Por Pablo Sieira
Especial para NA

Las ausencias, la falta de quórum para las reuniones, los desprolijos intentos por disimular esa situación y las peleas hacia el interior de cada espacio político vienen marcando la actividad del Congreso y dejando en evidencia el impacto que tiene en el parlamento una campaña de esta intensidad.

En la Cámara de Diputados, el plenario de comisiones que debe avalar los proyectos sobre Ley de Góndolas (hay uno de Cambiemos y otro del peronismo) para evitar abusos de posición dominante no logra tener quórum para sesionar y ya fracasó dos veces en los últimos 15 días.

Para no caer en el mismo parate, el Senado apeló a un recurso sumamente desprolijo: en un mismo día modificó a las apuradas la integración de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Economía Nacional en función de los senadores presentes en el palacio para tener quórum y poder firmar dictamen para el proyecto sobre economía del conocimiento y traspaso presidencial.

Según supo NA, esa modificación de las comisiones fue pedida por Cambiemos a la Secretaría Parlamentaria con el único fin de disimular las numerosas ausencias y tener dictámenes para poder votar próximamente, mostrando así que la Cámara tiene actividad.

Los faltazos al Congreso son característicos de años electorales y este tiene la particularidad de que casi todos los domingos hay elecciones en alguna provincia y muchos legisladores nacionales son candidatos o tienen participación activa en el armado de algún frente.

Los casos de los diputados Mario Negri en Córdoba, Daniel Kroneberger y Sergio Ziliotto en La Pampa, de los senadores Omar Perotti en Santa Fe y Anabel Fernández Sagasti en Mendoza son ejemplo de ello, aunque la variedad de candidatos no alcanza para explicar esta situación del Congreso: no se puede obviar la virulencia de esta campaña en particular.

El clima interno en Cambiemos está caldeado como lo demostró el insulto de Elisa Carrió a Nicolás Massot en pleno recinto y a la vista de todo el mundo, con la derrota de Negri en Córdoba como justificación. La tensión entre la UCR y el PRO alimentada por los planteos radicales aporta lo suyo a la ebullición interna del oficialismo.

El cruce entre Carrió y Massot tuvo lugar un día antes de que fracasara también la reunión de la Comisión Bicameral de Control del Ministerio Público, a la que faltaron todos los senadores de Cambiemos (no así los diputados) y la totalidad de los legisladores justicialistas.

Si bien la frustración de esa reunión fue atribuida a la renuncia de la diputada del PRO Silvia Lospennato a la comisión en la que iba a ser presidenta, el fantasma de la crisis interna del oficialismo asomó como una posible explicación.

El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, en tanto, dio otro motivo distinto, al señalar que la reunión se había caído porque coincidió con una sesión del Consejo de la Magistratura.

Es decir que hubo al menos dos motivos posible para explicar lo que ocurrió, señal de que tampoco para justificar los hechos el oficialismo logra unificar criterios.

Según indicaron a esta agencia fuentes parlamentarias, se está evaluando la posibilidad de que la presidencia de esa bicameral recaiga nuevamente en el Senado, debido a que allí la relación entre el oficialismo y el peronismo es más fluida y lo acuerdos más fáciles.

Este contexto también motiva peleas entre los peronistas por el alineamiento de unos con la ex presidenta y senadora nacional Cristina Kirchner y la distancia que toman otros, como el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto.

Días atrás, luego de que la ex mandataria visitara la sede del PJ, el diputado y presidente del partido, José Luis Gioja, reclamó al Senado (entre líneas, a Pichetto) que no aprobara más designaciones de jueces propuestas por el Gobierno, en momentos en que se llevaba a cabo una reunión de la Comisión de Acuerdos precisamente para avalar esos nombramientos.

El nivel de tensión y de incertidumbre que abarca a todas las fuerzas políticas en esta campaña se refleja así en la actividad parlamentaria y todo indica que seguirá repercutiendo.