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Arte y Espectáculos 22 de noviembre de 2016

Jonathan Rosenbaum: “La crítica está corrompida”

"El mayor crítico cinematográfico, el más influyente de toda la historia", así lo definió Roger Koza durante el espacio Charla con Maestros que tuvo lugar en el Paseo Aldrey.

Otra de las visitas que más expectativas generó durante la segunda jornada de la 31 edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, fue la del crítico y especialista en cine Jonathan Rosenbaum, actual profesor en la escuela Béla Tarr Film Factory de Sarajevo y crítico del Chicago Reader durante 20 años.

Si la conferencia de prensa de Vittorio Storaro ya forma parte de la antología de grandes momentos del festival, el paso de Jonathan Rosenbaum por este certamen no es ni más ni menos que otro de esos instantes que permanecerán en la memoria de cinéfilos y periodistas.

Referente por excelencia de la crítica, Rosenbaum abrió la Charla con Maestros con una serie de observaciones que los asistentes celebraron. “La crítica está corrompida”, dijo. “Los críticos de cine tienen que saber que son subjetivos. La objetividad tiene que servir para entender la subjetividad de quien escribe”.

Como no podía ser de otra manera, la tergiversación de lo que entendemos como crítica fue el eje central de la charla que el mismo Rosenbaum prefirió convertir en diálogo “Les pido que digan lo que tengan ganas y que si tienen interés en interrumpirme, que por favor lo hagan. Quiero escuchar sus opiniones”.

De esta manera Rosenbaum manifestaba su interés por los puntos de vista de quienes habían asistido a la sala 2 del Paseo Aldrey con el fin de escucharlo. “Si ustedes me preguntan cosas yo también puedo aprender a partir de lo que me preguntan. Con internet y las nuevas tecnologías, no nos estamos escuchando los unos a los otros”.

No fue un simple recorrido por su carrera en la crítica especializada. Apenas mencionó su paso por Cahiers du Cinemá, sus trabajos como asistente de Jacques Tati o sus premios Guggenheim en Humanidades o el National Society of Film Critics Special Citation. Fue una magistral sucesión de anécdotas y observaciones de la nueva crítica y de lo que denominó como “la decadencia de la cultura. Hollywood y los medios norteamericanos limitan el acceso a las películas extranjeras según les convenga o deje de convenirles. Esto juega en contra de la cultura”. Si a esta introducción le agregamos una observación que hizo, sobre el final, respecto del triunfo de Donald Trump, su posición en cuanto a la cultura y la educación actual en Estados Unidos, quedo más que clara. “El hecho de que haya ganado Donald Trump la presidencia, habla muy claramente de lo mal que está la educación allí. El sistema educativo está en serios problemas. Quienes votaron a Trump evidentemente no recibieron una buena educación en su pasado”.

Roger Koza, cuyo rol fue el de moderador del espacio Charlas con Maestros, lo definió como “el más grande crítico de la historia de la crítica cinematográfica”. Y no se aleja de la realidad. De París a Londres y de Londres a Chicago, Rosenbaum desplegó sobre el cine su particular mirada, enfrentando lo que considera “cambios sustanciales que se fueron produciendo en la forma de ver y de escribir el cine. Antes el cine era un evento social. Ahora no deja de serlo, aunque uno puede ver una película y luego plantear su opinión vía on line o leer la opinión de otro que quizás esté en otro país. La crítica está alejada de la objetividad. Las formas han cambiado. Hoy se pueden tener miles de seguidores y lectores en un instante”.

Rosenbaum habló de las diferencias entre el pasado y el presente del cine y de la forma de criticarlo, explicando que “lo que antes realmente importaba era la base fundamental del cine. Esto creaba un espacio especial en el que uno podía ver cualquier película cualquier día. Ese fue el aporte de la cinemateca de Lacroixe. Pensemos en lo que hacían los fundadores de la Nouvelle Vague, pensemos por ejemplo en lo que hacían tanto como realizadores como críticos. De este legado hay algo que ganamos, y esto se ve reflejado en la cultura del cine. Yo tengo amigos muy jóvenes que saben mucho de cine, son tan cinéfilos que saben mucho más de lo que yo sabía cuando tenía la edad que ellos tienen. Ellos tienen un gran interés por las películas que llamamos “difíciles” y este respeto y este interés es mucho más grande del que se tenía en la era dorada del cine, en la década del 60. Hoy incluso le dan mayor importancia al cine de Robert Breson que los propios admiradores del este director en los años sesenta, lo mismo pasa con directores como Pedro Costa a quienes hoy se toma mucho más en serio que en el momento en el que realizaban sus películas. Creo que esta es una manera histórica de entender los cambios”.

En cuanto al auge de internet y de los significativos cambios que la red ha originado en las formas de llegar al cine y a la crítica, Rosenbaum señaló que “internet no tiene historia. Hay grandes cambios que se originaron con la aparición de internet. Uno de ellos se ha manifestado en la crítica. Pero también en los modos de ver cine. Hay quienes ven películas en YouTube e incluso en el teléfono celular. El protagonista de “Paterson”, película de Jim Jarmush, no tiene teléfono celular. Jim tampoco tiene celular ni internet. Para comunicarse con el hay que ponerse en contacto con su asistente. El sólo usa fax. Un poco me refiero a esto, hoy en día interrumpimos conversaciones para mirar al celular, encendemos el celular mientras estamos en el cine, escribimos por celular. Esto ha impactado sobre la cultura en general”.