El hombre y su circunstancia. El fútbol y sus circunstancias. En algún momento o tiempo la pelota te pone en el lugar indicado y en el momento justo. Cristiano Ronaldo se vio favorecido por las circunstancias, y apuntalado por un equipo enorme, el de Zinedine Zidane. Pero él una vez más supo aprovechar el momento, el lugar, la circunstancia, la oportunidad.

Con dos goles, el primero un golazo corolario de una gran jugada colectiva, el segundo una notable definición de su sello, Cristiano Ronaldo recibió, definitivamente, el trono de mejor futbolista del mundo de este tiempo.

Empezó a probarse la corona en 2016, al ser artífice, líder y goleador de Real Madrid y Portugal campeones de Europa de clubes y de selecciones. Ya podía tomar el bastón de mando sin embagues, pero los tremendos números y la madurez de Messi para ahora sí intentar conducir la transición de Barcelona, hacían dudar aun al mundo del fútbol.

Pero ahora, en el partido más importante del año, y como corolario a una temporada inmejorable, Cristiano marcó dos de los cuatro tantos de la gran victoria de Real Madrid sobre Juventus en Cardiff.

No solo son goles, ni oportunismo. Es el hombre que ayuda a la circunstancia para cargarse al hombro los momentos históricos. Y el líder de un un equipazo, el que supo forjar Zinedine Zidane, a su imagen y semejanza, pero con matices de modernidad que enriquecieron en lugar de ensombrecer.

Pero en el este partido, en el más importante, Zizou fue fiel a sí mismo y eligió una forma clásica para seguir quedándose con todo. La elección del 4 3 1 2, con Isco de enganche, no fue solo poner un número de teléfono sino toda una declaración de principios.

Buffon merecía retirarse con el trono. Con la triple corona que le diera el Balón de Oro 2017. El fútbol de Dani Alves, Pipita, Dybala y todo el corazón tano de Juventus no merecían una derrota tan categórica. Pero el mejor del mundo no tuvo piedad. Los mejores del mundo no se apiadan de trayectorias, nombres, historias. Porque ellos, además, tienen más historia que nadie. Real Madrid, el más campeón de todos, y el mejor equipo de este tiempo en el universo, doble ganador de la Champions, por primera vez en 59 años ganador de la Liga local y la de Europa.

Zinedine Zidane, técnico doble campeón de la Champions, campeón del mismo torneo como jugador y líder, conductor, con el mismo Real Madrid, y campeón y subcampeón del mundo de selecciones. Y Cristiano Ronaldo, líder, goleador, artífice, del bicecampeonato de la Liga continental más importante, de la Eurocopa, cuatro veces ganador de la Champions (igualó a Messi en ese ítem, lo superó en otros), máximo artillero de este certamen que acaparó en este sábado a todo el planeta.

El mundo asistió al pase de la corona. No hay dudas. Cristiano Ronaldo es el Rey. Lio tiene la posibilidad de recuperar el trono en 2018. Ese será, quizá, ojalá, su momento y su circunstancia. Primero hay que llegar a Rusia.