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La Ciudad 17 de septiembre de 2023

Joya del patrimonio escultórico en un renovado espacio público

Mediante un meticuloso trabajo, una escultura que llegó a la ciudad hace más de un siglo fue trasladada desde Plaza San Martín a la nueva plazoleta Mar del Plata, de Luro y la costa. El espacio será inaugurado el 24 de septiembre con un concierto.

Costanza Addiechi y el equipo del EMVIAL que trabajó en el traslado de la escultura.

 

 

Por Costanza Addiechi

Directora de Restauración de Monumentos Históricos MGP

Nos volvemos a encontrar aquí para acercarles no sólo el origen de una de las piezas escultóricas más antiguas de la ciudad sino también a un hecho que quedará dentro de la historia de nuestro patrimonio escultórico.

Nos referimos al “Perro Moloso”, una obra en mármol de Carrara que llegó a Mar del Plata en los inicios del 1900.
y que responde a cuatro originales del siglo I a. C. del arte romano. Dos se encuentran en Museos del Vaticano y los otros dos en Galleria degli Uffizi en Florencia, Italia.

Emplazada inicialmente delante de la Escalera Imperial en el Paseo General Paz de 1903 y luego en la Explanada Sud de 1909, sobre el tradicional basamento octogonal que sostenía las obras escultóricas en ese sector costero.

Recordemos que el Paseo General Paz, primer paseo costero que tuvo Mar del Plata, se extendía desde Luro y la Costa hasta el Torreón y la Explanada Sud, desde el Torreón hacia Playa Grande, inaugurada en su primer tramo hasta Cabo Corrientes.

Años más tarde, cuando todas las esculturas y mobiliario urbano fueron retirados de este sitio a causa de un cambio en la fisonomía del paisaje, propuesto inicialmente por el arquitecto Alejandro Bustillo y su proyecto de la Bahía Bristol en 1938, el Perro Moloso fue trasladado a Plaza San Martín; frente a la Escuela N° 1 sobre la calle 25 de Mayo
entre San Luis y Mitre.

Objeto de continuos hechos de vandalismo, era nuestra intención permanente su traslado a un lugar donde fuese protagonista del entorno. Para ello resultaba primordial garantizar la integridad de la obra. Así fue como desde los talleres de herrería del Emvial se diseñó una estructura que la sostuviera evitando el contacto con el noble material.

Todo estaba minuciosamente organizado para una tarea que llevaba mucho tiempo programada. Allí estábamos, bien temprano en Plaza San Martín, compenetrados y ansiosos con un trabajo difícil de llevar adelante. El espacio a
contenerla nos esperaba: la Plazoleta del antiguo Club Mar del Plata en la avenida Luro y el Boulevard Marítimo.

 Para el traslado de la obra se construyó una estructura especial que permitió su preservación.


Para el traslado de la obra se construyó una estructura especial que permitió su preservación.

Con un cuidado extremo y movimientos absolutamente controlados se instaló la estructura por debajo de la escultura para poder ser elevada y trasladada. Trabajamos en ello todo el día, articulados como piezas de un preciso engranaje, alcanzando finalmente el objetivo que nos habíamos propuesto: colocarla orientando su mirada al mar, conservando la inclinación hacia el antiguo emplazamiento a pocos metros del Torreón.

Un día que quedará para la historia del patrimonio escultórico y también para la nuestra. Estamos convencidos de la tarea que llevamos adelante, que cuidar nuestro patrimonio es proteger la historia de Mar del Plata, con el compromiso y responsabilidad que ello implica.

En pocos días culminarán las tareas que nos hemos propuestos realizar en la Plazoleta, “que hoy custodia el Perro Moloso”, y estaremos listos para su inauguración el domingo 24 del corriente a las 16, junto a la Orquesta Infanto Juvenil y la Banda Sinfónica Municipal.



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