El Ballet de San Petersburgo, integrado por un cuerpo de baile y solistas de Rusia, junto a bailarines invitados de Ucrania, Japón e Italia, vuelve a Mar del Plata.

En este caso, el bailarín invitado será Alexander Volchkov, principal dancer del Teatro Bolshoi y la solista María Tomilova, primera bailarina del Teatro Grigorivich.

La compañía trae en esta gira la versión completa de El lago de los cisnes, obra considerada “la joya” del repertorio de la danza clásica universal, según palabras del propio Kirill Safin, director artístico de esta gira.

Antes de la única y esperada presentación este sábado 1 de junio, a las 20, en el Teatro Radio City, el exbailarín solista del Teatro Marinsky y reconocido en los mejores teatros del mundo definió que “en Rusia el ballet no es una profesión sino algo a lo cual el bailarín dedica su vida, desde los cinco años y, casi siempre, hasta el final de su vida”.

El Ballet de San Petersburgo es sinónimo de tradición y calidad, por formar parte de la historia y prestigio de la danza en Rusia. Su origen se remonta al siglo XVIII por lo que, durante más de dos siglos, ha mantenido la tradición del ballet clásico, perfeccionando su técnica y elevando el arte de la danza a nuevos niveles. En tanto la obra El lago de los cisnes fue estrenada por el Ballet Bolshoi el 4 de marzo de 1877 en el Teatro Bolshoi de Moscú. Aunque se presenta en muchas versiones diferentes, la mayoría de las compañías de ballet basan su puesta en escena, tanto coreográfica como musicalmente, en la reposición de 1895 de Marius Petipa y Lev Ivanov, representada por primera vez en San Petersburgo. Pero en esta oportunidad, en Mar del Plata, ejecutarán la original.

El lago de los cisnes es la historia romántica que presenta al cisne blanco y al negro y se ha convertido en sinónimo de la elegancia del ballet clásico al más alto nivel. Cuenta la historia del príncipe Sigfrido, quien se enamora de Odette, una joven encantada por el malvado hechicero Von Rothbart, que la ha transformado en un cisne. Odette sólo puede volver a su forma humana durante las noches, y sólo el amor verdadero de un hombre puede liberarla del hechizo.

Safin compartió, en una nota con LA CAPITAL, algunas impresiones sobre la forma en la que conciben la danza en Rusia y lo que implica para los bailarines llevar adelante la pieza creada por Pyotr Tchaikovsky.

-¿Cómo es un día de ensayos de la compañía durante la gira?

-Durante la gira se realiza una hora de clase de ballet y otra hora de ensayo, más dos horas que corresponden a la función.

-¿Cómo es el ensamble con las figuras invitadas que se unen en giras específicas?

-Realmente es sencillo ya que todos son bailarines profesionales con experiencia en muchas giras alrededor del mundo y últimamente se practica mucho en las colaboraciones internacionales. Es cuestión de ensayar intensamente.

-¿Cómo han hecho para mantener a lo largo de las décadas el valor y la pasión por la danza clásica en Rusia?

-Quien decide entregar su vida al ballet en nuestro país desde los cinco años pasa la mayor parte del tiempo en las salas de ensayos. Allí nuestros maestros han transmitido de labios a oídos las refinada técnica de la escuela rusa desde hace siglos, el alumno debe dedicar tiempo y poner mucha disciplina, templanza y sobre todo el alma al ballet.

-¿Qué concepto tienen del público argentino?

-Es un público muy sensible y conocedor del buen ballet, ya que casi todos los grandes bailarines del mundo durante más de cien años han estado en los escenarios argentinos.

-¿Por qué consideran que mantiene tanta fascinación y vigencia “El lago de los cisnes”?

-Es la joya más preciada del repertorio universal. Siempre despierta muchas emociones en el público, tiene todos los elementos importantes: lirismo, narrativa, técnica.

-¿Qué es lo que más valoran, lo que más disfrutan de esta versión original?

-En el mundo del ballet se dice que un buen bailarín o bailarina se conocen por su participación en El lago de los cisnes. Es “La” pieza master.