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Deportes 2 de marzo de 2018

“Hay que buscar una nueva identidad como equipo”

Pese al presente borroso de Quilmes, el entrenador Javier Bianchelli confía en su trabajo y en sus jugadores para salir adelante.

por Marcelo Solari
@SolariMarcelo

Siempre es el primero en dar la cara cuando le toca perder a su equipo. Y en los últimos partidos, Quilmes ha perdido bastante más de lo que ha ganado. Pero nunca en la forma en que cayó frente a San Martín de Corrientes, 88 a 85, luego de disfrutar de una ventaja máxima de 32 puntos. Por eso, se imponía hablar con el entrenador Javier Bianchelli, quien intenta encontrarle una explicación a esa derrota, al presente del equipo y confía en reencontrar el rumbo lo más rápido posible. Si es cierto que creer es poder, habrá que tenerlo en cuenta.

– ¿Qué explicación le encontrás a esta derrota?

– Sé que no tiene que ver con lo basquetbolístico y sí con lo anímico. Está relacionado con no poder valorar el trabajo que se hace bien durante 1, 2 o 3 cuartos. El equipo no lo asimila, no se hace fuerte con eso. Pasa mucho por la cabeza. Si bien nuestro mal de juego es defensivo, eso también es más que nada una cuestión más mental que de básquet.

– ¿Se lo puede definir como una cuestión de confianza por no poder ganar?

– Siempre se habla de eso cuando los equipos están mal. Que no saben ganar o que se acostumbran a perder. Quiero creer que no es así. Sigo teniendo en mi cabeza buenos partidos, buenos comienzos de partidos y nuestra labor en la Liga Sudamericana, que parece que fue hace un año y apenas pasaron tres meses. Ahí pasamos a las semifinales y le jugamos de igual a igual a Guaros de Lara. Estuvimos ahí (N. del R.: fue derrota 88 a 85) con el equipo que después ganó el título.

– ¿Cuál es el camino a seguir?

– Hay que buscar una nueva identidad como equipo porque se ha renovado nuestra imagen. Para mal. Al principio de la temporada éramos un equipo de mitad de tabla que si hacíamos bien las cosas y trabajábamos, podíamos ir para arriba. Hoy, la realidad marca que somos de abajo y tenemos que luchar para salir del fondo. Es fundamental reconocer el problema, nuestra actualidad y actuar rápido porque sino vamos a complicarnos aún más. Yo espero que no pase, pero esta derrota -se los dije a los jugadores- tal vez la vamos a lamentar más adelante. Porque estos rivales, como San Martín, Quimsa o Instituto, nos dan un plus. Y dejamos pasar una oportunidad muy grande.

– Desde afuera da la impresión de que el plantel tiene potencial como para estar más arriba. ¿Coincidís?

– Es un poco la imagen de lo que uno ve. Por ejemplo nos pasa a nosotros, los entrenadores, cuando vemos a un jugador que tiene condiciones y le vemos potencial. Y pasa el tiempo y le seguimos viendo potencial y potencial, hasta que llega a los 30 años. Entonces, hay algo que no lo dejó dar el siguiente paso o explotar. Esperamos que no sea nuestro caso. Me parece que tenemos buen material. Estoy conforme con el plantel y, dentro del presupuesto que tenemos, si volviese a empezar la temporada, elegiría a los mismos jugadores. Tenemos el equipo que podemos tener y que queremos tener.

– ¿Cuál es el verdadero Quilmes?

– Me cuesta definirlo. Es muy difícil hacer un análisis de quiénes somos. Tenemos que seguir trabajando y encontrar el rumbo, especialmente para nuestro déficit, que es la defensa, un problema que se fue metiendo y ahora lo tenemos que erradicar. Nosotros mismos tenemos que vernos realmente. Identificar y saber qué hacemos bien y qué hacemos mal. Para mí es muy marcado, evidente. Cuando hacemos las cosas bien podemos jugar muy bien. Pero cuando las hacemos mal, jugamos muy mal. Sinceramente, no somos el del primer tiempo. Ni tampoco tenemos que ser el del segundo tiempo.

– Una vez identificado el problema, ¿cómo se lo resuelve?

– Nuestras cosas buenas tenemos que capitalizarlas. Nos salen naturalmente y eso es bueno. Sabemos que de una forma u otra siempre anotamos más de 80 puntos. Tenemos que apoyarnos en eso y potenciarlo. Si se puede, hacerlo más prolijo. Y atrás, enfocarnos primero individualmente y después, ver en qué se transforma la defensa de equipo cuando empezamos a dudar.

– ¿Te sentís respaldado? Por la dirigencia, la gente, los jugadores…

– Honestamente, el único respaldo que necesito hoy es la tranquilidad interna de trabajar, de tratar de llevarlo a la práctica y ver si sirve o no. Siento el respaldo de los dirigentes y quiero destacar el esfuerzo que hizo el presidente del club, Pablo Zabala, para traer de regreso a Ricky Sánchez a través de un sponsor en un momento muy jodido. A nosotros nos hacía falta. Yo soy de Quilmes, así que lo de la gente no me sorprende para nada. Ni cuando ganamos ni cuando perdemos. Además, el quilmeño verdadero siempre tiene esperanza. Y sí, también tengo el respaldo de los jugadores. No tenemos el problema de que tenemos el partido perdido antes de entrar a jugar. Al contrario. Casi siempre competimos. Contra todos. Pasa por otro lado.

– ¿Cuáles son tus sensaciones?

– Confío en poder reencauzarlo y lograr volver a ser quienes somos realmente porque ésta no es la imagen del equipo que quiero ni que imaginaba. No estuvimos fuertes de la cabeza y cuando llegaron los resultados adversos no logramos sobreponernos. No me gusta verme en esta posición pero estoy tranquilo con mi trabajo. Si no hiciéramos algunas cosas bien, jamás hubiésemos podido hacer ese primer tiempo contra San Martín. Lo más importante a esta altura, me parece, es volver a creer en nosotros mismos.