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Arte y Espectáculos 24 de octubre de 2017

Julio Bocca: “Me gusta todo lo que ser maestro significa”

"Aprendí muchísimo durante toda mi carrera y no quisiera que todo eso quede en mí" aseguró el máximo referente de la danza de nuestro país. Un adelanto del programa que desplegará la compañía uruguaya el 18 de noviembre en el Radio City.

Julio Bocca regresa a Mar del Plata. Foto: David Fernández.

por Claudia Roldós
@clauroldos

El Ballet Nacional Sodre de Uruguay, bajo la dirección de Julio Bocca, emprende la primera gira en Argentina y llegará a Mar del Plata. En esta oportunidad presentará un programa mixto que incluye extractos de grandes obras del repertorio clásico como la Suite de Don Quixote, con coreografía de los argentinos Silvia Bazilis y Raúl Candal y el Pas de Deux de El Corsario, de la gran maestra Anna-Marie Holmes y dos obras contemporáneas: One and Others del argentino Demis Volpi, actualmente coreógrafo residente del Stuttgart Ballet, y Without Words, del gran español Nacho Duato, que destaca la exquisitos movimientos y la fuerza de los cuerpos.

La llegada de este destacado Ballet será el 18 de noviembre, a las 21.30 en el teatro Radio City.

“Me gusta todo lo que ser maestro significa. Aprendí muchísimo durante toda mi carrera y no quisiera que todo eso quede en mí” aseguró el máximo referente de la danza de nuestro país, quien hasta diciembre permanecerá en la dirección artística del organismo uruguayo y, a partir de enero, continuará como maestro, el rol que más le gusta.

Desde su fundación el 27 de agosto de 1935 el Cuerpo de Baile del Sodre ha sido el organismo artístico público encargado de desarrollar el ballet clásico profesional en el Uruguay. En los últimos años ha experimentado una gran transformación, abriendo sus puertas a la región y al mundo, tanto en la integración de sus componentes como en la elección de los maestros, coreógrafos y bailarines invitados. En este período ha estrenado más de treinta obras, muchas en versión integral, de los grandes ballets clásicos como La sílfide, La viuda alegre, Coppelia, Onegin y Hamlet Ruso por nombrar algunas y otras con producción propia como Giselle, El lago de los cisnes, La bayadera, El corsario, El cascanueces, Don Quijote y Romeo y Julieta y ahora, Mar del Plata tendrá el honor de recibirlo y disfrutarlo.

Antes del inicio de la gira, los primeros días de noviembre, Julio Bocca, charló con LA CAPITAL.

– ¿Cómo se prepara para su regreso profesional a Mar del Plata?

– Siempre es un gusto volver a una ciudad tan querida -y tan vapuleada injustamente- por todos nosotros como Mar del Plata. Y hacerlo en el Centro de Arte es un placer, pues sus escenarios -en este caso el del Radio City- están preparados para recibir una compañía de ballet y sus espectáculos.

– ¿Qué pensó a la hora de seleccionar el repertorio que ofrecerá? ¿Qué busca mostrar? ¿Priorizó despliegue de personas en escena? ¿Momentos en los que se pueda lucir la técnica de los bailarines y bailarinas?

– Como siempre que se hace una gira con un espectáculo que no es un ballet completo, trato de hacer una programación que satisfaga los gustos de la mayoría del público. Por eso la variedad de propuestas que van desde lo más clásico como la suite de Don Quixote a otras demostraciones de danza contemporánea como Without Words. No le doy tanta importancia al despligue de la cantidad de personas en escena, que lo habrá, como a la variedad de propuestas que presente. En todas habrá oportunidad de lucimiento tanto al ballet como compañía, como a sus solistas y primeras figuras.

– ¿Qué emociones espera generar en los espectadores?

– El programa apunta a generar sentimientos puros de felicidad, alegría y por qué no de reflexión. Algo que nuestra sociedad necesita en estos momentos.

– ¿Estará en la delegación que llegue a Mar del Plata la bailarina María Noel Riccetto? ¿Quienes serán las figuras de cada tramo del programa?

– Sí, María Riccetto estará presente en toda la gira por Argentina, interpretando a Kitri en la Suite de Don Quijote, un rol que le calza perfecto por su talento interpretativo y su picardía. La acompañarán el bailarín principal brasileño Gustavo Carvalho que interpretará a Basilio y por su fuerza y prestancia, elegí a la bailarina principal Vanessa Fleita para interpretar a Mercedes.

Las otras grandes figuras de la compañía que también estarán son: Ciro Tamayo -que en estos momentos se encuentra bailando en el English National Ballet de Londres- y Paula Penachio, otros bailarines principales del BNS, que presentarán el pas de deux de El Corsario.

Se podrá apreciar también a los solistas y el cuerpo de baile en las distintas obras. Es un programa que demuestra la gran versatilidad de los bailarines del BNS.

– ¿Qué es lo que más valora del ballet clásico y qué del contemporáneo y del moderno?

– Durante mi carrera le di la misma importancia a todas esas disciplinas, y a todas las encaré desde casi mis comienzos. Considero que todas son imprescindibles y es muy bueno cuando un profesional puede frecuentar una sin desmedro de las otras. Obviamente que la base del clásico te permite interpretar mejor a las demás. Al revés es casi imposible.

– Si bien, como otras cosas, la danza no es para todo el mundo, tiene mucho de enseñanza, más allá de la técnica: la disciplina, el sacrificio, el buscar la mejora continua ¿Cree en ella como una buena vía para perserguir, inculcar esos valores?

– Absolutamente. La danza, cuando se toma en serio, es un entrenamiento corporal de tal disciplina, que te obliga a una forma de vida muy difícil de llevar adelante si no aceptás todos sus condicionamientos. Y al mismo tiempo da una satisfacción espiritual tan grande, que no tiene que ser necesariamente religiosa. Estar sobre un escenario interpretando bellas coreografías, con una música sublime, te engrandece y hace olvidar en ese momento lo que te ha costado llegar hasta allí.

– La danza tiene una exigencia física muy alta, sobre todo para el nivel de excelencia en el que siempre estuvo usted. ¿Cómo se cuidó durante sus años de bailarín? y ¿Cómo se mima el cuerpo ahora?

– Fue bastante duro al comienzo, cuando me exigía a mí mismo una total dedicación a la danza y me olvidaba que también tenía una vida aparte de la que mostraba en el escenario. Con el tiempo, afortunadamente lo entendí y pude tomarme ciertos permisos en todo sentido. Tomarme vacaciones reales para poder comer algo rico de vez en cuando y tomar alguna cerveza, y sobre todo, prestar un poco más de atención a mi familia, amigos y a mi vida privada. Pero todo fue sin excesos y a su debido tiempo. Ahora, ya retirado de la danza, aún continúo cuidando mi cuerpo y mi salud pero mucho más relajado. Si a la noche me tomo una cerveza o algo de vino lo hago porque sé que a la mañana siguiente no tengo que ir a la clase, a la tarde ensayar y después, encima, hacer la función.

– Es pública su renuncia a la dirección del BNS ¿es muy complicado, como artista, adaptarse a los tiempos y particularidades de las tareas administrativas, de gestión, burocráticas?

– Nunca me gustaron esas tareas, es más, nunca las entendí. Mi paso como director del BNS me enseñó muchas cosas y la verdad lo agradezco. Antes bailaba solamente y alguien se ocupaba de lo demás. Ahora creo que esa etapa como director ya está cumplida y me siento mucho más cómodo haciendo lo que más me gusta: armar el programa, ensayarlo y ponerlo finalmente en escena. Ahí sí puedo enseñar lo que yo sé de verdad.

– ¿Qué es lo que más le gusta del rol como maestro dentro del mundo de la danza?

– Me gusta enseñar. O sea, me gusta todo lo que ser maestro significa. Aprendí muchísimo durante toda mi carrera y no quisiera que todo eso quede en mí.

– ¿Le gustaría volver a desarrollarse profesionalmente en Argentina, en el Colón? Llevarlo más alto -en cuanto a cantidad de funciones, nivel de programa, despliegue escenográfico, de vestuario, etc.?

– Por supuesto, siempre y cuando las condiciones estén dadas para que eso suceda. Estoy expectante por ver qué cosas consigue hacer aquí Paloma Herrera. Creo que va por muy bien camino y me alegro. Es una excelente profesional y sé que va a dar todo lo que pueda para que el Colón vuelva a brillar en el mundo de la danza.