“Un árbol crece y nadie le pregunta por qué”
Eugenio Roda y Cecilia Afonso Esteves
Portaculturas
Córdoba
2018

Por Lucía Lange (*)

¿Es posible encontrar las palabras exactas para nombrar el mundo? Eugenio Roda señala que “Hay palabras para decir todo, hay palabras para decir casi todo, hay palabras para decir casi nada. Hay, incluso, palabras para decir absolutamente nada. Y para decir ciertas cosas que las palabras no dicen, nos quedamos sin palabras”.

“Un árbol crece y nadie le pregunta por qué” es un abecedario poético que, de la A a la Z, introduce palabras dándonos una definición poética de cada una para luego desarrollarlas en un poema:

“Belleza / Labios en forma de palabras para besar al oído. / Las palabras nos llevan a todas las cosas, nos conducen a todos lados. En retribución, todas las cosas y todos los lugares nos traen palabras. Hay cosas maravillosas y sitios espantosos que sólo las palabras saben dónde están y cómo llegar a ellos”.

Lo poético se presenta como generador de imágenes, como una forma de resignificar lo ya dicho. Asimismo, la palabra poética se vuelve irreverente porque boicotea a la lógica imperante y establecida. En “Un árbol crece…”, a partir de la ternura de una imagen que nace de un poema, se establecen nuevos códigos para comprender el mundo, mientras que la pregunta retórica se instala como un recurso recurrente que invita a la reflexión.

Lo poético no solo aparece en el interior del poemario, sino que se presenta en el libro de principio a fin, pues también los paratextos –desde los agradecimientos hasta la biografía de su autor e ilustradora- se transforman en poesía.

Eugenio Roda, uno de los seudónimos de Emílio Remelhe, es un escritor portugués, artista visual y docente. Enseña dibujo, ilustración y escritura creativa. En el libro nos cuenta que “es tan distraído que dejó crecer a sus hijos”.

Por otra parte, Cecilia Afonso Esteves es una ilustradora y docente argentina egresada de Bellas Artes. En su microautobiografía, nos comenta que se reconoce como una persona que “agranda las pequeñas cosas sin dañarlas y disminuye las grandes para que entren en las manos”. “Un árbol crece” está impreso a dos tintas. Sus ilustraciones nos muestran un abecedario peculiar en el que cada una de sus letras multiplican el sentido del texto escrito.

“Un árbol crece” es una invitación a redescubrir palabras conocidas (y otras no tanto) desde una nueva mirada. Es leer lo cotidiano con otros ojos, desde la belleza de la palabra poética que resignifica, conmueve y despierta.

(*) Miembro de la ONG Jitanjáfora.