Hoy a las 18.38 hora argentina (21.38 hora universal) Júpiter se encontrará en “oposición”, es decir estará en línea recta, con la Tierra y el Sol (quedando nuestro planeta, justo en el medio).

En rigor, el planeta puede apreciarse desde hace unos días, a simple vista y también hoy -desde el atardecer hasta el amanecer- y durante varias noches más, en su tránsito orbital alrededor del Sol.

La referente de Achernar, Difusión de la Astronomía, Claudia Pérez Ferrer, indicó que cuando Júpiter, en su traslación alrededor del Sol pasa cerca de la Tierra “estamos en la mínima distancia anual”. Esta mínima distancia, en tanto, cambia entre oposición y oposición. “En esta oportunidad estará a 666 millones de kilómetros”.

“Si esta noche está nublado o no se lo puede ver por algún motivo, en los días subsiguientes continuará visible, con una magnitud (brillo) de -2.5, como una estrella blanca que se destaca sobre el Este, cuya luz no titila” apuntó.

Para detectarlo “fácilmente” según indican los observadores, se pueden seguir las siguientes pautas: “desde que oscurece estará sobre el Este, a medianoche alto sobre el Norte, para luego perderse con las luces del alba sobre el Oeste, obviamente, debido a la rotación de la Tierra” explicó la referente.

En tanto agregó que “visualmente no muy alejado (unos 7º) estará Spica (espiga), la principal estrella de la constelación de Virgo”. Ya el lunes, cercana a Júpiter y Spica estará la Luna.

Júpiter, con sus casi 143.000 kilómetros de diámetro orbital, es el mayor planeta del Sistema Solar e integra el cuarteto de “gigantes gaseosos” junto con Saturno; Urano y Neptuno, recordó Pérez Ferrer. Estos planetas están compuestos por diversas capas de gas en diferentes estados y no tienen superficie sólida en la que hacer pie o aterrizar, agregó.

“Júpiter es una pestilente y densa atmósfera, compuesta básicamente de hidrógeno y helio (como el Sol) más pequeñas proporciones de otros gases, las capas altas de nubes se dividen en cinturones, denominados “zonas” y “bandas”, que se mueven ordenadamente unos hacia el este y otros al oeste” contó.

El “año de traslación” de Júpiter, es decir el tiempo que tarda en dar una vuelta completa alrededor del sol, es de casi 12 años terrestres. En tanto su “día” (el tiempo que tarda en rotar, o dar una vuelta entera sobre si mismo) es de 9.50 horas.

Pérez Ferrer indicó que si bien los “anillos” más famosos son los de saturno, tanto Júpiter como los otros “gigantes gaseosos” también tienen los suyos. “En el caso de Júpiter, son tan finos (unos 30 kilómetros de espesor) y oscuros que los hace muy difíciles de observar. Fueron descubiertos en 1979 durante el paso de una de las sondas Voyager”.

Por otras parte contó que “Júpiter también tiene auroras polares producidas, entre otros factores, por la interacción del gigante con Io una de sus -hasta la fecha- 67 lunas”.

La sonda espacial Juno (NASA), está estudiando desde el 4 de julio del 2016 la compleja atmósfera e interacción con el viento solar, realizando órbitas polares. “Podríamos definir que la sonda está pasando por arriba y por abajo del planeta para tomar información. En total dará 36 vueltas alrededor de Júpiter, para luego, en febrero de 2018, sumergirse en su densa atmósfera, enviando hasta último minuto la mayor cantidad de información posible” explicó.

Tras contar todos estos detalles de este planeta que en estos días podremos observar desde nuestra ventana o desde la vereda -y con instrumentos adecuados aún con mucho más detalle- Pérez Ferrer apuntó que “gracias a Júpiter y la observación del movimiento de sus lunas, en 1676 el astrónomo danés Roemer calculó por vez primera la velocidad de la luz”.