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Interés general 24 de abril de 2019

“Hogar de Cristo”, obra del padre Pepe Di Paola, llega a Mar del Plata

La Familia Grande Hogar de Cristo es una red de centros barriales que trabajan en los problemas de adicción en las zonas más vulnerables de todo el país.

El padre Pepe Di Paola, rodeado de voluntarios en un festejo del Hogar de Cristo en la localidad de Luján.

 

El mes pasado la Familia Grande Hogar de Cristo cumplió 11 años de trabajo en todo el país. Lo celebró en Luján, donde se encontraron participantes de las decenas de centros barriales que se encuentran distribuidos en 13 provincias. Referentes de Mar del Plata participaron del encuentro, trayendo una buena noticia: un Hogar de Cristo también está dando sus primeros pasos en la ciudad.

La problemática del consumo de sustancias es una dura realidad que atraviesa a la sociedad completa. Sin embargo, se hace particularmente difícil en las zonas más vulnerables. En los barrios, en las villas, en las cárceles. La falta de recursos no es solo material. A veces también falta alguien a quien recurrir, una persona a la que preguntarle las dudas, o alguien con quien hablar. Para todo eso, además de para trabajar en la recuperación, están los Hogar de Cristo.

Es feo estar solo

Un Jueves Santo del 2008 el entonces Cardenal Bergoglio se acercó a la Villa 21.24 a lavarle los pies a los jóvenes que estaban trabajando en su recuperación de las drogas, dejando inaugurado el primer Hogar de Cristo. El Padre Carlos “Charly” Olivero, que trabaja en la villa desde el 2002, se ríe al recordar que no pudo conseguir 12 jóvenes para esa Misa. “Iba a ir el Obispo, la tele, les tenían que lavar los pies… Recorrí todo el barrio y solo conseguí siete, seis varones y una chica. Ahora que es Papa a todos les hubiera gustado estar”, bromea.

En la villa 21.24, ubicada al sur de la Ciudad de Buenos Aires, viven 80 mil personas en 60 hectáreas. Las realidades son diversas, pero están atravesadas por algunas problemáticas comunes; la droga es una. También es una realidad el hambre, la pérdida y la soledad. No muchos se preocupan por lo que le pasa a los pobres. “Uno lo vivió en carne propia, yo no me olvido de donde vengo. Yo también estuve en la calle, yo también estuve detenido, y es feo estar solo”, relata uno de los voluntarios de la Villa 21. Está vestido de payaso mientras cuenta su historia: está participando como animador en los festejos por los 11 años de Hogar de Cristo.

Él llegó al hogar acompañando a su hermano. Había estado detenido en reiteradas ocasiones desde los 14 años, tenía problemas de consumo, vivía en la casa de su padre. Acercarse junto a su hermano le permitió encontrar un lugar donde participar y salir adelante él mismo. “Yo no fui a buscar ayuda, y en el transcurso de los días mientras lo acompañaba a él me encontré con una familia muy linda, encontré afecto, amor, amigos, y hasta un hijo que hoy tengo”, relata. Ahora que su vida está más equilibrada, ayuda a otros: es referente para los jóvenes que están privados de su libertad. “Voy a Ezeiza, Devoto, Carlos Paz. Los vamos acompañando a la Casita Libertad, los acompaño al juzgado, a la defensoría, a hacerse el DNI… Cuerpo a cuerpo como dice el padre Charly”.

Aceptar la vida como viene

“Aceptar la vida como viene significa que estamos acostumbrados a una sociedad con formularios, condiciones, y nosotros tratamos de eliminar todo ese tipo de cosas que impiden que la persona se acerque así como está, con lo problemática de su vida. Lo abrazamos, le decimos que lo queremos, y que también tiene mucho para dar” resume el Padre Pepe Di Paola, fundador y presidente de Hogar de Cristo. Ese es el verdadero espíritu de esta “Familia Grande”. “No se puede encajar la vida de las personas dentro de las estructuras, sino que hay que aceptarla tal como llega. Esa es la Iglesia que Jesús fundó, la Iglesia del Pueblo”.

En esa idea, todos son aceptados con lo que pueden dar. Para participar de la propuesta no hace falta ser profesional, ni cumplir ninguna condición, más que tener ganas de colaborar con otros. “A todas las personas que se van a acercando los invitamos a hacer lo que más les gusta, porque eso es lo que le va a dar la perseverancia en el tiempo”, asegura Alejandro, miembro de uno de los Hogares de Cristo de Entre Ríos. Llegó en el 2015 con problemas de adicciones a través de La Noche de la Caridad. Empezó a colaborar porque le encanta cocinar. Eso, poco a poco, lo fue ayudando en su recuperación. “El hogar para mí fue toda una experiencia, porque vivía lo que ya había vivido en mi infancia, porque yo era uno de los chicos que iba a buscar la comida al colegio cuando entregaban. Y eso me fue atrapando. Y también invitar a la persona y decir que todos tenemos algo para hacer y es muy importante que cada uno haga lo que más le gusta. Yo estuve un año y medio coordinando la Noche de la Caridad, porque a mí me encantaba cocinar, y eso fue lo que me hizo seguir”, relata.

“A veces hasta acercarse a tomar un mate nos hace muy bien a nosotros, que tenemos la necesidad de compartir , de hablar, de que alguien nos dé un abrazo, que nos contengan de alguna manera. Todos tienen algo que aportar”, concluye Alejandro.

Para saber más sobre Hogar de Cristo, es posible hacerlo a través de su página web: hogardecristo.org.ar .

“10 mil Sonrisas”

El próximo domingo se llevará a cabo la primera edición de las “10.000 Sonrisas en Aquarium” y FUNDAMI (Fundación Hospital Materno Infantil) fue la institución elegida para donar todo lo recaudado en entradas. Dicho parque de la zona del Faro abrirá sus puertas a un precio solidario, de 200 pesos, para que todos los que se puedan sumar a esta importante causa concurran y disfrute de un día de familia. Podrán ver las 3 exhibiciones principales (delfines, lobos y aves), la película de nuestro Centro de Rescate y realizar el recorrido por las 9 hectáreas del parque visitando los recintos de aves, lémures, nutrias, tortugas, pingüinos, peces y tiburones. Las entradas se podrán comprar de forma anticipada en página web www.aquarium.com.ar o el mismo día en la boletería del parque. Todo lo recaudado en entradas será donado a FUNDAMI. El parque estará abierto de 10 a 18, y se permitirá ingresar hasta las 16.