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El Mundo 25 de febrero de 2025

Ilan Pappé: “La solución para Israel y Palestina no pasa por la existencia de dos estados”

El historiador israelí, contrario al sionismo, es un firme defensor de "la creación de un único Estado secular en la región histórica de Palestina en el que convivan en igualdad tanto árabes como judíos".

Ilan Pappé.

Por Jose Oliva

El historiador israelí Ilan Pappé, que acaba de publicar el ensayo ‘Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina‘, considera que la solución al conflicto en la región “no pasa por la existencia de dos Estados”, aceptada ampliamente por la comunidad internacional y la ONU.

Fuertemente contrario al sionismo, por lo que tuvo que instalarse en Reino Unido, donde es profesor de Historia en la Universidad de Exeter, Pappé es un firme defensor de “la creación de un único Estado secular en la región histórica de Palestina en el que convivan en igualdad tanto árabes como judíos”, dijo en una entrevista con EFE.

En opinión del historiador israelí, “la solución de los dos Estados está muerta”, y se debe apostar por una solución basada en la igualdad y en la democracia, es decir con “un Estado democrático, desde el río Jordán hasta el Mar Mediterráneo, en el que la gente sea igual, independientemente de su religión o identidad étnica”, si bien, reconoció que ésta no es hoy una solución realista.

Un conflicto centenario

En ‘Breve historia del conflicto entre Israel y Palestina‘ (Capitán Swing), Pappé defiende que el conflicto palestino-israelí no comenzó el 7 de octubre de 2023, ni tampoco en 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania, ni en 1948, cuando se declaró el Estado de Israel.

Para el autor, el conflicto palestino-israelí comenzó en 1882, cuando los primeros colonos sionistas llegaron a lo que entonces era la Palestina otomana.

Fue después del Holocausto cuando Europa aceptó la creación de un Estado judío “en un país en el que ya vivía otra gente” para “hacerse perdonar” el antisimetismo y su actitud hacia los judíos, según Pappé.

Si la única forma de implementar un proyecto así era por la fuerza, “se ha demostrado que la única manera de mantenerlo es también por la fuerza y cada vez más intensa”, añade.

Un Estado israelí bíblico

Pappé, que llegó a recibir amenazas de muerte en su país, cree que después de Gaza, la violencia se concentrará en Cisjordania, porque “en el actual gobierno israelí hay fuerzas, los neosionistas, convencidas de que están ante un momento histórico para crear un Estado basado en el Antiguo Testamento y construir un reino judío que imponga miedo y respeto en la región”.

No oculta su preocupación por el futuro de los dos millones de palestinos que son ciudadanos israelíes y por la política expansionista del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu, que quizá a corto plazo se extienda a la Siria occidental y al sur de Líbano.

La situación en Israel es tan grave que muchos judíos israelíes se han marchado voluntariamente desde el 7 de octubre de 2023, y, aunque no se conocen las cifras, asegura que “hay periodistas muy fiables, con buenos contactos, que hablan de medio millón de israelíes que han dejado el país desde entonces”.

Trump, un factor negativo en el conflicto

Para Pappé, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca es “un factor negativo” en este contexto, porque “su idea de una solución para Gaza no va a funcionar, anima a la extrema derecha israelí a pensar en una solución que pasa por una limpieza étnica, y además transmite la impresión errónea de que Israel podría subsistir de manera aislada a nivel internacional”.

Aventura el autor que seguramente dentro de quince años “ninguna persona razonable apoyará un estado israelí que comete un genocidio en Gaza, una limpieza étnica en Cisjordania y que ataca a la mayoría de sus vecinos”.

De hecho, afirma con rotundidad que Israel “nunca fue una democracia”, porque “ocupa a millones de personas en contra de su voluntad y establece leyes que distinguen entre judíos y los que no lo son”.

La principal dificultad es, a su juicio, que las élites políticas europeas actuales “no se atreven a plantar cara a Israel”, pero cree que esto puede cambiar en el futuro, como sucedió con la Sudáfrica del apartheid.

EFE.