Es una de las historias más polémicas en el ambiente del fútbol y del espectáculo. A fines de 2013 Mauro Icardi inició un romance con Wanda Nara, quien hasta entonces era esposa de Maxi López, su compañero de Sampdoria. Todavía hoy se dice que el actual delantero de Inter no es convocado a la Selección Argentina porque los futbolistas del plantel no toleran semejante “traición”.

Ahora, en su autobiografía “Sempre avanti” (Siempre adelante), Icardi contó todos los secretos del mediático culebrón, dedicando un capítulo entero al inicio de su relación con la modelo argentina. En el libro, el delantero destaca que quien dio el primer paso fue Wanda.

El día previo a irme a una gira de amistosos internacionales en los Estados Unidos, recibí un mensaje de Wanda. Me sorprendió porque yo, generalmente, hablaba con Maxi, no con ella”, escribe Icardi, quien recuerda que le pidió si podía comprarle un nuevo iPad en Estados Unidos.

“¿Quería ella realmente la tablet o estaba buscando una excusa para ponerse en contacto conmigo?”, se preguntó entonces el delantero.

A su vuelta a Italia, y tras ese primer contacto, Icardi recuerda que “nos enviamos mensajes de texto muchas veces y en esos días empezamos a hablar con un poco más de libertad”.

Según el mismo futbolista, el instante que prendió la mecha del amor entre ambos fue cuando Wanda Nara invitó a Icardi a un paseo en barco junto a Maxi López, Gonzalo Bergessio y su esposa, por las islas Eolias.

“Cuando estaba descansando y escuchando un poco de reagge, de repente vino Wanda y se sentó a mi lado sin ninguna vergüenza. En ese momento su relación con Maxi López estaba terminando”. Así terminó la relación de Nara con el rubio delantero y empezó otra con la por entonces joven promesa del fútbol argentino.