por Raquel Pozzi
La ruta del terror desde el ataque al Aeropuerto de Atatürk en Estambul (Turquía) trazó nuevos itinerarios detonando con fuerza el desconcierto a nivel global. Las zonas elegidas por los “lobos solitarios” que espontáneamente se alistan al ISIS, conduce a trazar en el intelecto nuevas sendas dónde sujetos que accionan en solitario responden a la ausencia de sentido a la propia supervivencia, por lo tanto la existencia de los “otros” sujetos sociales, carece de reconocimiento.
Interpretando con cautela y someramente al sociólogo francés E. Durkheim a fines del S. XIX remarcaba la idea de “estados de desórdenes” de individuos que frente a diversas crisis actuaban sin mecanismos reguladores de su propia conducta.
La opacidad de la conciencia colectiva conduce indefectiblemente a una de las tipologías de suicidio de E. Durkheim “el suicidio anómico”, rara combinación de ira y decepción. La anomia, se presenta como la ausencia de límites ante necesidades y apetencias de individuos carentes de la idea de solidaridad, desde un marco teórico más contemporáneo el sociólogo estadounidense Talcott Parsons considera que “La anomia es hoy uno de los pocos conceptos verdaderamente fundamentales de la ciencia social contemporánea”.
Las crisis severas de las estructuras sociales rompen las normas que regulan las relaciones sociales y hasta tanto no se consoliden nuevas reglas, la anomia se apropia de las conductas de aquellos que han quedado relegados, en la periferia del sistema imperante.
La ruta trazada del terror
Imaginemos el trazado del mapa actual del terrorismo: El Restaurante en Dacca (Bangladesh), Frontera con Siria en Bekaa (Líbano), Heladería en Bagdad (Irak), Paseo de los ingleses en Niza (Francia), Tren en la región de Baviera (Alemania), Centro comercial en Munich (Alemania), Manifestación en Kabul (Afganistán). Ávido de ser analizado este trayecto del terror, es indefectible ordenar las áreas para comprender la forma de operar del ISIS/Daesh.
Primero el sur de Asia, Bangladesh, dónde no se registran elementos que puedan detectarse como punto neurálgico para engendrar el terror, pero la concentración de población y el hecho de ser el nexo geográfico entre India y China, preocupa ya que la expansión del terror altera y activa las alarmas de aproximadamente 2.500 millones de habitantes. Segundo, Oriente próximo, el Líbano y la incitación a la Hezbollah como un nuevo despertar del “Partido de Dios” que sigue combatiendo en Siria contra el ISIS en un enfrentamiento entre islamistas sunitas (ISIS) y shiitas (Hezbollah).
Entronquemos este conflicto con lo que aconteció en Bagdad (Irak) y Kabul (Afganistán) Los talibanes se convierten en el eje de los ataques, la gran mayoría desconcentramos nuestra atención sobre el rol que jugaron en el terrorismo global esta rama fundamentalista islámica de Afganistán. Sin embargo, el asesinato del líder talibán Akhtar Mansur en Pakistán por parte del ejército norteamericano, complicó el escenario incorporando otras piezas al intrincado juego de ajedrez que el ISIS ha instalado.
Habida cuenta, los atentados en Bagdad y Kabul contra chiítas despabila a los Talibanes que no han dejado de tener presencia regional pero sí la pérdida de protagonismo en las redes sociales globales y en la prensa mundial. Por lo tanto, la Hezbollah y los Talibanes rebrotan con gran tonelaje térmico en el imaginario social.
Tercero, Europa, es menester para el ISIS el constante hostigamiento a Francia, encarnizados contra los franceses luego de Charlie Hebdó, cualquier ataque solitario a Francia será bienaventurado para el Daesh, pero el gran interrogante que sobre vuela en los servicios de inteligencia más importantes del mundo como la CIA/ FBI /NSA (EEUU); MI5/MI6 (Reino Unido); Mosad (Israel) GRU/SVR/FSB (Rusia) MSS (China) DGSE (Francia) Europol (Unión europea) es Alemania ¿Cuándo y dónde se producirá la ofensiva? La respuesta es contundente.
Los atentados se efectivizaron en Alemania, uno de los estados con mayor capacidad operativa para contrarrestar al ISIS. ¿Qué otros destinos se incorporarán como derrotero para doblegar nuestra capacidad de asombro con otros ataques sorpresivos por parte del ISIS?
El juego del miedo
Quienes tienen conocimiento de la saga de la película “El juego del miedo”, los escenarios de los ataques, las formas de ejecutarlos y el pánico ante tanto horror apela por unos instantes a ingresar en el mundo de la ficción. No obstante somos conscientes que en ocasiones la realidad supera cualquier escenario fabulesco. Con hachas, cuchillos, camiones, armas de largo alcance, explosivos entre otros, los lobos solitarios se inmolan invocando como última instancia a ¡Alá es grande! Como una forma de empadronamiento oficioso con la matriz islamista.
Utilizados como propaganda ante la consternación del mundo, el ISIS duplica la apuesta. América Latina comienza a resonar como el próximo objetivo. Es preciso ser memorioso y recordar la constante presencia de la Hezbollah en la Triple frontera, los ataques perpetrados en Argentina en la embajada de Israel y la AMIA, las supuestas células desmanteladas en Brasil próximo a dar comienzo a los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016, obligándonos a observar nuevamente la ruta del miedo.
Las alertas están encendidas con el mismo furor con el cuál opera el grupo fundamentalista. No se trata de una guerra convencional que se circunscribe a regiones territoriales concretas, esta contiene todos los elementos para considerarla una guerra cibernética dónde los operadores no necesitan identificar en forma presencial a aquellos que serán sus “lobos solitarios”, “muyahidines” o soldados, por lo tanto una nueva guerra global alista a los olvidados por el sistema reinante, recluidos en la periferia logran entidad a través de diferentes soportes técnicos dentro del mundo cibernético como sistema alternativo.
No es momento de ser laxos en los controles para evitar otro ataque en solitario, nuevas encrucijadas propone el juego del miedo del ISIS con individuos que no demuestran patologías individuales sino sociales y morales debido a la pérdida de funcionamiento del orden social.
El miedo al juego propuesto por el ISIS ha concretado su objetivo, sembrar la semilla de lo desconocido y del incierto camino a transitar como también ajustar la brecha interoceánica obligando a repensar que el juego del miedo presiona a los servicios de inteligencia del mundo a maximizar la operatividad en políticas de seguridad para tratar de develar hacia dónde ha orientado el ISIS las acciones terroristas fundamentalistas para proveer de una nueva cartografía a los probables lobos solitarios.
(*): Profesora en Historia.