Por Leonardo Rodríguez

La diferencia en el juego y en el resultado que consiguió Kimberley en el partido de ida le daban muchas probabilidades de avanzar a la final. De poder manejar esa ventaja e ir jugando con el resultado. Así fue. Pero no significó bajar la intensidad y desconcentrarse. El equipo de Mariano Mignini jugó noventa minutos sin fisuras para golear a Alvarado por 4 a 0 y de esta manera llegar a la finalísima frente a Círculo Deportivo. La definición tendrá un condimento especial para el “Dragón”, porque en caso de ganarla superará a Quilmes y se convertirá en el club con más títulos en la historia del fútbol de primera de la Liga Marplatense.

El 2 a 0 conseguido diez días atrás fue aprovechado al máximo por el equipo dirigido por Mariano Mignini. Que jugó distinto porque Alvarado se plantó en el campo de juego mucho mejor y con otra actitud.

Kimberley entendió enseguida como venía la mano y fue inteligente. Sin ser tan vistoso como en la ida fue mucho más demoledor y efectivo para sacar rédito de sus chances de gol. Sobre todo en el primer tiempo, cuando llegó dos veces y facturó.

El local contó con la experiencia de Mauro Castro para acomodar los problemas defensivos e intentó con Adrían Gil darle más dinámica y compañía a Nicolás Mollo. Pero todo fue en vano. La defensa de Kimberley respondió a la perfección y Alvarado fue un manojo de buenas voluntades sin claridad en los metros finales.

Como si fuera poco a los 8′, luego de un tiro de esquina, Marcos Rondanina cabeceó dentro del área -luego de un anticipo de Erramuspe- para poner el 1 a 0.

Lógicamente Alvarado sintió el golpe porque la brecha del global se hizo más amplia. Sólo generó algún remate de Leonardo Verón y algunas corridas de Arias por el lateral derecho. Muy poco para preocupar a un rival que jugó con soltura.

Soltura tuvieron Barreiro y Goiburu para generar el segundo gol a los 34’. El remate del delantero, luego de una jugada de contra, provocó una gran atajada de Morata pero el olfato goleador de Rondanina hizo el resto tras el rebote.

El complemento estuvo de más. Alvarado no bajó los brazos, Osvaldo Nartallo puso a Castro de lateral para tener otra opción de salida, a Damián Sotelo para jugar como enganche y a Fernando Campero para dejar dos puntas netos.

El equipo mejoró y se arrimó hasta el arco de Barucco pero no pudo torcer el rumbo de la serie. Mucho menos cuando a los 18′ Rondanina, habilitado por Barreiro, definió mano a mano frente a Morata para el 3 a 0.

Kimberley manejó el desarrollo del partido cuando tuvo la pelota y también cuando fue posesión del rival. Y nunca subestimó al local a pesar de la ventaja. Por eso siguió buscando y en el tramo final, en otro cara a cara con el arquero, esta vez fue Goiburu sentenció el resultado final y el pasaje a la gran definición del torneo.