Con una semana en Mar del Plata ya todos conocen el apego por el catolicismo de Angel Guillermo Hoyos. el flamante entrenador de Aldosivi. “Bendiciones” es un saludo que se escuchó seguido en el predio aldosivista durante los últimos días. Dicen que esa suele ser una de las “muletillas” de un técnico que es devoto de la Virgen de Lourdes. De hecho antes de viajar desde Barcelona a Mar del Plata, para asumir en Aldosivi, Hoyos viajó a Francia para agradecer a la virgen.

En su primer partido al frente del plantel portuense Hoyos dispuso llegar temprano al estadio José María Minella, en la previa de su partido frente a Defensa y Justicia. A las 9.25 Aldosivi ya estaba en el Mundialista. Antes de lo que sucedía en el ciclo de Gustavo Alvarez aseguran empleados del club.

Hoyos no confirma el equipo en los días previos a un partido. Ni siquiera a sus propios jugadores. Por eso llegaron todos al estadio temprano y recién allí dio los nombres de los once que saldrían al campo de juego. Sorprendió entonces la aparición de Leandro Maciel, cuando en la semana había trabajado con Francisco Grahl en su lugar.

Ya en el estadio, Hoyos se tomó el tiempo necesario para hablar en forma particular con cada uno de sus dirigidos. Los mismos a los que en la conferencia de prensa post partido les agradeció en reiteradas oportunidades por la entrega.

“Quiero resaltar sobre todo, más allá de los sistemas o las formas de juego, que los jugadores dejaron la cancha vacíos, porque cada jugador dejó todo en la cancha. Inclusive, más de lo que tenía para dar. Eso habla del gran grupo humano que tenemos . Grandes seres humanos al servicio de un colectivo”, resaltó Hoyos en la zona de vestuarios.

“Nos fuimos acomodando al partido. Ellos tenían una movilidad y circulación muy importante entonces fabricaban espacios. El toque y la movilidad son importantes en el fútbol. A nosotros nos costaba poder llegar pero así y todo el equipo se recuperó y por momentos fue protagonista. A veces no podés hacer lo que vos querés. A veces te llevan a jugar a tu campo por la superioridad física o técnica del rival. Tenés que saber jugar en distintas zonas del campo, cómo hacerlo en cada lugar”, agregó a la hora del análisis.

“Más allá del triunfo lo más importante es la entrega que demostró el equipo. No ganamos solamente tres puntos, ganamos muchísimas cosas más. Los tres puntos nos hacían falta y nos dan tranquilidad. Pero ganamos mucho más en valores y eso no se hipoteca. En Aldosivi encontré un plantel con una predisposición muy grande. Siempre predispuesto al trabajo. Hoy nos llevaron a jugar en distintas zonas del campo y el jugador dejó el alma. Tenemos la ilusión de seguir creciendo”, finalizó el entrenador de Aldosivi. Un Hoyos que madrugó y tuvo su premio.