Por Juan Miguel Alvarez

Jorge Brito, presidente de River Plate desde hace cuatro meses, sorprendió con una fugaz visita a Mar del Plata. Llegó el sábado a la noche para presenciar una velada de boxeo en el club Talleres, en el corazón del Puerto. Entre golpe y golpe, aceptó una breve entrevista con LA CAPITAL, en la que opinó sobre la Copa Libertadores que se viene. “Tenemos con qué pelear”, afirmó sin rodeos.

Jorge Brito tomó el cargo máximo de River con una idea de continuidad (acompañó a D’Onofrio en la comisión directiva anterior), pero ya impuso sello propio en la conducción: rompió el molde con las contrataciones en el mercado, inició obras muy importantes en el estadio Monumental y también puso el foco en potenciar otras disciplinas más allá del fútbol.

El club de Núñez lanzó este año un proyecto federal con el objetivo de hacer un selectivo nacional amateur para la conformación del River Boxing Team. La primera jornada se organizó en el Microestadio ubicado bajo una de las tribunas del Monumental. Y el segundo encuentro boxístico se realizó este sábado por la noche, en el club marplatense ubicado en Magallanes y Triunvirato. Brito llegó allí acompañado por los representantes de la subcomisión de Boxeo de River: Enrique Cayuqueo (presidente), Gustavo Sabarros (vicepresidente) y Carlos Rodríguez González (coordinador).

“Mar del Plata es una ciudad muy linda y a la que quiero mucho. Vengo seguido, al menos tres veces al año”, deslizó el empresario y dirigente deportivo, de 42 años, en una charla que, en principio, iba a ser sólo sobre el motivo de su visita, pero que finalmente pudo extenderse un poco más allá.

– ¿Cuál es el motivo de su presencia en Mar del Plata?
– Venimos a disfrutar una velada boxística, la primera que hacemos fuera de River. Es un proyecto que arrancamos en 2022. Esta es una buena oportunidad de ver nuevos deportistas. Recién nos gustó un chico de Balcarce que mostró muchas condiciones. Será tarea de la subcomisión de Boxeo poder sumarlo.

– ¿Es un deporte que le gusta?
– Sí, desde muy chico. Lo practiqué de manera recreativa, de los 12 a los 18 años. Además, siempre me gustó mucho mirar boxeo. Afortunadamente en River la actividad está arrancando y creemos que tiene mucho futuro, siempre siendo únicamente amateur. Y en parte también cumplimos con el rol esencial que tiene nuestra institución fuera de lo que es el fútbol profesional, que es sacar a los chicos de la calle y llevarlos a hacer deporte.

– ¿Qué análisis hace de los rivales que le tocaron a River en la Libertadores?
– Creo que nunca se puede decir si un sorteo es accesible o no, eso sería faltarle el respeto a los rivales. Lo que siempre miramos es el tema de los viajes, los kilómetros a recorrer. Lima y Santiago son dos vuelos accesibles. En el caso de Brasil, Fortaleza es una ciudad un poco alejada, con algunas complejidades para llegar. Pero bueno, confiamos mucho en este plantel y el cuerpo técnico que tantas alegrías nos dio. Llegaron refuerzos importantes este año. Creo que tenemos con qué pelear la Libertadores.

– El año pasado se notó una diferencia importante con los clubes brasileños, más fuertes económicamente. Luego de este mercado de pases, ¿cree que esa brecha se achicó con River y Boca?
– Las diferencias económicas siguen estando. Voy a hablar por River, porque no me gusta opinar sobre otros equipos. Afortunadamente pudimos agregar jugadores de jerarquía a la base que teníamos del año pasado. Eso hace que el técnico pueda tener más variantes y competir en los tres torneos que tenemos: la Copa Libertadores, la Copa Argentina y el campeonato.

El presidente de River, Jorge Brito (centro), junto a Enrique Cayuqueo (River Plate Boxing Team) y Ricardo Liceaga Viñas (director de Deporte Federado del Emder), quien le entregó un presente en cuadrilátero del club Talleres.

– Se acercaron nuevos sponsors y lograron concretar ventas importantes. ¿Económicamente el club está mejor?
– Sí. Tuvimos muy buenas nuevas noticias al final del año pasado y a principios de 2022, con relación a los sponsors. Después de dos años muy difíciles con la pandemia, hoy volver a recaudar también es muy importante. Tuvimos más de 20 mil socios y “Somos River” nuevos este año. Eso hace al club más grande. Además, son herramientas económicas que nos permiten poder contratar mejor y estar lo más alto posible a nivel competitivo.

– ¿Más allá de la inversión deportiva, también se apostó a mejorar la infraestructura con nuevas obras en el Monumental?
– Sí, son obras que están cuantificadas por más de 50 millones de dólares. Entre las distintas reformas que realizaremos, vamos a lograr que el Monumental pueda recibir 10 mil espectadores más, para convertirlo en uno de los más grandes, sino el más grande de Sudamérica. También se están haciendo muchas obras en distintos sectores del club. Sabemos que es una materia pendiente y vamos a trabajar en esa línea para que todos los deportes puedan tener mejor infraestructura y más herramientas para que nuestros atletas puedan desarrollarse de la mejor manera.

– En las últimas horas se mencionó el interés de un par de clubes brasileños por Benjamín Rollheiser. ¿Mantienen la expectativa de obtener algún resarcimiento económico o consideran que ya se irá libre después de junio?
– Uno nunca descarta nada. Rollheiser es un futbolista formado en River. El entrenador le dio muchísimas posibilidades, más de las que le hubiera dado otro, creyendo en el potencial que tenía. Pero el jugador tomó una decisión y eso nos llevó a nosotros a tomar una determinación que fue pública y compartida por el técnico. Y la gente la valora, porque entiende que cuando uno forma a un jugador, invierte mucho tiempo y dinero para que le retribuya a la institución. Cuando llegó el momento de renovar el contrato, lamentablemente no lo pudimos hacer.

– Distinto al caso del marplatense Martínez Quarta, por ejemplo, que renovó poco antes de quedar libre para que haya una venta de River a Fiorentina…
– Sí. El tuvo un comportamiento ejemplar con la institución y nosotros también con él. Son cosas que se dan así y cada uno tiene la facultad de decidir lo que quiera.

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Había más preguntas, pero sonó la campana. Brito agradeció y se despidió para poder observar el siguiente combate.
El mandatario sabe que en su rincón tiene a un noqueador de la talla de Marcelo Gallardo. Por eso se ilusiona con la Copa Libertadores en su primer año de gestión.