por Lucía Belén Couso

La serie compuesta por El nene y la sombra y El nene y el piojo de Guillermo Saccomanno, ilustrada por María Wernicke aborda la curiosidad y la edad en que los niños “se preguntan un mundo de preguntas”, ese momento en que cada elemento a nuestro alrededor es un signo digno de exploración.

En El nene y la sombra, el nene reflexiona sobre sí mismo a partir de la contemplación de su sombra. Comienza un cuestionamiento sobre el espacio que ocupamos y lo que verdaderamente somos. El texto lentamente se va convirtiendo en un diálogo entre el nene y la sombra que lo invita a conocer los nombres y los sonidos de las cosas que lo rodean y de las que forma parte.

En El nene y el piojo, el nene se rasca la cabeza cada vez que se hace preguntas y eso formula un peligro para el piojo que vive en ella. El texto se construye como un contrapunto entre las preguntas que se hace el nene y la reacción que conlleva en su cabeza porque “cada pregunta pica”.

En ambos textos, se destaca el impecable trabajo de Wernicke, las ilustraciones despojadas juegan con el espacio de la página, dejando lugar a los blancos y silencios, construyendo historias nuevas que se entraman con lo dicho por el texto.

El nene y la sombra y El nene y el piojo juegan a imaginar el pensamiento del niño y su forma única e interior de conocer el mundo que nos habita.

(*): Integrante de la ong Jitanjáfora