Madrugada de domingo. Luro y México, pleno barrio Don Bosco. Dos hombres de 28 y 32 años a bordo de un automóvil comienzan a discutir con una travesti. Luego aparecen otras tres y desde el vehículo, el menor de sus ocupantes dispara sobre una de ellas. Más tarde, ambos serían detenidos y se descubriría que el agresor es policía.

O era. Porque en el transcurso de las primeras horas de este domingo, a medida que iba esclareciéndose el caso, quedó desafectado de la fuerza.

Los hechos ocurrieron cerca de las 4 de la madrugada en la esquina mencionada. En un principio, la travesti herida dijo que había sido asaltada por los hombres, y ese fue el cargo por el que los detuvieron.

Sin embargo, el propio uniformado y su acompañante declararon más tarde ante el fiscal de Flagrancia, Gastón De Marco, y dieron su versión de los hechos.

Según pudo saber LA CAPITAL de las fuentes del caso, ambos dijeron que habían ido al lugar a comprar droga.
“¿Cuánto hace que es policía?”, preguntó el investigador.

“Entre dos y tres años”, dijo el efectivo. “Y hace siete que soy adicto a la cocaína”, agregó. La respuesta sorprendió a los operadores judiciales.

Es que cualquiera de las dos posibilidades asombra: además de ser policía, era un ladrón o un adicto a la droga. Y lo que es peor, ingresó a la fuerza con esa enfermedad, o dentro de ella comenzó a delinquir.

Lo cierto es que, de acuerdo con la reconstrucción del caso, los hombres se trasladaban en un automóvil marca Fiat Palio de color blanco, y el disparo fue efectuado con el arma reglamentaria del uniformado. La travesti sufrió una heridade bala en un tobillo y terminó internada en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), aunque fuera de peligro.

En tanto, los agresores fueron detenidos a 500 metros del lugar, luego de que un testigo llamara por teléfono al 911 y alertara de lo ocurrido a la policía.

Según informaron desde la fuerza, los miembros del CPC Norte que consumaron la captura reconocieron a su compañero, y secuestraron su pistola calibre 9 milímetros.

Más tarde, el Ministerio de Seguridad dispuso desafectar de la fuerza al detenido, que fue imputado en una causa caratulada como “robo agravado por ser cometido con arma apta para el dispar, en concurso ideal con homicidio criminis causa en grado de tentativa”.

En ese marco, decidió declarar y dijo que, junto a su amigo filetero, había ido a comprar droga al sitio de la ciudad que es conocido como la “zona roja”. De acuerdo a su versión, cuando iban a efectuar la transacción sonó su handy policial -que no sería el oficial-, y la travesti que iba a venderle los estupefacientes se asustó y comenzó a gritarle a sus compañeras.

Según el relato del acusado -similar al de su acompañante, que conducía el vehículo-, fue entonces cuando otras travestis que estaban en el lugar golpearon el automóvil y destrozaron el vidrio trasero. En ese instante fue que huyeron y él disparó sobre el grupo, hiriendo a una de las presentes.

La causa judicial fue iniciada por el fiscal De Marco, pero este lunes pasará a la órbita de su par, Andrea Gómez, quien estaba de turno. En tanto, los acusados serán representados por el defensor oficial Cristian Rajuan, y quedaron alojados en la Alcaidía de Batán, a disposición de la Justicia.