BALCARCE (Corresponsal).-  Nicolás Nucciarone (64) vivió una odisea en el interior de su casa cuando fue sorprendido por dos delincuentes. Los sujetos lo maniataron, lo golpearon y amenazaron con electrocutarlo con los cables de una radio que enchufaron y acercaron a sus pies, y luego le colocaron una cuchilla en el cuello.

Tenían datos de que había vendido un auto y una camioneta y que sus ahorros los conservaba en su vivienda.

El calvario duró casi dos horas. Fue cuando terminaron de encontrar el último billete que había atesorado a lo largo de su vida como mecánico, una pensión que cobra su madre de Italia y en el último tiempo producto de que se había desprendido de los vehículos porque ya no quería manejar más.

Los hechos se registraron en la noche del martes en el domicilio de la familia que se encuentra ubicado en calle 24 entre avenida Cereijo y 33.

Nucciaroni recibió a LA CAPITAL en su casa y contó los momentos de terror que le tocó vivir, el miedo que tuvo en un momento que sintió que lo mataban y el shock que le causó que hizo que todavía no pueda volver a salir a la calle.

“Los ladrones entraron por la parte de atrás de la casa y enseguida me empezaron a decir que le tenía que dar todo. Me decían: sabemos que tenés tres hijas pero vivís solo. Decinos dónde tenés guardada la plata. Tenemos toda la noche para esperar. Pero si no hablás te vamos a matar”, así describió Nicolás cuáles fueron las primeras palabras de los delincuentes.

Rápidamente, lo trasladaron a su habitación y mediante unos precintos procedieron a inmovilizarlo. No obstante, describió la víctima, le pusieron una bolsa en la cabeza y comenzaron a darle golpes de puño.

“Te das cuenta que estás entregado, decime donde está la plata”, le dijo el asaltante que lo cuidaba. “Les dí un poco de plata y me dijeron ‘no te hagas el tonto porque sabemos que hay más; si no te vamos a matar’”, contó apesadumbrado.

Mientras que uno de los malvivientes se encargaba de golpear y amenazar al jubilado, el otro literalmente daba vuelta la casa en busca de dinero en efectivo. “Cada vez que encontraban algo, porque yo tenía guardada plata en distintos envoltorios y en varios ambientes, me pagaban más y me decían: viste que tenías más plata”, indicó.

Lo llamativo

En un momento, los ladrones esbozaron un dato que llamó mucho la atención: le dijeron “la plata importante que vinimos a buscar está adentro del galpón”.

Y efectivamente, los ahorros de toda su vida estaban allí, Nicolás los fue guardando en un frasco que estaba enterrado en el piso de tierra. Eran dólares que había ido comprando de a poco. 

Contó que siempre sus hijas le decían que se hiciera un viaje, que fuera a visitar a sus parientes a Italia, pero prefirió tener un resguardo por sí algo le ocurría a él o a sus propias hijas.

Así describió cómo fue que alcanzó a juntar miles de dólares que se esfumaron a lo largo de dos horas y con ello, la amargura, desazón, desesperanza e impotencia de saber que ya no existen.

“Si no les daba la llave del galpón donde tenía más plata me iban a matar. Me dijeron danos la plata que tenemos que sacar a un pariente de la cárcel. En ese momento, me pasaron más precintos y sacaron una cuchilla y me la pusieron en el cuello. Me pinchaban y me decían “te vamos a degollar’”, recordó.

Nicolás contó que uno de ellos abrió el galpón y comenzó a buscar, el otro seguía atrás de él y supuestamente, habría un tercero de campana, afuera de la casa.

No conformes con todo lo que le habían hecho hasta el momento, uno de ellos peló los cables de una radio y los enchufó al toma corriente. Le dijo a Nicolás que se sacara las medias y las zapatillas y amagó a apoyarle los cables. “Dale porque sos boleta”, le dijo en ese momento.

Resignación

La víctima contó que en un momento se resignó y recordó a los balcarceños que en algún momento habían perdido su vida en el marco de un hecho de inseguridad. “Pensé que ya tenía 64 años y que había criado a mis tres hijas y las había hecho estudiar. Ya estaba conforme con ello. Entonces les dije, cuando había pasado más de una hora y media, ‘mátenme muchachos’”, aseguró con lágrimas en sus ojos.

En tanto, dijo que desde hace dos días cambió rotundamente su vida porque vive con miedo, no come y no se anima a salir a la calle. “Me hicieron lo que se les ocurrió. Me da bronca porque ahora no tengo ganas de nada”, apuntó.

Según las primeras averiguaciones que se hicieron en la causa, los autores lograron llevarse pesos y dólares en efectivo y un pistolón. Los investigadores ahora buscan en cámaras de seguridad y a través de los vecinos pistas que ayuden a identificar a los delincuentes.