumores de suspensiones y despidos. Acá somos todas pymes a las que todo les cuesta mucho”, explicó Ortiz. Y, enseguida, agregó para graficar la situación en los talleres: “Se frenaron totalmente las conversiones. Estamos con muy poco trabajo. Esta situación nos agarra con estructuras armadas para el mercado que teníamos hace 8 meses. Entonces sostener eso es muy difícil. Un mes se puede aguantar, dos también, pero al tercero ya tenés que empezar a ver qué hacés porque no podés sostener la estructura”.

Ortiz aseguró que la situación “es complicada de verdad”. “A nosotros, los que tenemos pymes, nos pasa también algo importante: con los empleados tenemos una relación especial que es hasta de amistad. Entonces tomar decisiones no es fácil y también se siente la responsabilidad por lo que puede pasar con ellos”, contó. Y agregó: “Hay un montón de gastos que absorber y con esta realidad es imposible”.

Ortiz explicó que de no cambiar la situación sólo se puede salvar el 30% del sistema de venta y colocación de GNC en la ciudad. Y sostuvo que se llegó a esta situación porque “el GNC dejó de tener la connotación social que tuvo siempre”. “Es un combustible alternativo que en realidad se convirtió en una alternativa para mucha gente que no podía andar en auto. Hay mucha gente que tiene que usar el GNC para ir a trabajar”, afirmó.

Unidad en el reclamo

Ante la crisis que atraviesa el sector, los distintos actores vinculados a la venta y colocación de GNC se unieron en una agrupación con la intención de impulsar sus reclamos y hacerse escuchar. Es que, aseguran, la situación no sólo afecta a su sector en particular sino que ante el precio del metro cúbico las consecuencias se sienten en la gente.

“La modificación de los valores de los combustibles en general y el GNC en particular han tenido un impacto negativo significativo en la estructura de costos del sector transporte e industria”, explicaron. Y agregaron: “En particular taxis, remís, transporte escolar, y todos aquellos usuarios cuyo vehículo es una herramienta de trabajo.

Un hecho que merece especial atención es que, el diferencial de precios GNC-Nafta Súper, genera en los usuarios en el caso del GNC, ahorros de $30.000 millones/año que se vuelcan a consumo y generan actividad económica con su impacto directo en el PBI argentino. Esto incluso no sólo consolidó el sistema en Argentina, sino que exportó tecnología propia por valores superiores a los U$S1.000 millones en la última década”.

El sector ya superó las crisis del 2001 y del 2007 pero ahora temen la situación actual genera graves secuelas. “Hay 1.500 puestos de trabajo en riesgo”, aseguraron. Y fundamentaron su pedido al Gobierno nacional: “El GNC representa solamente el 7% del total de 100% de consumo de gas natural de argentina, no vemos bajo ningún punto de vista la necesidad de realizar los cortes masivos en estaciones de servicio, lo que sí buscamos es la retracción de precio al 31 de marzo del año en curso”, solicitaron.

El GNC vehicular comenzó a utilizarse en 1984 con la implementación del Plan Nacional de Sustitución de Combustibles Líquidos. “Bajo el paraguas de este plan estratégico, se generó una Industria que en poco tiempo se convirtió en exportadora y líder mundial en tecnología, gracias a la calidad de sus productos”, afirmaron desde la agrupación. Y agregaron: “Después de más de 30 años de historia, nuestra actividad es una industria madura, que genera 50.000 puestos de trabajo directos, entre la manufactura de equipos de conversión, cilindros, compresores, surtidores, accesorios y estaciones de expendio”.