Guibert Englebienne: “Ni la educación ni los gobiernos van a la velocidad de la tecnología”
El marplatense que co-fundó Globant, líder global en la creación de productos de software innovadores, asegura que el futuro "se escribe en lenguaje de programación". El choque cultural, la política, las redes, la inteligencia artificial y el desafío de evolucionar dentro de "una democracia diseñada en la era analógica".
Guibert Englebienne, cofundador de Globant, empresa líder global en la creación de productos de software innovadores.
Por Gonzalo Gobbi
La tecnología vuelve posible hoy lo que hace un año y medio era inviable. Guibert Englebienne, cofundador de Globant en 2003, marcó en una entrevista con LA CAPITAL que “todos los aspectos de la vida están tocados por la tecnología”, mientras que, en paralelo, la educación y los gobiernos “van a otra velocidad” e incluso “la democracia es un sistema diseñado en la era analógica”.
Creció y estudió en Mar del Plata. Su familia está ligada al ecosistema productivo de la ciudad, como fundadora de “El Pato”, el tradicional comercio de Punta Mogotes. Pero Englebienne es un ciudadano del mundo. Su empresa, líder global en la creación de productos de software innovadores, está en 35 países y tiene unos 29.000 empleados. Sin embargo, tanto en él como en la compañía, hay ADN marplatense. De hecho, en el reciente 120° aniversario del Torreón del Monje, le entregaron el premio “Gen emprendedor marplatense”.
-¿Cómo empezó Globant el 2024 y sobre qué nuevas tecnologías están trabajando?
-Hay buenas tendencias tecnológicas que alimentan un montón de cosas para hacer, en particular el tema de Inteligencia Artificial, y más recientemente el spacer computing, en lo cual venimos trabajando hace tiempo. Nosotros trabajamos mucho en videojuegos, lo cual nos hizo una compañía muy capacitada para surfear la ola del metaverso y los mundos inmersivos. Con la aparición del Appe Vision Pro, empiezan casos de uso muy interesantes, y estamos ayudando a nuestros clientes a aplicarlos. Nuestro norte es ser la mejor compañía para ayudar a crear futuro para otros a través de la tecnología. Globant es especialista en todas las tendencias emergentes. Este año hemos sido reconocidos como la compañía que más crece.
-¿Cada avance abre un nuevo mundo?
-Completamente, más aún porque cada avance llega de repente y nuestros clientes necesitan a alguien que los guíe. La postura de Globant es ser un acompañante, el personal trainer que te saca a entrenar para que estés en forma. El futuro es muy desafiante y eso crea oportunidades. Ahora, a días del lanzamiento de Appe Vision Pro, estamos desarrollando con nuestra tecnología GeneXus el desarrollo de aplicaciones dentro de Vision Pro y ya lo estamos poniendo a prueba. Te obliga a moverte rápido para ayudar a los clientes a moverse rápido.
El emprendedor creció y creó su empresa desde Mar del Plata, la cual hoy está presente en 35 países con casi 29.000 empleados.
-¿Cómo reaccionan los clientes ante los avances tecnológicos más disruptivos?
-Como individuos tomamos decisiones sin necesidad de consenso. Pasó con ChatGPT, que cuando salió mucha gente se puso a probarlo, pero las organizaciones en general buscan consenso. Y esto toma tiempo. Entonces, mucho de lo que hacemos tiene que ver con hacerles ver qué oportunidades tienen con estas nuevas tecnologías. Hoy toda compañía puede convertirse en una fintech. Antes, el mundo fintech era una competencia, un barco ligero, pequeño y ágil que competía contra otro más grande. Hoy los servicios financieros pueden estar metidos en cualquier aplicación. Parte de ver eso nos obliga a sentarnos con directorios y CEOs, y desarrollar una idea para que ellos “la vean”; acelerar ese consenso.
-Cuando emergió con fuerza la Inteligencia Artificial generó sorpresa pero también cierta alarma. ¿Qué desafíos presenta? ¿Hacia donde va la IA?
-En realidad, la IA ya existía, pero aparecieron los grandes modelos de lenguaje que hacen que la computadora pueda comprender nuestro lenguaje y generar contenido basado en él. Lo comprende tan bien como entre nosotros, lo que hace que el lenguaje de programación del futuro sea el español, el inglés… no hace falta mucho conocimiento específico para conversar con una computadora y que saque algo útil a cambio. Esto expuso el poder de generación de contenido que tienen estas inteligencias en texto, audio, foto y video, pero también permite que la IA entre en áreas que antes no estaban sujetas a la información, como en la de legales o lo comercial.
-¿Y en la vida cotidiana de las personas como influye?
-De varias maneras. Por ejemplo, hace unos meses, cuando el Gobierno lanzó el DNU y el proyecto de “Ley Bases”, el gran desafío de la gente era comprender cómo le iba a afectar una ley de 600 páginas que hacía referencia a muchas otras leyes. Entonces, en 24 horas desarrollamos un chatbot que te permite conversar con ese proyecto y preguntarle cómo te va a afectar en tu economía, en el alquiler, la salud, el comercio exterior y demás aspectos, con respuestas inmediatas. Hoy podemos realizar ese tipo de conversación con cualquier documento dentro de una compañía. Todo esto no era posible hace un año y medio.
-Además de veloz, es poderoso, ¿verdad?
-Súper poderoso. Recién estamos empezando a descubrir estos casos de uso que hay para cada industria.
-¿Te deja de sorprender cómo evoluciona todo?
-Nunca. Globant es una perfecta máquina expendedora de asombros. Y eso está hecho por miles de globers en el mundo, donde cada uno tiene autonomía y dejamos que vengan con buenas ideas. Cuando dejás que tu equipo florezca y explore te ves muy sorprendido. Siempre van a sacar algo de la galera que uno no hubiera pensado. Es otro mundo, donde el futuro se escribe en lenguaje de programación
-¿Cómo es eso?
-Cuando era chico y tuve acceso a mi primera computadora, lo único que podía hacer era empezar a programarla. Hoy mis hijas prenden la computadora, tienen un montón de servicios, se entretienen y no piensan cómo funciona. Estamos inmersos todo el día, atados a un celular con aplicaciones que nos permiten vivir mejor. Pero eso no sería posible si no hubiera gente detrás de eso. Dominar la tecnología, entrenarse y no solo consumir el futuro sino conocer cómo construirlo, requiere dedicarse a comprender la tecnología. En el futuro, la humanidad se va a asociar cada vez más a la tecnología, utilizándola como un ayudante que va a extender mucho sus posibilidades. Tenemos el desafío de cómo hacer que todo el mundo lo adopte, porque la diferencia entre alguien que se apalanca en la tecnología y otro que no, a nivel individual y organizacional, genera un cambio fenomenal que cada vez va a ser más grande.
-La educación tiene un rol central en ese sentido, pero al mismo tiempo la transición se da en un momento complejo para la Argentina, ¿no?
-Es complejo en todo sentido. El sistema educativo no va a la velocidad que va el mundo, pero nuestros gobiernos tampoco porque no comprenden el cambio que se viene. Las instituciones y las creencias que tenemos son desafiadas todos los días por nuevas tecnologías que te sorprenden y te permiten hacer cosas diferentes. Incluso la democracia es un sistema pensado en una época analógica y hoy vemos lo que sucede con las redes sociales, la polarización, la información falsa y todo lo que afecta nuestra capacidad de tomar decisiones. Todos los aspectos de nuestra vida están siendo tocados por la tecnología.
-¿Y el gobierno de Javier Milei interpreta ese cambio?
-Desde el punto de vista comunicacional comprendieron muy bien muchas cosas. Si bien el gobierno no tiene en el Congreso todos los representantes que uno esperaría, indudablemente tiene un gran apoyo de la opinión pública. El poder se sostiene en gran medida en el uso de las redes sociales. Es un mundo diferente.
-Se dice que este gobierno ganó en parte las elecciones por el éxito que tuvo la campaña en las redes…
-Sin duda. Fue la primera elección en la que los jóvenes que no consumen medios tradicionales se informaron a través de lo que sus amigos compartían. Y para la política, poder entrar ahí requiere un gran trabajo en redes para que las personas decidan compartir tu contenido y luego eventualmente convencer a otros. Hay un factor de viralidad que hoy está muy aplicado a la política.
-¿Un buen trabajo en redes sociales puede compensar errores en la gestión?
-El trabajo en redes te hace ganar cierta base de apoyo, pero tarde o temprano el cambio aparece. En realidad, hoy todo se mueve bastante por lo discursivo. En los últimos años, de hecho, mucha gente ha apoyado a gobiernos basados en lo discursivo, pero no en los hechos.
-¿La industria del conocimiento necesita el empuje del Estado?
-Lo que necesitamos los emprendedores es reglas claras, que no nos muevan el arco. Pero además hay que mirar al mundo y ser competitivos con otros países. Hoy el conocimiento fluye y lo vemos en compañías como la nuestra, que está en 35 países. Es necesario mostrarse al mundo de manera competitiva.
El Torreón del Monje distinguió en su 120° aniversario a Guibert Englebienne con el “Gen Emprendedor marplatense”.
-Cuando comenzó Globant, el Distrito Tecnológico de Mar del Plata no existía. ¿Qué proyección tiene la ciudad en el sector?
-Los emprendedores, en general, van a lugares que tengan reglas claras, acceso a mercados y que sean agradables para vivir. Ahí Mar del Plata tiene todo para ganar. Es un gran lugar donde el talento quiere relocarse. Hace tiempo creamos nuestra oficina acá y, desde acá mismo, sin que la gente se tenga que mover, servimos a clientes de todo el mundo y la gente quiere quedarse porque es donde elige estar. Estamos en 12 ciudades en Argentina, reteniendo talentos en aquellos lugares donde la gente eligió estar. De hecho, nuestras oficinas a veces son creadas por gente que se había ido a Buenos Aires pero quiere volver a su ciudad. Así, hoy tenemos alrededor de cien oficinas alrededor del mundo, con unos 29.000 empleados.
-¿Cómo influye Mar del Plata en la identidad de Globant como empresa?
-Mar del Plata definitivamente me dio muchísimo. Es donde aprendí a emprender con mis viejos, en El Pato, y donde me fui templando. Me conectó con la naturaleza para explorar. El horizonte te anima a llegar a lugares lejanos. Esas son cosas que hoy llevo como emprendedor. Pensar a largo plazo, aprender a tomar riesgos y disfrutar. Mar del Plata es una ciudad con mucho disfrute. Tenemos un ADN que tiene mucho de Mar del Plata.