Por Hernán Kloosterman

En sus primeros días al frente de la Secretaría de Seguridad municipal, Horacio García no dejó pasar oportunidad de expresar que la articulación será la clave del éxito de su gestión. Aceitar los diálogos con la Nación, la Provincia y la Justicia es el primer objetivo que se plantea el funcionario de confianza de Guillermo Montenegro que llega con amplia experiencia en Capital Federal y Gran Buenos Aires.

“Hay que tener muchas ganas de escuchar, de analizar y de resolver”, propuso en diálogo con LA CAPITAL y evitó responder a las críticas que ya recibió por no ser de la ciudad y no tener profundo conocimiento del territorio. “Voy a poner toda mi voluntad de trabajo”, prometió. Y en su primera evaluación, remarcó que “evidentemente, el marplatense no se ve seguro”.

-¿Cuál es el principal desafío?

-Principalmente el de entender que los temas de seguridad no se resuelven de un día para otro. La magia, en seguridad no existe. No existen los salvadores, lo único que se puede aportar es cierta experiencia, mucha capacidad de escucha y resolución. En esta tríada es donde se define el perfil de una gestión. En la Secretaría de Mar del Plata hay dos ramas claras que sintetizan la labor que es la articulación. Cuando se tiene la realidad que se tiene con los recursos del municipio, hay que entender que hay que articular con el Gobierno nacional y el provincial. El sustento básico que es el policía, no está en la órbita del municipio, por lo tanto la articulación es fundamental. La otra rama que me parece principal es la Justicia. Todo lo que hagamos en el plano de Seguridad va a tener un impacto en lo que es Justicia. Si la Justicia no acompaña, es muy difícil que el vecino vea que algo empieza a generar el cambio. Lo que tenemos que hacer es empezar a juntar estas dos grandes ramas.

-¿Cómo se logra?

-Hay que acercarse. Los operadores judiciales generan temor en mucha gente: no se habla con la Justicia. Vengo de ese mundo. Me parece que se pueden lograr resultados interesantes del Estado. Hay que escuchar claramente los reclamos de la sociedad. Se habla mucho del plan de seguridad integral. Es un gran número de medidas que se condensan en un plan. Yo puedo imprimir un plan de seguridad tipo y venir y presentarlo. Pero sería un caradura. Lo interesante es que el plan lo armemos entre todos. Dónde nosotros vemos los problemas y qué solución se les da. Pero hay que tener muchas ganas de escuchar, de analizar y de resolver.

-¿Qué evaluación hace de la situación de la seguridad en Mar del Plata?

-Evidentemente, el marplatense no se ve seguro. Lo que veo es que para hacer un diagnóstico definitivo y serio, hay que escuchar. Pero hay cosas que se pueden empezar retocando y van a ver cómo lentamente se van a poder realizar acciones junto a la Policía y la Justicia que van a demostrar que empezamos a trabajar este largo camino.

-A veces se suele comparar a la periferia de Mar del Plata con áreas del conurbano. ¿Ve similitudes?

-No abordé el lugar donde supuestamente se habla de esa conurbanización. Esas características no las vi en vivo y en directo. Vi lugares con complicaciones desde el punto de vista urbanístico, carencia de viviendas o servicios. Todavía no he visto todo. Hay que ir a los lugares hablar con la gente y ver qué mejoramos. El espacio público cuidado es muy importante. Lo que la experiencia marca es que cuando el espacio público está cuidado, el que se siente inseguro es el delincuente.

-La primera crítica que recibió es que no es de la ciudad. ¿Cómo lo evalúa?

-Los funcionarios públicos tienen que tener voluntad de trabajo. Yo trabajo y voy a poner mi voluntad al igual que el pequeño grupo que me acompaña. Estamos trabajando muy firme atendiendo las distintas demandas, viendo situaciones. Hablé con las autoridades policiales de Mar del Plata y vi una predisposición magnífica para trabajar.

-Usted y Montenegro tienen experiencia en Capital Federal. ¿Es difícil pensar en algo similar para Mar del Plata?

-Soy un convencido de que lo que hay que generar es un sistema. El gran problema argentino es sistémico. Hay que generar un sistema donde los marplatenses se ponen de acuerdo en qué cosas se permiten y qué cosas no se permiten. En qué lugar se permiten y en qué lugar no. Esto lo tenemos que hablar, de cara a la sociedad y a toda la dirigencia política. Yo sé que todos los dirigentes políticos de la ciudad están bien intencionados. Entonces, sentémonos. ¿Qué problema hay entre uno que piensa parecido y uno que piensa un poquito distinto? Si tenemos que resolver un tema puntual, ¿cuántas soluciones podemos tener para ese tema? Pongámolas sobre la mesa. Quedémonos en ese lugar hasta que tengamos una solución.

-¿Con qué se iría conforme al terminar su gestión?

-Como siempre, uno marca etapas. Reconstituir las relaciones y hacerlas funcionar. Que estas articulaciones de las que hablo que estén plenas y que con la Nación, con la Provincia, con la Justicia, se empiece a trabajar en mesas comunes y se aporten soluciones, paulatinas. Ese es un primer paso interesante. Otro es hacer funcionar bien los cuerpos propios de la Secretaría.