Un coordinador del Centro Cerrado de Menores de Batán, conocido también como “Batancito”, deberá afrontar un juicio oral acusado de golpear a un adolescente detenido tras una discusión.

En el juzgado Correccional N°4 se dirimirá, el próximo 18 de abril, si Mauro Graff cuando cumplía funciones como Coordinador del Centro Cerrado de Recepción de Batán cometió el delito de “imposición de severidades ilegales” a un menor que se hallaba alojado en dicho instituto.

Los hechos que se le imputan a Mauro Graff sucedieron en la mañana del 27 de marzo de 2018 según pudo reconstruir en su momento la fiscal Lorena Hirigoyen y que fueran denunciados por el adolescente con el respaldo de otro interno que dio un testimonio ratificatorio.

“Se trata de una ridiculez sin sustento probatorio, solo motorizada por la denuncia de un menor muy conflictivo con el objeto de conseguir un beneficio en su situación de encierro”, adelanto Martín Bernat, uno de los abogados que trabajará en la defensa de Graff durante el juicio.

De acuerdo a la imputación de la fiscal Hirigoyen (hoy la reemplaza el fiscal Juan Pablo Lódola) aquel día la madre y un hermano del menor detenido habían ido a visitarlo al “Batancito”. El reclamo del adolescente hacia Graff ocurrió después de que se negara su pedido de hacer ingresar a las celdas a su hermano. “A mi vieja la había citado la psicóloga con mi hermanito de 15 años, yo quería que él vaya pata que vea lo que es el encierro y vea que pasa si se manda una cagada y el mismo Mauro me dijo que no”, dijo en su declaración el adolescente.

Vale decir que N.P. (iniciales del denunciante) se hallaba detenido por haber asesinado de varios disparos a su primo Hernán Mansilla (28) el 9 de marzo de 2016 en el barrio Las Canteras. La venta de un automóvil de la madre del menor a Mansilla y el reclamo de éste por un trato no cumplido derivó en la pelea en la cual, sin instancias intermedias, se produjo el ataque mortal. La Justicia de Menores constató que N.P. había sido quien accionó varias veces un arma y le causó lesiones a su primo en el tórax, manos y cuello.

Después de 7 días prófugos, el menor se entregó a la policía y se sometió a un proceso judicial al cabo del cual le aplicaron una pena de encierro, pese a sus 17 años.

Una vez dentro de Batán mostró distintos niveles de conducta y dos años después refirió la presunta agresión del Coordinador. “Me tiró al piso y ninguno de los maestros de la guardia se metió. Mauro me saltó con la rodilla 3 ó 4 veces en la cabeza, lo que hacía que golpeara la cara contra el piso”.

Si bien otro interno narró la misma escena, el mismo Graff dijo que había realizado una maniobra contra el piso para defenderse de una agresión inicial.