Un grupo de mujeres adultas mayores de Mar del Plata gestionó la construcción de un monumento que rendirá homenaje a las escritoras latinoamericanas y que, cuando se realice, se emplazará en la plaza Espora, ubicada en el barrio Caisamar. Esperan para su concreción que la comuna local autorice el comienzo de la obra.

Las mujeres integran el taller “Mujeres de la historia- Historia de Mujeres” del Programa Universitario de Adultos Mayores (PUAM) de la Universidad local. El taller está a cargo de la docente María del Carmen Valdez.

Docentes de la Malharro, alumnas y pioneras del proyecto.

Hace diez años supieron del vandalismo que habían sufrido las tres estatuas que rendían homenaje a Juana de Ibarborou, Gabriela Mistral y Alfonsina Storni, entonces ubicadas en la plaza San Martín. Esa destrucción fue el disparador para gestar un proyecto que fuera en contra del vandalismo, uniera a varias generaciones y enalteciera a las mujeres.

“Este es un taller en el que trabajamos sobre las inquietudes de las alumnas, estudiamos la vida y la obra de mujeres en distintos ámbitos de la cultura y el hacer, revalorizamos a la mujer y buscamos que la comunidad lo reconozca”, dijo Valdez a LA CAPITAL.

Tras varias ideas, se pusieron en contacto con docentes de la Escuela de Artes Visuales Martín Malharro y gestaron un concurso de arte que diseñara un monumento. Resultaron ganadores del certamen los entonces alumnos Lautaro Veliz y Virginia Gerez, hoy ya profesionales.

Con la maqueta de la pieza diseñada, el grupo de adultas mayores se encargó de buscar recursos genuinos para poder realizar la construcción. Así, pusieron en escena dos obras de teatro y escribieron dos libros. Lo recaudado por esas actividades se utilizará ahora para la compra de los materiales y para la edificación del monumento, que se llama “Montañas y ríos las separaron, las letras las unieron”.

“Tenemos el dinero como para pagar la obra, vamos a hacernos cargo de la realización”, dijo la docente y contó que los detalles finales estarán a cargo de los autores de la pieza.

El taller del que partió la idea tiene dieciséis años de vida. “Muchas de las mujeres que empezaron con este sueño murieron, es un proyecto en el que trabajamos con mucho amor”, agregó y consideró que cerca de sesenta mujeres adultas mayores participaron, en las distintas etapas, en la realización del proyecto.

Según Valdez, la obra busca “sensibilizar a la comunidad, valorar a los monumentos y trabajar con los jóvenes” con la intención de acercar a dos generaciones activas en la construcción del bien común.