Grandes libros, pequeños lectores: “Las onomatobellas”
Reseña del libro de poemas escrito por Ruth Kaufman e ilustrado por Roger Ycaza.
“Las onomatobellas”
Ruth Kaufman
Ilustraciones: Roger Ycaza
Uruguay
Amanuense
2018
40 páginas
Por María Victoria Islas (*)
“Las onomatobellas” es un libro de poesía. El texto escrito por Ruth Kaufman e ilustrado por Roger Ycaza fue editado en el año 2018 por la editorial Amanuense (filial Uruguay).
En el título se presenta un neologismo que nos invita a un juego sensible y estético original en torno al cual giran los veinticinco poemas que integran la obra: las onomatopeyas. Como sabemos estas palabras se ubican en un lugar singular de la lengua, un espacio en el que se tensiona el sonido y el significado y en el que este último implica algo original, primitivo. La contratapa nos anticipa la propuesta al afirmar que “quien las oye atentamente descubre al instante la verdad: las onomatobellas son poemas”. Así ingresamos al interesante cruce lúdico planteado: un juego, un hermoso juego con el lenguaje y con un modo de relación con la lengua, con las palabras, que nos permite acercarnos a una mirada singular, infantil, del mundo.
Las onomatobellas funcionarán de diferentes maneras en cada uno de los poemas, recuperando siempre la materialidad de las palabras. Cada una se convierte en palabra poética, en objeto fértil, potente, en territorio para ser manipulada, al entenderlas, también, como una apuesta al asombro de la lengua.
Así, en muchos de los poemas aparecen con su significado más frecuente y en relación al sentido más inmediato. En otros, el convite se torna exploración y Kaufman arriesga y esquiva esta primera mirada para ir hacia otras dimensiones, haciéndolas funcionar de modos diversos. En ocasiones pueden transformarse en otra clase de palabras, pueden ser sustantivos o adjetivos. En otras oportunidades, irrumpen el hilo del poema y amplían sus significaciones. Finalmente pueden mudar en personaje, como sucede en el poema 2: “Brruuuuuuummmm se va/por la carretera/ deshaciendo”.
Desde la tapa el libro nos invita a sumergirnos en un viaje, en una travesía que cruzará diversos territorios y se colmará de música, color, silencios e imágenes. Las originales ilustraciones del ecuatoriano Roger Ycaza van retomando los significados de las palabras y se suman al desplazamiento. A medida que vamos pasando las páginas, una familia y algunos simpáticos y sonrientes amigos salen de paseo: las ranas juegan y saltan entre chapchapchaps, los ratones cruzan mares, los hipopótamos sonríen a carcajadas con hipos que irrumpen; y las ovejas, patos, gallos, burros y vacas se divierten entre ploc, chuic, toctoc, pum, paf. Entonces cada poema, cada onomatobella, entra en juego también con la ilustración de múltiples formas y de diferentes modos, ampliando la construcción de sentidos.
El uso del verso libre, el potencial de la dimensión visual y el trabajo preciso y delicado de estos dos artistas conforman una obra sensible que nos incita a experimentar una lectura en la que dialogan imagen, silencios, sonido y espacialidad. No solo leemos, sino que aquí, como en un libro álbum, leemos, miramos, escuchamos, nos aventuramos entre las palabras y las ilustraciones, nos dejamos llevar por esta deriva.
Hacia el final de la obra aparecen los datos biográficos de los autores, junto a sus fotografías y un glosario de onomatopeyas que nos desafía a seguir jugando (soñando) con las palabras y las imágenes, porque conocer las onomatobellas es perseguir decirlas y escribirlas nuevamente, continuar inventando recreos, poemas, ritmos y viajes a través del lenguaje.
El texto de Ruth Kaufman fue ganador del premio Sor Juana Inés de la Cruz en 2015 de Poesía Infantil, en México y esta edición fue seleccionada para el catálogo White Raven 2019 de Literatura Infantil y Juvenil. Llegó a las escuelas primarias de nuestro país a través del Plan Nacional de Lecturas con la ilusión de que muchos niños y niñas sumen a sus recorridos esta infinita travesía de sentidos que seguramente no se agotará en una sola lectura.
(*) Integrante de la ONG Jitanjáfora.