Hagamos historia en General Pueyrredon
Ariel Martínez Bordaisco, nuevo presidente de la UCR local.
*Por Ariel Martínez Bordaisco
“Cuando la Patria está en peligro todo está permitido, excepto no defenderla”, decía San Martín. La idea es aplicable, porque quizá no sea la Patria lo que está en peligro, pero sí un sistema de valores que van a involucrar a las próximas décadas de nuestro país.
En 2015 el radicalismo impulsó la alianza Cambiemos con la convicción de que en todas las democracias desarrolladas del mundo el mecanismo que hace funcionar al sistema es la alternancia. Cambiemos representó para nuestro país un aire fresco que revitalizó la vida institucional.
Y el mejor ejemplo para graficar eso es hacer una lectura adecuada del escenario electoral actual: hoy no hay una ola de un solo partido que arrasa. El resultado de la PASO a nivel nacional, y también en Provincia de Buenos Aires, no describe un estado general del país. Casos como el de Jujuy o el de Mendoza; los municipios del interior de la Provincia de Buenos Aires y de muchas otras provincias del país, nos muestran que hoy el electorado no se deja llevar por ninguna tendencia, sino que analiza, siente y piensa su voto.
El municipio de General Pueyrredon es otro caso relevante. En Mar del Plata, principal centro urbano del partido, ganó Alberto Fernández y en Provincia ganaron María Eugenia y Maxi Abad en la quinta sección. En nuestra elección municipal, la fuerza política más votada también fue Juntos por el Cambio. No hay ola, hay un sistema político que se robusteció porque los valores de quienes gobiernan no son los mismos que los de antes: aferrarse a los cargos, o persistir generando negocios con el Estado. Eso no es lo que sucede hoy, y esto significa un aporte histórico de la actual coalición de gobierno.
Por eso, el domingo 27 no solamente hay que pensar en la gestión que vaya a asumir el 10 de diciembre, sino en qué forma le vamos a dar a nuestra democracia para los próximos años. Mauricio Macri será el primer presidente no peronista en finalizar su mandato desde 1928. Los legisladores que asuman serán los primeros en no tener reelección indefinida, lo mismo que los intendentes. Esos valores están en peligro, porque si un país no pudo sostener alternativas de poder en casi 90 años todo su sistema político está en serios problemas.
En este sentido, por primera vez en casi un siglo, Cambiemos fue la alternativa. La elaboración de una propuesta con un estilo y una concepción política opuesta al peronismo, que subordina la calidad institucional a su propia vocación de poder. Hubo dificultades, sin duda que las hubo. La economía no es todo el gobierno, pero es un nervio vital de la sociedad. Esos errores se deben corregir, y es posible hacerlo. Lo que no se puede cambiar es el modo de entender el Estado y la prepotencia con el que piensa distinto. Algunas de esas cosas se empiezan a ver por estos días.
Mar del Plata y Batán no quedan ajenas a esta tensión: necesitamos seguir adelante. Los vecinos de General Pueyrredon siempre votaron de acuerdo con convicciones muy sólidas, muy arraigadas en una tradición que nos define y que hizo de Mar del Plata la ciudad más importante de la Provincia de Buenos Aires. El radicalismo, con sus hombres y mujeres y con Maxi Abad encabezando la lista de legisladores garantizan esa tradición, esa identidad avalada en nuestra historia. Por eso, las únicas “olas” que conoce el marplatense y el batanense son las del mar.
Podemos cambiar, es bueno cambiar, pero para ser mejores. Para fortalecer nuestra identidad. Los valores de Juntos por el Cambio definen un modo de ser, y yo veo quiénes quieren ser los marplatenses y batanenses. Entre las opciones electorales no hay ninguna otra que la de Guillermo Montenegro que sea capaz de gestionar con esos valores en primer plano. No somos lo que no fuimos nunca, somos los que queremos vivir en paz, con respeto, con seguridad, con instituciones funcionando.
Hagamos nuevamente historia en General Pueyrredon.
*Concejal Juntos por el Cambio
Presidente UCR Mar del Plata-Batán