Tras la aprobación en el Concejo Deliberante semanas atrás, organismos de derechos humanos de Mar del Plata-Batán impulsarán una nueva acción judicial para frenar la instalación de un bar de gin en un predio lindero al Faro de la Memoria.

Tal como informó LA CAPITAL, el Concejo -por mayoría- transformó en ordenanza el 8 de agosto pasado la iniciativa impulsada por el Ejecutivo local. De esta manera, se autorizó el uso y ocupación con carácter precario de parte de una parcela de dominio fiscal municipal, ubicada en Avenida de los Trabajadors al 5700 e integrante del denominado “Paseo Costanero del Sud Presidente Arturo Umberto Illia”, a la asociación vecinal de fomento Faro Norte.

En dicha zona funcionó la ESIM (Escuela de Suboficiales de Infantería Marina), un ex centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura militar.

El plazo del permiso es por 5 años, con posibilidad a prorrogar por un año. La entidad permisionaria debe abonar un canon anual de $3.000.000 -equivalente a $250.000 por mes– , el cual se actualizará por inflación. Y la asociación vecinal podrá “ceder total o parcialmente” el lugar a terceros.

La mayor polémica se desató por los usos de suelo permitidos. De acuerdo a la ordenanza, en el predio de una hectárea se habilitan “instalaciones destinadas a establecimiento gastronómico con elaboración artesanal de bebidas espirituosas por destilación”. Esto avala, por caso, la instalación de un bar de gin, algo que generó el repudio inmediato de los organismos de derechos humanos de la ciudad.

Según informaron a través de un comunicado, se espera que en los próximos días se presente un amparo ambiental colectivo, impulsado también por vecinos, para frenar la cesión del predio. 

Además, apelaron el fallo del Juzgado Contencioso Administrativo N°1, a cargo de Simón Isacch, que días atrás declaró abstracta una acción preventiva de daños que se había presentado para resguardar la integridad del terreno ante la inminente sanción de la ordenanza.

“Expresamos nuestro más enérgico repudio a la reciente decisión del municipio de entregar a un privado tierras que formaron parte del centro clandestino de detención EX ESIM durante la última dictadura cívico-militar, para la construcción de un bar con micro destilería”, cuestionaron las organizaciones de derechos humanos.

Y agregaron: “La venta de estas dos hectáreas a manos de Matías Iriarte y socios (Ndr: dueño del gin Restinga), empresarios de la nocturnidad, (MUTE; QUBA; MR JONES; ETC) no sólo ignora el sufrimiento de las víctimas y sus familias, sino que también representa un grave atentado contra los pilares de Memoria, Verdad y Justicia que como sociedad hemos construido colectivamente durante las últimas décadas”.

A su vez, plantearon que la “mercantilización de un espacio tan cargado de significado histórico y emocional es un acto de desprecio hacia quienes aún buscan justicia y hacia las futuras generaciones que deben conocer y aprender” del pasado para “evitar su repetición”.

Por último, le exigieron al Ejecutivo local que “revierta de inmediato esta decisión y que reconozca la importancia de estos terrenos” como parte integral de la historia.

“Pedimos la preservación de este espacio como un sitio de memoria, como un espacio público, donde se honre la memoria de las víctimas y se promueva el respeto por los derechos humanos. m¡El Faro es de la Memoria, No de la Nocturnidad!”, concluyeron.