Hugo Ramón Espinosa (45) fue detenido en la tarde del viernes acusado de asesinar a su amigo Gastón Nahuel Echeverri (33) a solo unos metros de su casa del barrio Libertad. Y la orden de imputarle el crimen fue de la fiscalía N°1, la misma que hace casi una década no solo le atribuyó otro homicidio similar sino que logró una condena.

La historia de Espinosa está rodeada de violencia, marginalidad y narcomenudeo, y tiene su epicentro en el barrio Libertad, donde como algunos retrataron con simbólica ironía, pasa sus días libres cuando deja la prisión.

En la mañana de este sábado fue trasladado al segundo piso de Tribunales donde el fiscal Ramiro Anchou le formalizó la imputación por el homicidio de Echeverri y le ofreció la posibilidad de prestar declaración indagatoria, aunque Espinosa se negó a hacerlo. No le resultó un despacho desconocido porque allí había estado en el año 2014, también acusado de un asesinato.

Si bieno Espinosa no declaró se cree que era amigo de Echeverri pero se trataba de una amistad conflictiva, con peleas permamente. Que eran conocidos no quedan dudas ya que ambos fueron detenidos el 26 de julio último durante una serie de allanamientos por el violento asalto contra un jubilado de 81 años en el mismo barrio Libertad. Cuatro días antes la víctima había sido despojada de herramientas, una bicicleta y otros valores de su domicilio.

Echeverri y Espinosa quedaron en libres luego de que avanzara la investigación, y vecinos de la zona oeste de la ciudad los veían frecuentemente juntos. A Echeverri le decían “El Rubio” y tenía problemas de consumo de estupefacientes, según refirieron los testigos. Espinosa, si los tenía, no los daba a conocer. En las proximidades de la casa de Espinosa y de donde apareció el cuerpo de Echeverri, el narcomenudeo está anclado como parte de la dinámica de un barrio que lucha desde hace años por salir adelante. Y donde hay drogas, hay confrontación, deudas, promesas incumplidas, armas, sangre y muerte.

Policías trabajando en el homicidio de Echeverri.

El pasado

A unas pocas cuadras de Fermín Errea y Necochea, donde apareció el cuerpo apuñalado de Echeverri este jueves, el 6 de abril de 2014 Espinosa atacó a tiros a dos hermanos, Santiago y Sergio Sartorio.

Espinosa circulaba en un automóvil cuando al llegar a Brandsen al 9700 se detuvo frente a los dos hermanos y efectuó varios disparos. Santiago, de solo 17 años, murió en el acto porque uno de los proyectiles le ingresó por la espalda y le atravesó órganos vitales. Su hermano sufrió lesiones en las piernas. El hecho de que el balazo impactara en la espalda del adolescente dejó de manifiesto que intentaba alejarse de Espinosa.

La presencia de varios testigos, porque el ataque ocurrió en horas del mediodía, fue suficiente para que se lo identificara a Espinosa y se lo detuviera en las horas siguientes. Sin embargo en enero de 2015 la Justicia le otorgó el arresto domiciliario con monitero por tobillera que Espinosa se comprometió a cumplir en la “otra punta de la ciudad”, en el barrio Parque Independencia.

Allí más de un año a la espera de que se inicie el juicio en marzo de 2016, un juicio en el que todo se orientaba hacia una condena de varios años de prisión. Pero el 29 de febrero, a la madrugada, Espinosa se arrancó la tobillera y se fugó.

El debate oral debió suspenderse mientras la policía intentaba localizar al prófugo. Durante varias semanas se recolectaron datos que lo ubicaban en distintos lugares de la ciudad hasta que el 24 de mayo lo encontraron a solo una cuadra de donde había atacado a tiros a los hermanos Sartorio. Entonces fue detenido y en noviembre de 2016 la fiscalía suscribió un acuerdo de juicio abreviado por una pena de 10 años y 8 meses de prisión.

En principio la familia Sartorio se negó, pero el juez Fabián Riquert avaló el acuerdo y le fue impuesta una pena que debía vencer el 9 de septiembre de 2024. La Justicia de Ejecución entendió tiempo atrás que la ley establecía un beneficio de régimen abierto y que Espinosa podía acceder a él.

Por ese motivo Espinosa regresó al barrio Libertad y retomó su vida rodeada de conflicto y violencia, hasta involucrarse en hechos delictivos como el del mes de julio, cuando fue detenido junto a Echeverri. Finalmente el jueves último, según la hipótesis del Ministerio Público, Espinosa mató a puñaladas a su amigo Echeverri.