Javier Milei sorprendió también en Mar del Plata y Montenegro avanza hacia la reelección
El intendente Guillermo Montenegro se impuso cómodamente en las PASO y se despejó su camino a la reelección en el distrito donde sorprendió la victoria de Javier Milei a nivel presidencial. Montenegro le sacó más diferencia a Fernanda Raverta, esta vez aliada con Gustavo Pulti, que hace cuatro años. Maximiliano Abad podría convertirse en el primer senador nacional de Mar del Plata en la historia,
Por Marcelo Pasetti
Twitter: @marcelopasetti
Así como en 2003 Elisa Carrió sorprendió al ganar las elecciones en General Pueyrredon, este domingo el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, se llevó la mayor parte de las voluntades de marplatenses y batanenses. Milei logró aquí, como en decenas de ciudades y provincias argentinas, más votos que los cosechados por los exponentes de los partidos tradicionales, como Sergio Massa, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, conformando un escenario de tres tercios o tres candidatos que -algo inédito en la reciente historia democrática local- buscarán dos lugares en el balotaje cuando se realicen los comicios en octubre próximo.
Cristalizador de un voto de bronca, desencanto y desesperanza, Milei, quien hizo de la crítica a “la casta política” su leit motiv, atravesó todas las capas ya que recibió votos tanto de sectores bajos como medios y además traccionó votos para sus candidatos provinciales y locales. Y en el caso de Mar del Plata dejó en el tercer lugar a su candidato a intendente, Rolando Demaio, aunque a considerable distancia del actual intendente Guillermo Montenegro y de Fernanda Raverta.
Lo cierto es que Montenegro dio un paso más que firme en el camino hacia su reelección, cosechando algo más del 40% de los sufragios, prácticamente el mismo porcentaje que obtuvo cuando fue elegido intendente pero amplió la diferencia que aquella vez logró sobre Raverta. De aquellos menos de tres puntos de 2019 los estiró ahora a 9 puntos.
La líder de la oposición, Fernanda Raverta, recibíó este domingo la adhesión del 31% de marplatenses y batanenses, esta vez incorporando los votos de los seguidores de Gustavo Pulti tras la conformación de Encuentro Marplatense.
Como hace cuatro años, Montenegro y Raverta se erigen en las principales figuras de la política lugareña. Ellos definirán el 23 de octubre próximo, quién conducirá los destinos de la ciudad hasta el 2027.
Tras la “limpieza” de boletas en las PASO -de 20 candidatos a intendente que aparecían esta vez en el cuarto oscuro, en octubre marplatenses y batanenses tendrán una oferta de sólo cuatro- se producirá un “barajar y dar de nuevo” tanto en Juntos por el Cambio como en Unión por Patria y Encuentro Marplatense (a nivel local) con la intención de no sólo preservar los votos obtenidos este domingo, sino también para salir a buscar los de quienes no asistieron a sufragar y los de aquellos que ahora apostarán al “voto útil”, en lo que sin dudas será una elección distrital mucho más polarizada.
Luego de esta interna para “calentar motores”, en Mar del Plata se vivirá una campaña distinta. El oficialismo insistirá en la necesidad de que Néstor Grindetti, el ganador de la pulseada contra Diego Santilli y a nivel nacional Patricia Bullrich -¿cuánto la beneficiaron los hechos de violencia registrados en la semana que pasó?- gobiernen a partir de diciembre para que “la ciudad no siga siendo discriminada en el envío de fondos por ser de diferente color político”. Y le dirán a Raverta y su equipo que “no defendieron a la ciudad como corresponde”.
Desde Encuentro Marplatense están dispuestos a dar pelea. Negarán que haya habido discriminación, insistirán con que las obras realizadas se pudieron materializar con fondos provinciales y nacionales y se quejarán por “los cuatro años perdidos que sumieron a la ciudad en un estado de abandono”. Ya en el bunker de la flamante coalición se arengaba a doblegar esfuerzos ante lo que se viene, con un trabajo activo de la militancia.
Este domingo, Raverta obtuvo más votos que los que logró Sergio Massa. Fueron miles los kirchneristas de Mar del Plata que se inclinaron por Juan Grabois en la interna de Unión por la Patria. Un dato que confirma lo que preocupó al ministro de Economía en su reciente visita a la ciudad cuando sus representantes locales e incluso los “heridos” de la interna local le advirtieron que se estaban distribuyendo boletas de su rival partidario.
Un ex intendente a la Legislatura
En el bunker de Juntos, en tanto, se resaltaba que “le ganamos a la oposición unida porque los vecinos entendieron que, pese a que queda mucho por hacer, estamos en el camino correcto”, y reconocían que, de repetirse los guarismos en octubre, Montenegro tendrá mayoría propia en el Concejo Deliberante, al menos durante los próximos dos años de gestión, con lo cual “se destraba en parte la máquina de impedir”.
Saben, tanto en las huestes de Montenegro como de Raverta, que el caudal de votos de ambos se incrementará en octubre, lo cual genera ilusión. De hecho, eso fue lo que sucedió tanto en 2019 como en 2021. Montenegro, en las PASO de 2019, cuando se impuso a Vilma Baragiola (57.238 votos) logró 83.118 adhesiones aquel 11 de agosto. Meses después, el 27 de octubre de 2019, recibía 168.385 votos. En el caso de Raverta, sumó 47.182 votos más entre las PASO (111.491) y las generales (158.673), muchos de ellos pertenecientes a Gustavo Pulti, quien pasó de cosechar 70.480 en las PASO a 24.304 en la general, cuando irrumpió el voto útil.
A propósito de Pulti, con los resultados registrados este domingo, se prueba el traje de diputado provincial y queda más que firme la posibilidad que dos de sus principales colaboradores y compañeros de ruta, como Horacio Taccone y María Eva Ayala, sean concejales en la próxima gestión. Así, Acción Marplatense ganaría más de lo que puso en juego. Sin embargo, hace cuatro años, sumando los votos de Raverta y Pulti le hubiesen ganado a Montenegro (cuando el Frente de Todos se imponía a nivel provincial y nacional) lo que lejos estuvo de concretarse anoche. Incluso en las PASO de 2019, Raverta había sido, individualmente, la candidata más votada. Sin embargo, dos años después, en las legislativas de 2021, la brecha se amplió, cuando Fernando Muro (Juntos) logró 170.132 votos, contra 101.909 de Virginia Sivori (Frente de Todos) y 26.730 de Fernando Telpuk (Acción Marplatense).
El imán de Milei y un radical al Senado
Párrafo aparte para la irrupción de los libertarios en el panorama político local. Excelente elección de La Libertad Avanza, que en General Pueyrredon podría llegar a contar con al menos tres concejales, pero mención especial para el edil Alejandro Carrancio, quien se erigió en armador de Javier Milei en la región.
Carrancio será diputado provincial pero además contará con más de una veintena de concejales de la zona del “riñón propio”. Aprovechando el sensacional arrastre de Milei, los libertarios marplatenses, pese a los “cortes” registrados en el rubro intendente de la boleta, también tenían motivos para festejar. El desafío a nivel local de cara a las generales de octubre será el de preservar y custodiar los votos que logró Rolando Demaio que serán más que anhelados por quienes apuestan a la polarización extrema. “Sabemos que de Juntos especialmente, pero también desde Encuentro Marplatense, van a querer venir a pescar en nuestro río”, graficaba colaboradora de Juliana Santillán, marplatense que puede convertirse en diputada nacional.
A la hora del balance de la jornada, no puede dejar de resaltarse que el triunfo de la lista de Patricia Bullrich en la interna de Juntos catapulta a un marplatense, tal el caso de Maxi Abad, a la firme posibilidad de convertirse en senador nacional. El presidente del comité provincial de la UCR se erigiría en el primer marplatense en la historia en ocupar una banca en el Senado de la Nación. Y a la vez, un radical por la provincia de Buenos Aires volvería a ser senador nacional. El último en lograrlo fue nada más y nada menos que Raúl Alfonsín. Todo parece indicar que Abad será un actor de mucho peso en el próximo mapa electoral, y tendrá un rol fundamental en cuanto a la articulación en el Congreso. Otro motivo de satisfacción para Montenegro, quien tendrá en Abad a un socio en la mesa de la toma de decisiones. Montenegro y Abad ratificaron exitosamente en las urnas un modelo local de gobernabilidad que, aseguran orgullosos, es exportable. Surfearon internas, tensiones, polémicas y desencuentros, y se aprestan a convivir (PRO y UCR) cuatro años más en el gobierno de la ciudad. También queda a un paso de convertirse en diputado provincial otro radical, Diego Garciarena, hombre de extrema confianza de Abad.
En el desglose de lo vivido en estas horas, también debe apuntarse que el insistidor e histórico Alejandro Martínez no será el represente de la izquierda en la próxima oferta electoral. La única interna local, que se dio en el Frente de Izquierda, arrojó como ganadora a Rosa Mauregui, quien acompañaba en la boleta a Myriam Bregman. Será ella la cuarta candidata que seguirá en carrera tras la prueba de las PASO y luchará por su sueño, nada fácil por cierto, de al menos obtener una banca para su fuerza en el Concejo Deliberante.
Tiempo para el debate local
Si algo caracterizó a estas PASO en la ciudad fue el escaso o casi nulo debate sobre cuestiones locales. Los principales referentes políticos actuaron de partenaires, recibiendo a los visitantes y líderes partidarios provinciales y nacionales. Mar del Plata se apresta a celebrar el próximo 10 de febrero su 150 aniversario, una fecha que debería ser tomada como el puntapié inicial de una nueva etapa donde los consensos sobre cuestiones esenciales deberían ser la principal característica.
La desocupación, la seguridad, la educación, el cuidado del medio ambiente, el futuro productivo de la ciudad (más aún si resulta exitosa la exploración petrolera que comenzará en pocos meses), deberían ser cuestiones que cohesionen y unifiquen a nuestros representantes, sin márgenes para inconducentes chicanas políticas. Se verá entonces si son capaces de sentarse en torno a una mesa de diálogo y acción, como se los reclama la sociedad, o si en definitiva, nada cambiará sustancialmente, volviéndose a apostar al juego de la excusa o la acusación. En definitiva, la clase política y dirigencial de Mar del Plata tendrá una nueva oportunidad para demostrar como se para en la ciudad que tiene todo el potencial como para despegar definitivamente. Pese a todo.