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Opinión 3 de octubre de 2024

Jorge Glas: sobredosis de injusticia

Jorge Glas.

Por Daniela Tome

Víctima de un Lawfare brutal, después del triunfo de Lenin Moreno, la manipulada justicia ecuatoriana lo ha tenido en la mira por años. Torturado y con un estado de salud que enciende todas las alarmas, envenenado con sobredosis de medicamentos, conviviendo entre las ratas; Jorge Glas, ex- vicepresidente de Ecuador, en prisión arbitraria después de su brutal secuestro de la Embajada mexicana en donde permaneció asilado por breves horas.

Su equipo legal conformado por Sonia Vera y Aitor Martinez, nos explican el caso lleno de detalles verdaderamente desgarradores.

Aitor Martinez: Estoy seguro que todos saben que la región latinoamericana está experimentando un contexto de transición, desde lo que se denomina por algunos politólogos, como el Hard Power o el poder violento, hacia un sistema más sofisticado de Soft Power, de un poder por el cual existen en la actualidad en la región latinoamericana, GOLPES BLANDOS, para tomar el poder a través de estrategias.

Ya no es la bota de un militar la que pega una patada en un domicilio para secuestrar a una persona, sino que es una orden judicial; ya no es una detención arbitraria y encerrar una persona en un centro clandestino de detención, sino que es una sentencia injusta; es decir, lo que se está viendo en la región es como el poder ejecutivo, al día de hoy, en una estrategia más sofisticada, utiliza al poder judicial como brazo armado para la persecución política de disidentes, en un ejercicio que ha sido así conceptualizado por profesores como Lawfare.

Yo he participado en muchas defensas de casos de Lawfare, desde la destitución del expresidente de Paraguay Fernando Lugo en 2012, al golpe que recibió con connivencia del secretario general de la OEA, el expresidente de Bolivia Evo Morales, y en mi experiencia en causas de Lawfare en Latinoamérica,  puedo confirmar que el Lawfare más brutal que está viviendo la región, es el que vive Ecuador”.

La carrera de Jorge Glas

Sonia Vera: “Fue vicepresidente de Rafael Correa en el 2013, luego se reelige con Lenin Moreno y Lenin Moreno da un giro total y sorpresivo a la derecha y una vez en el poder empieza a ejecutar el plan de gobierno de la derecha, siendo su principal objetivo Jorge Glas.

Jorge Glas confiaba en la justicia ecuatoriana y pidió a su bancada, que era la mayoría, que le levante la inmunidad diplomática porque él quería probar que era inocente.

Él actualmente tiene dos sentencias ejecutoriadas una por la conocida causa Odebrecht donde fue sentenciado sin ninguna prueba, posteriormente una sentencia de Brasil determinó la nulidad de las pruebas que habían sido utilizadas, porque fueron las mismas pruebas que se usaron para Lula da Silva en el caso Lava Jato. Nosotros hicimos un procedimiento en el cual esa nulidad se le extendió a Jorge Glas y esas pruebas son nulas, sin embargo la sentencia en Ecuador sigue en pie.

Jorge Glas y Rafael Correa son los únicos seres humanos que han sido sentenciados penalmente por influjo psíquico. Cohecho agravado por influjo psíquico, es decir que ellos tenían una influencia tal dentro de sus funcionarios que según palabras de la fiscal general del estado, podían irradiar su poder de telepatía en sus funcionarios. Y eso lo dice la sentencia”.

Aitor Martinez: “Sus procesos judiciales estuvieron plagados de irregularidades y de violaciones a las garantías judiciales, hasta el punto de que el caso Odebrech y el caso Soborno se encuentran sometidos a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el caso de Brech ha sido incluso priorizado por la Comisión Interamericana porque indiscutiblemente ha visto gravísimas violaciones a las garantías judiciales dentro de ese proceso e incluso ha dictado medidas cautelares a favor de Jorge Glas, que también es algo marcadamente inusual en el sistema interamericano de Derechos Humanos”.

¿Cómo se puede manejar legalmente un caso en un país en el que se violenta la ley, y se manipula la justicia de una manera prácticamente criminal ?

Aitor Martinez: Evidentemente los resortes dentro de la jurisdicción ecuatoriana son nulos, hay que agotarlos porque las instancias internacionales te exigen el agotamiento interno, por lo cual no puedes evitarlos o eludirlos, pero efectivamente cada vez que se acude a a la jurisdicción interna se acude ya sabiendo de antemano que va a haber una denegación

Sonia Vera: realmente acudir a la justicia ecuatoriana es un riesgo para los jueces a los que les caiga una causa de Jorge, han habido cinco jueces que han dictado a favor de Jorge Glas y todos están presos, destituidos o fugados del país y esa misma persecución ocurre con los médicos.

– ¿Qué ocurrió con su asilo en la Embajada de México?

Aitor Martinez.: Jorge Glas se refugia en la Embajada de México al amparo de una convención regional que es la convención de Caracas de 1954, es una convención que rige en América Latina que de alguna forma codifica el derecho consuetudinario de la región, en la cual si una persona está perseguida políticamente puede refugiarse en el interior de una misión diplomática y el país receptor de esa misión diplomática tiene la obligación de conceder un salvo conducto para que esa persona deje el país en condiciones de seguridad, para materializar el asilo territorial en el país que le ha garantizado esa protección internacional.

No existe precedente de que un estado invada la misión diplomática de otro estado para secuestrar a la fuerza y mediando trato cruel, degradante e incluso tortura -le dieron palizas dentro de la misión diplomática, se le dislocaron los dos dedos a la hora de ponerle las esposas y los sacaron mediante golpizas- a una persona que había recibido el estatus de asilado por orden directa y así quedó manifestado en un comunicado del propio presidente de la república de Ecuador. No existe precedente de una medida así. Lo que hizo Ecuador en la Embajada de México en Quito es una violación radical a una norma fundamental de la convivencia del derecho internacional, que es la inviolabilidad de las misiones diplomáticas. Esta es una norma consuetudinaria que rige desde el medievo