Con diversos niveles de complejidad, capa sobre capa, “Argentina” es la impactante muestra del colectivo Mondongo que hasta el mes de mayo del año que viene podrá verse en una de las salas del Museo Arte Contemporáneo MAR (Félix U. Camet y López de Gomara).

Montada en una circularidad atrapante, la exposición está formada por doce paneles de tres metros por dos. En ellos se reproduce un paisaje de Entre Ríos: aparecen montes, árboles, arbustos, espejos de agua, cárcavas, zonas secas, vergeles y elementos foráneos, como una oreja y un par de zapatillas, por ejemplo.

La rica trama de aspecto aparentemente real trabajada con plastilina como principal material se complejiza a medida que la persona que observa se acerca a cada pieza. Los árboles brotan del cuadro y alcanzan una tercera dimensión desconcertante y turbulenta. El juego visual emula a una naturaleza que cobra vida con oscuridad y luminosidad, también con sugerencia.

“Nosotros tomamos detalles de ese gran paisaje de Entre Ríos, que es un poco opresivo, no hay horizonte, es una recorrido para tener varias sensaciones -explicó Juliana Laffitte, una de las integrantes de Mondongo-. Son cuadros que contienen una gran realidad de la naturaleza, pero si querés y tenés ganas podés meterte en pequeños sectores de cada cuadro y eso es abstracción y te dispara a otros mundos. Trabajamos de manera abstracta y figurativa”.

Es la distancia respecto de la obra -una decisión que toma quien observa- la que marca qué es lo que se ve: si una abstracción pura formada por hilos y puntos y materiales microscópicos o bien una forma representativa del mundo real, de esa Argentina que conocieron en Entre Ríos y de la que quedaron sorprendidos.

“Para nosotros es pintura -afirmó Manuel Mendanha, también integrante del grupo-. Lo que hicimos fue desarrollar técnicamente una suerte de altorrelieve que nos permitía generar distintas profundidades, que es una técnica antiquísima. Pero básicamente lo que hacemos nosotros es pintar, la plastilina nos permite pintar y hacer volúmenes”.

“La plastilina es un material con el que venimos trabajando hace más de veinte años y cuando lo descubrimos lo adoptamos como medio para pintar, aparte de esa cualidad de poder esculpir y pintar al mismo tiempo, nos da muchas posibilidades, se la puede usar para el puntillismo, con pincel o con espátula si la derretís en el microondas, es muy generosa”, agregó ella.

Ese pasaje de la abstracción a la figuración permite que el público “dance con los cuadros, en un ir y venir”, tal como señaló Juliana. “Cuando trabajamos buscamos poder comunicarnos con las personas y si hay danza mejor, porque a los cuadros hay que experienciarlos”.

Mendanha agregó: “Siempre nos interesa encontrar diversos niveles de comunicación en los detalles y en la forma en que está hecha, son todas cosas para comunicar, podés comunicar solo con la imagen o adentrarte más, esta es una forma de tratar de ser populares”.