La CIJ da un revés a Bolivia en su demanda de un acceso soberano al mar
La nación trasandina no está obligada jurídicamente a negociar un acceso soberano al Pacífico. El Tribunal de la Haya pone fin así a cinco años de incertidumbre.
Mucha gente siguió de cerca en La Paz Bolivia, el pronunciamiento de la Corte internacional de Justicia. Foto: EFE | Martín Alipaz.
por Toni Cerd
LA HAYA, Holanda.- Chile no tiene la obligación de negociar un acceso soberano al océano Pacífico para Bolivia, falló este lunes la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, un revés para el presidente boliviano, Evo Morales, quien convirtió el diferendo en una prioridad nacional.
“Por 12 votos contra 3, la República de Chile no está obligada jurídicamente a negociar un acceso soberano al océano Pacífico para el Estado plurinacional de Bolivia”, señala el fallo, leído durante casi hora y media por el presidente del tribunal, Abdulqawi Ahmed Yusuf.
Tras desmontar uno a uno los argumentos presentados por Bolivia sobre una eventual obligación jurídica de Chile, los magistrados urgen no obstante a ambas partes a “continuar su diálogo” en un “espíritu de buena vecindad” para abordar el “enclaustramiento de Bolivia”.
El Tribunal de la Haya pone fin así a cinco años de incertidumbre. La demanda de La Paz databa de abril de 2013, pero sus bases se remontan hasta el Tratado de 1904, que selló la pérdida de 120.000 km2 de territorio, entre ellos los 400 km de costa, por Bolivia en la Guerra del Pacífico (1879-1883) ante Chile.
Pese a la derrota militar, que supuso el enclaustramiento de Bolivia -el único país de América junto a Paraguay sin costa-, La Paz defendía que Chile se había comprometido a lo largo del último siglo a negociar un acceso marítimo soberano.
Los jueces de este tribunal de la ONU no lo ven así, por lo que rechazaron también dictaminar, como pedía La Paz, que Chile “está obligado a cumplir esta obligación [de negociar] de buena fe, de manera pronta y formal, en un plazo razonable y de manera efectiva”.
Llamado episcopal
La sentencia supone un duro revés para Evo Morales, que aspira a postularse a un cuarto mandato y que, algo poco usual en jefes de Estado, estuvo presente en el Palacio de Justicia de La Haya durante la lectura del fallo, al igual que hizo durante los alegatos orales en marzo.
Antes de conocerse el fallo, el mandatario había augurado que la decisión abriría la vía para que “Bolivia retorne al océano Pacífico con soberanía” y que “a partir del lunes” debía iniciarse una “nueva era” de “relaciones fraternales” con Chile.
El tema es altamente sensible en ambos países, , que sólo tienen relaciones a nivel consular desde 1978 tras un fallido acercamiento. El domingo, la Iglesia católica, en una declaración conjunta de las conferencias episcopales de Chile y Bolivia, urgió a acatar el fallo con “paz y sensatez, espíritu constructivo y fraterno”.
Chile, cuyo presidente Sebastián Piñera siguió el fallo desde Santiago, siempre ha rechazado la demanda por considerar que debe imperar el derecho internacional que regula los tratados como el de 1904, que reconoce a Bolivia el libre uso de puertos chilenos.
Antes de la decisión, en Chile surgieron voces a favor de abandonar el Pacto de Bogotá -también conocido como Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, que le da jurisdicción a la Corte- como hizo Colombia en 2012 tras el fallo negativo para sus intereses en el diferendo sobre áreas marítimas que mantuvo con Nicaragua.
Chilenos y bolivianos enfrentan un segundo proceso en trámite en la CIJ, por el uso de las aguas del Silala. Para Chile, que presentó en 2016 la demanda, es un río internacional, mientras que Bolivia lo considera un manantial que le pertenece.
AFP-NA