La conmovedora historia detrás de la última foto de Corita
Dimas y Corita son fanáticos de Mar del Plata. Una fotógrafa los retrató. Poco después, la mujer murió. Y el hombre así le agradeció sus últimas imágenes juntos.
Una fotógrafa. Una imagen. Y una conmovedora historia detrás de un hombre y una mujer de Capital Federal que aman Mar del Plata. Sin saberlo, las fotos que fueron tomadas por casualidad iban a ser su último viaje junto: poco después, la protagonista, Corita, falleció.
La historia que es viral en las redes sociales ocurrió cuando la fotógrafa Estrella Herrera estaba buscando fotos del final de la temporada en Mar del Plata. en el Ocean Club se encontró con Corita y comenzó a retratarla.
El resto de lo ocurrido lo cuenta uno de sus protagonistas en esta emotiva carta:
Querida Estrella:
Hace pocos días, a raíz de un episodio en un sanatorio, un cura me comentaba:… “pensar que uno cree que escribe la agenda…” …y no es así. Cuando menos lo esperaba, sin duda ALGUIEN hizo aparecer una Estrella en nuestro camino.
Te cuento una historia: a mediados de marzo salíamos con Corita, mi mujer, desde el Club Ocean en Playa Grande, Mar del Plata, como casi todos los días, de vuelta a casa, en moto. Corita avanza hacia la calle esperando que yo tome mi moto, acomode los bártulos y la busque. Al acercarme me encuentro con que estaba posando con su coqueto look, frente a una joven con una cámara profesional, meta sacar fotos. Mirando para aquí, para allá, tomando el faldón del vestido con la mano, la capelina inclinada, la mirada, las sombras, las luces, en fin todo lo que atañe a una foto. Le pregunto: ¿de qué se trata? Divertida me contesta: “para una revista”. Nos comenta que tenían que preparar una nota para la revista Lugares, sobre el fin de temporada en Mar del Plata. Le pido que anote me e-mail para que me mande alguna foto. No lo anota, y me da el de ella.
Partimos para casa, divertidos pero intrigados, empezaron los cuestionamientos. ¿De qué se trataría? ¿Nos había tomado el pelo? Y una serie de preguntas sospechosas, ya que ni siquiera nos pidió los nombres o algún otro dato personal. El e-mail podría ser perfectamente trucho, ni el bolso de la cámara, ni el auto tenían identificación.
Googleamos. La persona existía, era fotógrafa profesional, el vínculo con la revista LUGARES existía. Todo era cierto, faltaba ubicarla.
Entonces le mandé un parco mail, identificándome por el nombre, pero sobre todo por la escena de la moto y mi mujer; pidiéndole que me mandara alguna foto porque para nosotros había sido una temporada inolvidable. No le podía decir por qué.
Sin respuesta, el tiempo me corría, insistí con otro mail. Si no había respuesta, vía la revista LUGARES de alguna manera tenía que buscar a la fotógrafa.
Pero no hizo falta. En el momento más crítico, el mail llegó, y con él varias fotos, re-originales, divertidas, profesionales. Le agradecí a la fotógrafa, sin mucha explicación, casi maleducado, sentía que no me podía explayar en los por qué.
Reenvié la foto a todos los amigos, familiares, grupos de whatsapp de acá, de allá, de más allá. Las fotos geniales, el escenario divertido, para quien conocía a Corita, el personaje ideal. La edité en el celular, sepia, blanco y negro, antiguo etc etc.
Que saliera publicada en la revista era una posibilidad remota. Debían tener cientos. Y en el fondo no tenía mucha importancia.
Pero un día llega al whatsapp familiar, un mensaje grabado por una sobrina y ahijada muy especial, emocionada anunciando que “mi padrino, y Corita salieron en moto en la revista LUGARES”, adjuntando la foto de la página donde decía: “una pareja de porteños aventureros…”
Y Corita amaba Mar del Plata, pero Corita estaba enferma, sus pulmones flaqueaban. Aunque me parecía un disparate, ante su insistencia partimos en enero para allí, y el 24 la falta de aire nos obligó a volver a Buenos Aires.
Punciones, 15 días internados, y dados de alta con asistencia de oxígeno, unos días, y vuelta a Buenos Aires. Unos días y regresamos a Mar del Plata, y allí apareció la Estrella protagonista de esta historia, pero cómo decirle que era una temporada inolvidable porque Corita estaba mal. Y cuando ya no podía moverse un metro, la interné de urgencia y aparecieron las fotos, y los comentarios, y alegrías y ediciones. Y en 5 días con oxígeno y otras drogas se recauchutó para recibir a sus hermanos que venían del sur y de España. Y el martes por la tarde la voz anunciando que había salido la foto a página entera que la Estrella había anunciado, y vio la foto, y fue lo último que vio, y a las pocas horas descansó en paz.
Estrella: en primer lugar te pido mil disculpas por lo inexpresivos de mis mails, estoy profundamente agradecido, las fotos me parecieron buenísimas, divertidas, originales, nos sentimos protagonistas, Corita estaba copada y yo te diría que más. Corita le puso una garra a la enfermedad que no se puede creer, soportó todas las balas sin quejarse un solo día, Realmente murió viviendo.
Como te dije al principio, uno cree que escribe la agenda. Pero Alguien puso una Estrella en nuestro camino, en Mar del Plata el lugar que Corita más amaba. Un mimo al alma.
Un beso grande y mil gracias.
Dimas Peña