Grandes libros, pequeños lectores
Cuentos para temblar, de Estela Smania, Ilustraciones de Ana Luisa Stok, Córdoba, Comunicarte, 2014
Por Elena Stapich
Integrante de la ONG Jitanjáfora
Este libro reúne nueve relatos de terror -alguno de los cuales ya había aparecido en una antología- que recorren los tópicos clásicos del género: el doble, el libro ominosamente en blanco, la presencia de lo conocido/desconocido (lo siniestro), el mal que acecha a lo inocente. Y entre ellos, un cuento, “El revés de las cosas”, que apunta indudablemente a otro terror, el de la coyuntura histórica, que rodea a una nena y asume la forma de una pesadilla.
O “Juan Cruz le decían a Lito”, donde se entrelazan el tema fantástico de la reencarnación con el realismo crudo de la violencia cotidiana: “‘Por unas zapatillas que no valían nada’, ha dicho la mamá de Matías, y Matías no le ha dicho que sí, que valían y mucho. Que las zapatillas y la bici y el poster de Messi y la Cande, eran todo lo que Lito quería”.
Al finalizar, resignificamos el epígrafe: “Mientras lees, alguien está parado a tu lado”.
Indudablemente, ese es el efecto de la lectura de estos cuentos, que no solo satisfacen la demanda de textos de terror, sino que despliegan una escritura sutil que requiere de un lector atento.
Las ilustraciones acompañan con interesantes recursos, algunas con un sesgo impresionista, todas en blanco y negro y, como corresponde, algún toque rojo, como la sangre misma.