“Hijos nuestros”, un retrato del fanatismo desmedido en el fútbol argentino
La película muestra las penurias de los hinchas fanáticos que solo encuentran la felicidad en el resultado deportivo del club de sus amores.
por Sebastián Meresman
El fanatismo argentino por el fútbol tiene “un componente autodestructivo” que funciona como “una especie de masoquismo”, afirma a EFE Nicolás Suárez, director de “Hijos nuestros”, película que retrata el lado más oscuro del fútbol.
“Hijos nuestros” narra la historia de Hugo, un fanático de San Lorenzo de Almagro que tuvo un paso fugaz por el fútbol profesional en su juventud y ahora es un solitario taxista que solo siente amor por una cosa: su equipo.
“Vemos y observamos que (en Argentina) hay un sentimiento muy fuerte, un apasionamiento casi único te diría en el mundo. Pero a la vez eso tiene como un componente autodestructivo o una zona un poco más oscura”, dijo a EFE Suárez, director de la película junto a Juan Fernández Gebauer.
“Ese fanatismo extremo en un punto casi llega hasta una especie de masoquismo. La idea fue retratar la complejidad de esos sentimientos”, explicó Suárez, que también escribió el guión.
El director, que al igual que el personaje principal sufrió una lesión que lo alejó del fútbol, aseguró tener una “relación fuerte con el fútbol”, pero reconoció que en los últimos años adoptó “una postura más crítica de todo lo que pasa alrededor del fútbol”.
Hugo, un ermitaño taxista cuya vida gira en torneo a San Lorenzo, tiene problemas para relacionarse con otras personas por su fanatismo desmedido por su equipo.
“Este hombre está sin rumbo en la vida más que el que le indican los pasajeros en un taxi. Está con una soledad tremenda y su gran pasión es San Lorenzo. Es un hincha ferviente. Su cabeza está puesta en eso. Es lo que lo sostiene y lo que lo mantiene vivo”, explicó Carlos Portaluppi, el actor que interpreta a Hugo.
“El fútbol es una cuestión universal. Las pasiones se despiertan en todos lados. Nosotros, los argentinos, la tenemos muy presente, pero es un tema universal”, dijo Portaluppi.
El protagonista, al igual que los fanáticos más fervientes, organiza su semana y su vida de acuerdo a los partidos del club de sus amores, y solo se relaciona con personas que compartan su misma pasión.
“El fútbol es eso que se ve en la pantalla, pero también es una manera de llegar al domingo, una manera de salir de los partidos y una manera de dar lugar a las cosas en la vida cuando las otras cosas en la vida no encuentran un lugar”, analizó Ana Katz, que interpreta a Silvia, una mujer que irrumpe en la vida de Hugo.
“Cuando aparece la violencia y las piñas me parece que ahí sí habla de una enfermedad mental colectiva que se expresa a través del fútbol, como se puede expresar también a través de las guerras. En la película se muestra lo bueno del fútbol y también las carencias que lo rodean”, explicó.
En la película, Hugo lleva al hijo de Silvia a una prueba en San Lorenzo para que pueda cumplir su sueño de ser jugador de fútbol.
Valentín Greco, que interpreta al hijo de Silvia de 13 años, dijo a EFE que se siente “representante” de los miles de chicos que sueñan con triunfar en el fútbol.
“Hijos nuestros”, que cuenta con la participación del actor uruguayo Daniel Hendler, retrata las penurias de los hinchas fanáticos que solo encuentran la felicidad en el resultado deportivo del club de sus amores.
EFE.