Por Romina Sonzini
Integrante de la ONG Jitanjáfora

“Te convido a creerme/ cuando digo futuro”
Silvio Rodríguez, Cuando digo futuro
Para que sepan de mí es un libro que nos trae los sonidos de épocas pasadas. Estos poemas fueron escritos entre los años 1979 y 1987; en palabras de su autora: “Rodaron por muchas manos antes de ser editados en 1988, en Buenos Aires”. Hoy, de la mano de editorial Calibroscopio, llegan a nosotros en una exquisita edición que suma a este recorrido un sólo texto de 1989.
Por el período histórico que comprende esta producción de Laura Devetach podemos intuir que el temor, el exilio y la persecución se harán presentes en estas palabras. Sin embargo, es el amor el sentimiento que atraviesa todos los textos como la única forma de sostén.
En la primera parte, que comprende los años 1979-1983, Devetach logra “estar en poesía” y, desde allí, construir la trinchera que le permita decir cuáles son sus sentimientos y pensamientos, aún en tiempos de violencia y oscuridad.
La segunda parte presenta los textos escritos entre 1984 y 1986. En éstos, el amor se presenta como posibilidad, como anhelo de un futuro más luminoso: “No sé qué hacer/ con estos versos. /Quizás/ ponerlos aquí/ para que cada cual/ se sirva/ por su propia mano”.
Por último, una tercera parte titulada “Apretadas síntesis” reúne los textos escritos en los años 1986 y 1987. Entre estos, encontramos palabras que florecen, escenas sencillas y rasgos humorísticos que resignifican el amor en términos cotidianos: “Vos la yerba/ yo el agua/ la llovizna de mis ojos/ ceba mate/ cada mañana”.
Un comentario aparte merece el diseño de la presente edición. Intercaladas con las páginas en las que se distribuyen los poemas, se encuentran otras en papel transparente. El único tono de color, un verde intenso, se aporta en la tapa, contratapa y solapas internas, en contraste con el negro que predomina en las mismas. El prólogo de Lucía Robledo completa la presentación.
Con este libro, Devetach nos invita a saber de ella al mismo tiempo que vamos sabiendo un poco de nosotros mismos. Sus palabras nos convocan a percibir el sentir de una época que nos marcó y nos sigue marcando, y qué mejor forma de contrarrestar la violencia, la desigualdad y la opresión, que la palabra poética.