El gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, recibió una bocanada de aire en medio de una situación que le resultaba asfixiante. El mandatario pudo sumar tres bancas a las 20 que ya tenía y convirtió un tablero legislativo en el recinto de las sillas carmesí en donde tenía una clara desventaja (estaban 26-20 a bajo) en uno de virtual empate, en donde por ley quien define es la vicegobernadora, Verónica Magario, cuyo voto en el caso de un empate en las votaciones del recinto, vale doble.

De esta forma, la inactividad a la que estaba sometido el senado bonaerense tendrá un vuelco, ya que ahora sí Kicillof podrá impulsar leyes que crucen la Plaza San Martín desde calle 6 hacia la Legislatura, teniendo en cuenta que el muro que frenaba sus intenciones fue derribado con los votos del domingo.

Una situación diferente se verá en diputados en donde hasta el 10 de diciembre conservará las tendrá 45 bancas, pero tras perder 2 quedaría en 43. A diferencia de lo que pasó en le recinto que da espaldas a la Avenida 51, en el de las sillas azules Juntos incorpora 3 escaños llegando a los 41. Aquí es donde los pequeños bloques comienzan a cobrar importancia, porque Juntos emparejaría la ecuación sumando las dos bancas de Cambio Federal, pero la balanza podría inclinarse nuevamente hacia el lado oficialista cuando los monobloques del Partido Fe y 17 de Noviembre, le den su apoyo al gobernador.

Lo realmente interesante estará en como se posicionaran en le tablero las dos bancas que logró la izquierda y las tres de Avanza Libertad, el partido que ubicó a José Luis Espert y a Carolina Píparo en el Congreso de la Nación. De ellos depende…