Herrero: “Tenemos que ser con Brasil socios exportadores de vehículos y de partes para el mundo”
El titular de Adefa la situación productiva en la pandemia, la necesidad de abrir nuevos mercados, la competitividad local y la necesidad de un plan de incentivo para la compra de cero kilómetros, entre otros temas.
El presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), Daniel Herrero, planteó formar una asociación estratégica con Brasil para ser exportadores de vehículos y partes al mundo, definiendo especializaciones sin duplicar localizaciones ni plataformas, y con una mirada de complementación.
En su primera entrevista como presidente de Adefa, analizó con Télam la situación productiva en la pandemia, la necesidad de abrir nuevos mercados, la competitividad local, el futuro de las inversiones y la necesidad de un plan de incentivo para la compra de cero kilómetros.
Los siguientes son los principales tramos de la entrevista con el también presidente de Toyota Argentina:
– ¿Cuál es la actualidad productiva del sector en este contexto de pandemia, con casi todas las terminales recuperando su actividad plena?
– Con el Gobierno y los sindicatos trabajamos en protocolos muy estrictos y hoy todas las terminales están produciendo, la gran mayoría a ritmo normal e incorporado gente. La ola del efecto en la industria automotriz de países que pasaron antes por la pandemia, como Europa o China, muestra una salida con uso mayor de vehículos individuales, y esperamos que ese mismo efecto se dé en Latinoamérica y nos permita crecer un poco más en exportaciones.
Septiembre viene un poco mejor, todos estamos fabricando un poco más. Está mejor Latinoamérica, especialmente Brasil, y se ven algunas tendencias positivas. Hoy tomamos el compromiso con el Gobierno de producir 250.000 unidades (en 2020) y estar en un mercado de ventas cercano a las 300.000, pero si se dan las condiciones, la industria va a tratar de fabricar la mayor cantidad posible.
– ¿Ese reciente compromiso de reactivación se extiende al mediano plazo?
– Ese acuerdo demuestra una madurez, un consenso y diálogo que le hace muy bien a la industria. Con el sindicato asumimos el compromiso de no despedir y de incorporar para producción, y con el Gobierno que necesita generar más dólares tomamos el compromiso de mayores exportaciones. Pensando en la cadena de valor a futuro asumimos un mayor porcentaje de producción local para el mercado doméstico y trabajar seriamente en los proyectos futuros de localización para ir hacia la visión 2030. Pero todos tenemos que entender que Argentina es un polo automotriz netamente exportador, y hay que desarrollar destinos nuevos o mejorar los que tenemos para incrementar los volúmenes y equilibrar la balanza en el mediano y largo plazo.
– ¿Con la actual capacidad ociosa y el contexto macroeconómico se puede pensar en nuevas inversiones?
– Hay una capacidad ociosa probablemente del 65%, pero más allá de eso, hay inversión que se va a hacer para prepararse a futuro, hay modelos nuevos que están viniendo prácticamente en todas las terminales. Argentina tiene posibilidades de ser uno de los productores de automóviles de Latinoamérica pero de manera inteligente. Nos tenemos que especializar en algunas cosas, decidir qué componentes vamos a localizar.
También convertirnos en un socio estratégico con Brasil, no duplicando localizaciones o plataformas, en convertirnos en socios exportadores de vehículos y de partes para todo el mundo. Insisto con el diálogo para decidir qué hacemos en un lado y en el otro, generar escala para ser más competitivos y salir mas allá de nuestras fronteras.
– ¿El futuro entonces no es la competencia sino la complementariedad?
– Si analizamos a Brasil como socio estratégico, se lleva más del 60% de lo que exporta la Argentina y somos su principal destino. Entonces el gran secreto es cómo nos complementamos y buscamos ese equilibrio en términos de intercambio, que nos va a permitir ser sustentables. Si uno tiene siempre la balanza inclinada para un solo lado es insostenible. Dentro de eso es razonable pensar en los términos de intercambio y ver cómo podemos balancearnos.
– ¿Hacia el mercado interno cómo se puede tener vehículos más baratos y más accesibles?
– Es doloroso, pero cualquiera de los autos tiene una carga impositiva muy fuerte, con el mismo condicionante de la necesidad del Gobierno, mas en este esquema de pandemia. Entonces hay que buscar un esquema de previsibilidad a largo plazo que permita bajar esa carga tributaria y a la vez ir buscando escala para dar competitividad, buscar exportaciones para sacarnos del problema del tipo de cambio que tiene la industria automotriz, y trabajar en el desarrollo de toda la cadena de valor y de proveedores para tener una industria y competitiva.
– En ese sentido ¿Cómo está afectando al sector la restricción cambiaria de la economía?
– Eso genera algunas distorsiones, y es parte de lo que hay que corregir y se va a dar en cómo se mueva el mercado hacia adelante y cómo vayamos encontrando el esquema de contenido local y exportaciones que permiten conseguir un nivel natural del tipo de cambio. El Gobierno dio un paso fundamental con la negociación de la deuda, el próximo paso es la visita del Fondo, y si logramos trabajar desde ese lado y nosotros con un incremento del contenido local, podemos llegar a minimizar ese riesgo del tipo de cambio.
– ¿Se concretará el esperado plan de incentivos para la compra de vehículos?
– Hay que pensar hacia adelante y hablamos con el Gobierno que algún plan de financiación puede reactivar la industria y eso es parte del acuerdo. Lo estamos charlando. Las prioridades fueron correctas y totalmente adecuadas: uno no puede tener industria automotriz si no tiene cadena de valor, entonces toda la asistencia financiera ha sido dedicada a la cadena de valor del segundo y tercer anillo y sin esa asistencia financiera hubiese sido muy difícil hoy poner las terminales en marcha. Hoy con una industria más normalizada, podemos pensar en algún financiamiento para la compra de vehículos