El diputado provincial Diego Garciarena (UCR-Cambio Federal) presentó un proyecto de ley en la Legislatura con el objetivo de que se transfiera a la Municipalidad la administración, explotación, uso y goce de Punta Mogotes, hoy a cargo de una administración en la que la Provincia tiene un 70% de la titularidad del patrimonio.

La iniciativa busca que el municipio tome a su cargo esa fracción de tierra costera “con todas las unidades turísticas fiscales e instalaciones”, y que respete las concesiones de uso otorgadas por la “Administración Punta Mogotes”. Pero aclara: “Si las concesiones tuviesen establecida la fecha de vencimiento, caducarán con el cumplimiento de misma. En el caso de que el vencimiento del contrato de concesión no estuviere fijado expresamente, el mismo vencerá a los 180 días de promulgada la presente ley”.

En el caso de que el proyecto sea aprobado, la Municipalidad deberá respetar los derechos de terceros emergentes de los convenios que hubiere celebrado la Provincia o la Administración Punta Mogotes en relación con las funciones y servicios que se le transfieren.

“Pero las consecuencias de las acciones litigiosas, sean administrativas o judiciales, que hubieren sido iniciadas contra actos dictados por “Proyectos Especiales de Mar del Plata Sociedad de Estado” o la Administración Punta Mogotes quedarán a cargo de la Provincia, que asumirá toda la responsabilidad patrimonial de los resultados de las mismas.”, añade.

A través de la ley, quedaría disuelta la Administración creada por la Ley 10233, encargada de la administración, conservación y explotación del Complejo Balneario de Punta Mogotes.

El proyecto tiene como antecedentes las iniciativas legislativas presentadas por los diputados mandato cumplido oriundos de Mar del Plata Carlos Nivio y Alfredo Lazzerretti.

Garciarena, que también es marplatense, afirmó que “con esta iniciativa Mar del Plata recuperará uno de los más importantes sectores costeros y de playas que tiene, en el cual miles de marplatenses realizan actividades recreativas y de esparcimiento. no sólo en la temporada estival”.

El legislador consideró “imprescindible” la aprobación de la ley ante “la palpable necesidad de los municipios turísticos de controlar la ordenación de su territorio, tendiendo hacia un desarrollo sostenible de los recursos turísticos que conlleven una mejora de la calidad de la infraestructura, del equipamiento y en definitiva del servicio turístico, lo que por extensión contribuirá a elevar el nivel de calidad del destino”.

Antecedentes

El 20 de noviembre de 1979 se celebró un convenio entre la Provincia de Buenos Aires –entonces bajo un gobierno de facto– y la Municipalidad con la finalidad de encarar los estudios y proyectos necesarios tendientes a la concreción del desarrollo turístico del área denominada “Playa de Punta Mogotes”.

Para el cumplimiento del objetivo, así como de otros complementarios vinculados a los servicios de transporte y a un emprendimiento recreativo-cultural, el acuerdo dispuso la creación de una Sociedad de Estado, a cuyo cargo estaría la planificación, estudio y puesta en marcha de las obras previstas.

A la vez se gestó “Proyectos Especiales de Mar del Plata Sociedad de Estado”, encargada de llevar adelante la iniciativa de urbanización de ese sector costero, que había sido transferido a la Municipalidad, como el resto de las playas que conforman la costa del partido, mediante un convenio firmado la comuna y la Provincia en 1976,

A efectos de que las obras proyectadas por la Sociedad de Estado se llevaran a cabo debió suscribirse un nuevo convenio el 9 de junio de 1980, mediante el cual la Municipalidad otorgó a dicha entidad la posesión de la fracción de tierra, reservándose el ejercicio de las funciones jurisdiccionales inherentes a su poder de policía sobre el área y las facultades que le competían como poder concedente de los servicios públicos turísticos que se prestasen.

La Municipalidad aprobó este convenio por la Ordenanza 4667 y dejó librado el camino para la construcción del hoy conocido Complejo Balneario de Punta Mogotes.

Luego de un acelerado proceso de obra, el 11 de enero de 1981 fueron inauguradas las instalaciones del complejo. Estaba compuesto por 24 balnearios que cubrían la mayor parte de las playas de Punta Mogotes, ubicadas entre la escollera sur del Puerto Mar del Plata y Punta Cantera.

“En un marco de decisiones autoritarias y carencia total de controles, los gastos del emprendimiento fueron muy superiores a los costos previstos de la obra, situación que era obviada por el abundante fluir de fondos desde el gobierno provincial, originados en préstamos del Banco de la Provincia de Buenos Aires que, a su vez, obtenía de créditos tomados en el extranjero.”, recordó Garciarena.

El 10 de diciembre de 1982 se disolvió la Sociedad y, con el retorno de la democracia, se estableció una Comisión Investigadora Interdisciplinaria de “Proyectos Especiales de Mar del Plata Sociedad de Estado”,

Tras ese proceso, el 31 de agosto de 1984 se formalizó un convenio entre el Poder Ejecutivo Provincial y la Municipalidad mediante el cual se formalizó la creación, organización y funcionamiento de la actual “Administración Punta Mogotes”, integrada, respecto a la titularidad del patrimonio, en un 70% por la Provincia y en el 30% restante por la Municipalidad.

“El propósito de esta Administración era recuperar lo invertido por la Provincia en la construcción del complejo, de manera que, apenas alcanzado ese objetivo, se debía volver a la situación previa existente en el sector antes de la concreción del emprendimiento, es decir: la administración, explotación, uso y goce del área debía estar a cargo del municipio, en un todo de acuerdo con lo establecido por el Decreto 4916/76″, puntualizó el legislador.

Para Garciarena, mantener la vigencia del ente Administración Punta Mogotes, “que fue creado sólo para la construcción y desarrollo del complejo”, en un entorno que “tiende a la planificación local estratégica y a la gestión de calidad para responder a las expectativas cada vez más exigentes de los turistas, resulta manifiestamente incompresible”.