“Sinceramente, creo que es mi momento. Porque les podría cuidar las espaldas a los dirigentes y porque la presión que va a haber en el club la podría bancar sin problemas. Así se los hice saber recién a los dirigentes en una charla informal”.
Así, en forma natural, Javier Bianchelli, quien hasta la última temporada cumplió la función de manager de Liga Nacional de Básquetbol del Club Atlético Quilmes, le confió a LA CAPITAL su deseo de volver a dirigir en su club.
Claro que para que se concrete ese anhelo del entrenador, quien dirigió al “tricolor” entre 2002/03 y 2005/06, primero es necesario que Quilmes certifique su participación en la Liga 2016/17, algo que todavía no ha ocurrido. Pese al hermetismo oficial de la dirigencia de Luro y Guido al respecto, todo parece indicar que la intención es continuar en la máxima competencia del básquetbol argentino.
A la salida de una reunión informal compartida con el presidente Pablo Zabala y el vicepresidente Jorge Unzué, Bianchelli atendió la requisitoria de este medio y reveló su postura, la misma que planteó ante los dirigentes.
“Sé que todavía ni siquiera se anunció si el club va a continuar en la Liga. Pero si se concreta, me encantaría ser el entrenador del equipo. Es un deseo pero también considero que es mi momento. Cuando me fui, lo hice pensando en volver alguna vez. Sé que, en caso de jugar, no voy a tener una Ferrari, pero esas condiciones me animan aún más, aunque se trate de una situación que probablemente no aceptaría en otra institución. Este es mi club y me gustaría volver”, afirmó Bianchelli.
Consultado sobre si se siente más seguro y preparado con respecto a su primer ciclo en Quilmes, el entrenador marplatense asintió enfáticamente. “Totalmente. Desde que me fui me ha tocado dirigir equipos muy distintos, con público, dirigentes, manejo basquetbolístico y político muy diferentes. Estuve en Argentino de Junín, donde todo se hace con más pasión que cabeza; en Libertad de Sunchales, que se conduce como una empresa; en La Unión de Formosa, donde la conducción es unipersonal; o en Chaco, como parte de un proyecto político provincial, con todo lo que ello implica. Estoy más maduro, siento que he crecido como persona y como entrenador”, afirmó.
Una vez más, lo primero es lo primero. Y Quilmes tendrá que oficializar su postura más temprano que tarde para continuar o no en la Liga. Acaso no faltarán aspirantes para sentarse a dirigir en el banco de suplentes. Pero en principio parte con un candidato calificado y con valiosa experiencia. Que ha sido asistente nada menos que en un Preolímpico de las Américas (Mar del Plata 2011, con el seleccionado de Puerto Rico), ha participado en una Liga Sudamericana como entrenador y en tres como asistente; en dos Torneos Interligas y en cuatro Torneos Súper 8.