Jerónimo Trezza fue elegido mejor entrenador del TNA
Por su labor en Hindú de Resistencia. Gonzalo García, de Gimnasia de Comodoro, fue el galardonado de la LNB.
El marplatense Jerónimo Trezza (Hindú de Resistencia) fue elegido por Atebara (Asociación de Entrenadores de Básquetbol de la República Argentina) como el mejor entrenador del Torneo Nacional de Ascenso en la temporada 2015/16.
Además, el conductor de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia, Gonzalo García, fue elegido como el mejor entrenador de la Liga Nacional de Básquetbol.
La elección en ambas categorías se basa en los votos de todos los entrenadores nucleados por Atebara.
Curiosamente, ninguno de los dos galardonados continúa en competencia, ya que sus respectivos equipos fueron eliminados en sus correspondientes torneos. Sin embargo, se trata de un premio a las excelentes campañas y al buen juego desplegado.
Trezza, quien fue jugador de Liga Junior de Kimberley y Quilmes de esta ciudad, hizo sus primeras armas como entrenador de divisiones inferiores en el “tricolor”, bajo la tutela de Leandro Ramella. Precisamente, como asistente de este último se desempeñó durante cuatro temporadas en Alvear de Villa Angela (Chaco). Las dos primeras, en la Liga B -en la segunda logró el ascenso- y las otras dos en el TNA. A partir de la campaña 2012/13 asumió como entrenador jefe en Alvear. En su primera temporada quedó eliminado en las Reclasificación y a la siguiente, llegó a semifinales (tercer puesto) tras una campaña impactante.
En 2014/15 se sumó a Hindú de Resistencia y logró el ascenso desde el Torneo Federal, para jugar en la temporada en curso en el TNA con el equipo de la capital chaqueña.
Realizó una excelente campaña en la Conferencia Norte y quedó eliminado en semifinales de ese grupo, tras perder en cinco juegos su serie ante Echagüe de Paraná. El récord de la temporada fue de 32 triunfos y 13 derrotas. Ayer, también, renovó por una nueva temporada su vínculo con Hindú.
García, por su parte, ganó la fase regular de la Conferencia Sur con Gimnasia, y pese a quedar eliminado en semifinales de esa zona, dotó a su equipo de una identidad de juego reconocida y elogiada por propios y extraños.