Abrió sus puertas hace pocos días en el marco de la Fiesta Nacional de los Pescadores y como cada verano, es otro de los paseos ineludibles, principalmente en días nublados. La Cantina de los Pescadores convoca cada mediodía y noche a cientos de familias que se acercan a degustar todo tipo de exquisiteces.

Este domingo, en un mediodía gris, las mesas estaban parcialmente ocupadas y en el sector de la cocina una extensa fila de familias con bandejas en mano decidía qué plato elegir.

Hay de todo. Si algo ofrece la Cantina es variedad, aunque “las rabas, los cornalitos, la paella y las empanadas de pescado son algunas de las comidas más elegidas”, contó Susana, quien atiende la caja e informó que “desde las 11 y hasta casi la 1 de la mañana se trabaja a full todos los días”, con acceso gratuito y “precios populares”.

Hace pocos días, en el marco de la Fiesta Nacional del Mar que se vive en al Cantina, se coronó a Julieta Romera como nueva reina junto a sus dos princesas, Dahiana Hansen y Camila Mústico. En la apertura, cargada de celebración, se trabajó intensamente pero el movimiento “se sostuvo e incluso creció este fin de semana”, explicó.

Los precios son levemente inferiores a los que se ofrecen en los restaurantes del centro comercial del Puerto. El olor de los mariscos invitan a degustar distintos platos. Cada empanada de pescado cuesta 35 pesos, la porción abundante de rabas 280 pesos, la bandeja de cornalitos 120 pesos, el arroz con calamares 190 y los tallarines con pescado, otro clásico, 100 pesos.

“Con el día nublado se trabaja incluso mejor, pero no nos podemos quejar porque está viniendo mucha gente a conocer, a pasear y por supuesto a comer. Si venís al Puerto es inevitable pasar por la cantina”, dijo la misma trabajadora del lugar.

Pescados y mariscos, de la banquina al corredor gastronómico portuario

Adentrarse en las calles del Puerto de Mar del Plata implica agudizar los sentidos. La tarantela y los tangos que irradian del acordeón y la garganta de Giuseppe en la banquina se mezclan con los gritos vociferados y entremezclados de tentadoras ofertas de deliciosas conservas en los locales que envuelven a este tradicional paseo a metros de la Cantina de los Pescadores. Allí, donde el aroma de las rabas y la paella escapa de la carpa a pocas cuadras de la medialuna comercial de avenida De los Trabajadores, entre restaurantes y locales comerciales arraigados a la esencia que le dio identidad a la industria pesquera marplatense, simplemente imperdible en días nublados.

La postal de la banquina se sostiene y se retroalimenta con el paso de las décadas. El paseo inevitable en días grises como el de hoy, invita a cientos de familias a sentarse a mirar los barcos amarrados, escuchar música, compartir un mate en el corazón del Puerto y pasear en busca de deleitarse con la destreza de los lobos marinos que dejan el mar para secarse sobre el cemento y ser fotografiados.

A pocas cuadras, en la medialuna comercial y gastronómica del Puerto, cada restaurante prepara su mesa antes del mediodía, cuando -según contaron- se trabaja mejor que a la noche. Los precios varían de acuerdo a cada lugar, pero en promedio se come por alrededor de 350 pesos por persona.

“Tenemos platos abundantes para compartir y buenos precios. La paella está entre lo que más se elige, también la cazuela y los calamaretis. Hasta ahora la temporada viene un poco floja pero esperemos que mejore. Contamos con descuentos del 30% con las tarjetas del Banco Provincia y de otros bancos y la verdad es que la gente que viene aprovecha y come muy bien”, contó Carlos, uno de los responsables del restaurante “El Timón”, presente hace más de 30 años.

Al lado, otro clásico, “Chichilo”, donde el personal contó que “se viene trabajando bien esta temporada” aunque confían y esperan que la segunda quincena sea mejor. Este domingo, cerca de la mitad de las mesas del salón estaban llenas y detrás, la cocina humeante con los clásicos platos de pescados y una amplia variedad de mariscos.

El mismo escenario en “Mediterráneo” y “La Nueva Caracola”, donde registran buen movimiento principalmente en jornadas nubladas y aguardan con ansias el arribo de mayor cantidad de turistas en la segunda quincena de enero.