“Le ponemos el pecho a esta temporada difícil”, aseguró Hernán Figueroa, el actor que, junto a Leandro Orowitz conforma una dupla que desde hace dos décadas se dedica a hacer comedia y desde hace 9 años, están presentes en los veranos marplatenses.

“Llevamos la antorcha de las comedias tradicionales argentinas” definió el artista que este año sube a escena de martes a domingos a las 21.30 con “Terapia para dos” junto a Orowitz y las actrices marplatenses Silvana Garcia y Gimena Vecchio. En este caso, el texto es de Federico Jimenez, el diseño de vestuario de Javier Peloni y la dirección y producción de Aldo Funes.

Un psicólogo tramposo, un paciente peligroso, una asistente vengativa y una esposa que está más allá de todo, se juntan para desatar un sinnúmero de situaciones disparatadas.

“Vinimos con un estreno de un autor argentino, que escribió el texto especialmente para nosotros, la empezamos y acá estamos. Tenemos la idea de quedarnos hasta el 28 de febrero”, sentenció el actor que valora que se se trata de una puesta que apela “a la risa y a lo emotivo” y con una temática “muy actual, pero que no tiene nada que ver con la pandemia”.

De todas formas, si se ve en escena “la nueva normalidad”. “No tratamos el tema del covid, pero en el escenario guardamos la distancia, en algunos tramos nos ponemos alcohol en gel en las manos, nos cuidamos, como nos acostumbramos a hacer en la vida”, indicó.

Junto a Orowitz han realizado varias temporadas de forma independiente con La Pulga en la oreja y en 2019 estuvieron en el teatro comercial con “Dos boludos en acción”, una obra que era un homenaje a “Mingo y Aníbal contra los fantasmas” aseguró. “Es una cuestión generacional, crecimos con ellos”, explicó.

Tanto en dupla como en forma individual, desde hace 20 años “nos las arreglamos para estar siempre haciendo algo, proponiendo, ensayando, creando, buscando. Es la única forma en este trabajo tan raro que es la actuación”, contó.

Desde la formación del dueto, en plena crisis de 2001, “pasaron 20 años y seguimos igual, en crisis, como siempre y como todos, pero siempre luchándola” reconoció.

En esa lucha constante, las recorridas por las calles y peatonales de la ciudad, los paseos por los halls de los hoteles para ofrecer funciones, las estadas en el lobby del teatro para sacarse fotos con el público, eran gran parte de la tarea de promoción, que este año también está muy reducida.

“Siempre fuimos de movernos. Este año es muy atípico y no lo podemos hacer. Pero seguimos estando, dos o tres horas antes de la función, en la puerta del teatro, conversando con la gente, haciéndola reir, invitándola al teatro. Siempre con barbijo y distancia, mostrando tranquilidad, con el cumplimiento de todos los protocolos, cuidándonos y cuidando a la gente, porque es nuestra fuente de trabajo” apuntó.