Grandes libros, pequeños lectores: “La leyenda del algodón” y “Secretos de los que van y vienen”
Las novedades editoriales de las escritoras de literatura infantil María Cristina Ramos e Iris Rivera, con sus libros "Secretos de los que van y vienen" y "La leyenda del algodón", respectivamente.
Secretos de los que van y vienen
María Cristina Ramos
Ilustraciones de Paula Alenda
Buenos Aires
Ruedamares
2020
Por Marianela Valdivia y Rocío Malacarne (*)
“Es muy difícil descubrir sus escondites, aunque a veces se asoman algunas antenas, algunas patitas”, dice “Los escarabajos”, uno de los bellos textos que integran Secretos de los que van y vienen, libro publicado en Ruedamares, editorial de la propia Ramos, e ilustrado con sutiles acuarelas por Paula Alenda. Pero, por más que sea difícil, cada una de las partes que lo integran descubre poéticamente esos escondites y nos acerca a personajes pequeños, como las hormigas y los grillos, o de gran tamaño, como los ñandúes; todos, aves, insectos que van y vienen, y se muestran a primeros lectores.
El libro propone que espiemos catorce escenas secretas donde se describe el comportamiento de esos animales pintados con la prosa poética propia de María Cristina Ramos, que nos cuenta cómo son las habitaciones de las mariposas, las escaleras que arman los cangrejos de la tierra para llegar hasta las estrellas, las cajas donde las hormigas guardan sus tesoros, cómo el sol pinta las plumas de las perdices…
Secretos de los que van y vienen se inscribe en la poética de lo leve, casi imperceptible, pero disponible para quienes tengan ojos curiosos y mirada sensible. Una vez más, la pluma de Ramos propone universos pequeños capaces de transformar el mundo o de concebir nuevos sueños. Los secretos, como huellas a seguir, son también un hilván en su obra. Secretos como enigmas, secretos que invitan a descubrir, a imaginar lo que apenas se esboza, como ocurre en “¿Dónde está?” (2012), en El baile (2011) o en muchos de sus poemas: “gusanita teje alas / nadie sabe para qué” (“¿Para qué?” en La escalera, 2009). En definitiva, “Lo más lindo de un secreto es compartirlo” (El baile); quizás por eso María Cristina, conocedora y cómplice de la curiosidad infantil, vuelve a proponer modos sensibles y sutiles de habitar la palabra poética, en un tejido lo suficientemente abierto como para que el lector siga jugando e imaginando.
Portada de “Secretos que van y vienen”.
La leyenda del algodón
Iris Rivera
Ilustraciones de Patricia López Latour
Campana
Editorial Laleliloluz
2022
Por María José Troglia (*)
El libro comienza con una carta de la autora explicando el pre-texto de este libro: el origen de una leyenda qom, a orillas del río Bermejo. Esta primera invitación a entrar a La leyenda del algodón no es solamente una explicación o el intento de darle contexto a la historia, mucho más allá de eso es un gesto comunicante: une el presente al pasado, culturas y costumbres entre sí, oralidad y escritura, autora y lectores.
Como en otras ocasiones, Iris Rivera vuelve a contar historias de la tradición oral, recreándolas con su particular modo de escribir, entre ligero y poético: las reiteraciones, las anáforas, las metáforas, los conectores que van ordenando los hechos… todos esos recursos configuran un universo particular que retoma costumbres y relatos míticos de una cultura no tan conocida por todos, o no tan explorada en las leyendas argentinas que circulan particularmente en la escuela.
El lenguaje de Rivera es sencillo pero muy sensible: “Puso un techo de nubes, hizo llover a cántaros, inventó un viento helado. Creó el invierno”. Así explica el origen del invierno. Las ilustraciones producen un efecto de movimiento, como una brisa que pasa de hoja en hoja, como un baile de festejo por la vida, por los regalos de la naturaleza, por la maravilla del mundo. El uso de los colores va acompañando las vicisitudes del relato, por momentos se oscurece, en algunos se llena de vida y color, en otros se torna sutil.
La edición de Laleliloluz está muy cuidada: el formato del libro, el papel, los paratextos dan cuenta de que este proyecto editorial comienza a dar sus primeros pasos de manera muy firme.
(*) Integrantes de la ONG Jitanjáfora