“Otelo está instalado como el gran celoso, pero creo que es una obra que va más allá de los celos”, observó el actor Juan Palomino, protagonista de la tragedia de William Shakespeare. Se trata de un espectáculo que este verano es parte de la oferta de propuestas del complejo Auditorium y que se puede ver en la sala Astor Piazzolla hasta este domingo. Luego volverá a escena del 23 al 26 de este mes.

Ambientada en un tiempo indefinido, “Otelo” bucea en temas como el femicidio, la venganza, la manipulación de las personas y el juego perverso del poder, en una puesta que se desarrolla en el seno de un grupo de militares instalados en Venecia y en Chipre.

“Otelo está instalado como el gran celoso, pero creo que es una obra que va más allá de los celos”

Es allí donde se desarrollan los hechos, que ideó el dramaturgo inglés William Shakespeare en torno a 1600. “Agradezco que los clásicos acompañen el paso del tiempo, porque nos permiten seguir reflexionando sobre la condición humana”, dijo el actor, que llegó a Mar del Plata con esta producción de la Comedia de la Provincia de Buenos Aires.

“Shakespeare tiene esa gran profundidad para abarcar temas que nos atraviesan en el tiempo, más allá de estos tiempos, de las nuevas tecnologías y los dispositivos. Esencialmente el hombre está necesitado del amor, del deseo, de la inclusión, del entendimiento”, expresó en una entrevista con LA CAPITAL.

Acompañan a Juan Palomino en el papel de Otelo, Erica Basaldella como Desdémona, Fabio Prado González es el rol de Yago, Emma Burgos interpreta a Emilia, Francisco González Gil como Casio y Mario Moscoso en el papel de Rodrigo.

“Es un espectáculo para seis actores con música en vivo que nos permite vincularnos como si fuese una red de espejos y reflejarnos en cada uno de los personajes”, agregó el intérprete, que empezó su camino en el teatro en 1985, también en la Comedia de la Provincia de Buenos Aires. “No ha cambiado mucho la naturaleza humana: el avasallamiento del poder, la amenaza, la violencia está como en Otelo”, agregó Palomino, quien en paralelo, da forma al guion de la que será su primera película como director.

“Hablo de violencia, del avasallamiento, del ejercicio de la fuerza y del poder de hombres que, podríamos titularlos, como machistas y patriarcales”

-¿Cómo es tu Otelo, de qué cosas te valiste?

-Tiene que ver mucho con la identidad masculina y con una forma de entender esa masculinidad. Mi generación ha tenido una forma de entender esa masculinidad. Construyo desde mi propia masculinidad, entendiendo el rol de este hombre que es un militar que ejecuta órdenes y esas órdenes no se discuten. Esas órdenes lo llevan a cometer ese femicidio. No juzgo al personaje, trato de comprenderlo, por eso me tomó el atrevimiento de decir que es un cipayo, un hombre que tiene una identidad y que es trasladado a otra sociedad y que sirve a esa sociedad desde esa impronta. Es un hombre preparado para la guerra, para morir y para matar.

-¿Esta versión de Otelo es atemporal?

-Sucede en Venecia y en Chipre. Estos militares están en Chipre y se van a enfrentar al Imperio Otomano. El imperio Otomano no puede avanzar sobre Chipre y ahí quedan. Es ahí donde sucede ese gran desencuentro amoroso entre Otelo y Desdémona, con la intriga palaciega de Yago, por eso hablo de intrigas, de desmesura, hablo de violencia, del avasallamiento. Del ejercicio de la fuerza y del poder de hombres que, podríamos titularlos, como machistas y patriarcales.

-¿Te parece que exponer esta masculinidad, acaso una manera de entenderla un poco más vieja, ayuda a reflexionar sobre cómo algunos varones la transitan?

-Yo creo que sí, a pesar de que el progresismo woke está siendo cuestionado con respecto a la masculinidad o hacia la propensión a dar espacios a los sectores minoritarios. La obra tiene esa delicadeza de reflejar la masculinidad mal entendidda y está el machismo en primerísimo primer plano. Eso hace que por momentos nadie quiera verse reflejado en este personaje que puede ser atractivo desde las formas pero que termina como termina.