En el marco del juicio por la matanza en el barrio El Martillo, además de los peritos, en la audiencia de este jueves declararon dos policías que al momento de los hechos prestaban servicios en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y la madre de la imputada, María Belén Palavecino.

Y también se exhibieron un video extraído de una cuenta de Facebook y aportado a la causa por un testigo, y un audio correspondiente a una comunicación telefónica entre una persona no identificada y Palavecino, que en ese entonces tenía intervenido su teléfono celular por estar siendo investigada en el marco de un homicidio ocurrido días antes del caso conocido como “La matanza del barrio El Martillo”.

En las imágenes que pidió reproducir el fiscal, que habían sido publicadas en la mencionada red social en su momento, pueden verse los restos del cadáver de Nelson Alderete en plena calle durante la noche del crimen y también cómo diversas personas cuyos rostros no se divisan lo rodean. Inclusive, ladran y caminan por allí perros, y hasta se escuchan una detonación y diversas voces: una de ellas pronuncia lo que pareciera ser un apodo.

En cuanto a la declaración de los policías, vale decir que ambos dieron detalles de lo que fue su “complicada” jornada laboral en el HIGA el 7 de mayo de 2017. Los uniformados explicaron que dos jóvenes menores de edad (Brian Falcato, de 17 años, y Francisco Chavez, de 15) fueron trasladados esa noche al nosocomio por amigos y familiares -a Falcato lo llevó su propio padre-tras haber sido heridos de bala. Ambos fallecieron horas después de sus ingresos.

En ese contexto, los testigos contaron que en el primer piso del edificio comenzó a juntarse mucha gente (“alrededor de 30 personas”) y que temieron por posibles incidentes. Uno de ellos, el primero en declarar, dijo sin embargo que tanto Palavecino como el padre de Chavez se presentaron en el Destacamento Policial del HIGA y calmaron al nutrido grupo.

“El padre de Chavez me dijo que no me preocupara, que no iba a pasar nada en el hospital. Que iban a arreglar todo en el barrio. Y así fue, la cosa no pasó a mayores. Más tarde se fueron”, declaró el uniformado. Antes de retirarse de la sala del tribunal, agregó que “más tarde el hombre volvió porque se había intoxicado con humo y tuvo que ser atendido”.

Un conflicto de antaño

Por su parte, la madre de Palavecino declaró como testigo y recalcó que el caso que se ventila en el juicio comenzó “hace mucho tiempo” con el crimen de otro de sus hijos, Martín Sotelo, registrado en 2010.

Si bien la mujer lo negó y no dio más detalles de ese hecho, Sotelo fue abatido por la policía mientras cometía un violento asalto en compañía de Matías Moyano (31), quien logró sobrevivir pero más tarde fue detenido y encarcelado. El 30 de abril de 2017, Moyano logró el beneficio de salidas transitorias del penal, pero cuando iba a bordo de una motocicleta con su novia fue asesinado a tiros.

La familia de Moyano -íntimos amigos de Nelson Alderete- culparon a la familia Sotelo de ese crimen, y Palavecino es parte de esa familia. Más precisamente, es hija de la misma madre, la mujer que declaró ayer y confirmó que el enfrentamiento entre los grupos de vecinos de El Martillo había surgido varios años atrás.

En ese marco, y conforme surgió de la investigación, el domingo 7 de mayo de 2017, Alderete quiso vengarse de Moyano y disparó contra el auto de Mariano Lezcano en el cruce de las calles Sicilia y Vidal: una de las balas hirió en la cabeza de Francisco Chávez, quien iba como acompañante en el vehículo.

Lescano, al ver a Chávez gravemente herido lo llevó de urgencia al HIGA y lo dejó en la guardia. A partir de ahí se puso en marcha una nueva venganza. De acuerdo a la hipótesis de la fiscalía, los allegados de Chávez habrían salido entonces en busca de Alderete.

Brian Falcato (17) y Lautaro Olivera (18) -sus familiares insisten que no participó de la “cacería”- fueron baleados esa misma noche en el marco de otro feroz tiroteo. Falcato murió y Olivera quedó gravemente herido.

Las muertes de Falcato y Chávez ya estaban confirmadas y la furia y el deseo de venganza de sus allegados ya era incontrolable. Inclusive, para evitar la intervención policial repelieron a tiros la llegada de un patrullero y quemaron automóviles en algunos sectores del barrio. Finalmente, una turba de más de 30 personas linchó a Alderete y por este hecho fueron detenidos los cinco imputados en el juicio, entre los que está el padre de Falcato pero no así el de Chavez.

En cuanto al audio reproducido ayer, cabe destacar que surgió de escuchas telefónicas realizadas en el marco del homicidio de Matías Moyano, por el que para este entonces ya estaba siendo investigada María Belén Palavecino. En el mismo puede oírse cómo la imputada habla con otra persona y le dice que lleve “los fierros” y la cita en un domicilio. Para el fiscal Berlingeri, durante esa conversación la acusada dejó entrever la preparación en conjunto de un nuevo ataque: el que tuvo como víctima a Alderete, en venganza por los crímenes anteriores.